En el 2014, cuando el país terminaba su segundo ‘boom’ petrolero, en la CFN empezaba un festín con la entrega de créditos. Desde ese año hasta el 2019, millonarios préstamos empezaron a ser colocados en pocas manos, sin las suficientes garantías y con escasos requisitos y plazos poco técnicos. Hoy, se conoce que el 80 % de ese dinero fue a parar a la industria manufacturera y el agro. Eso no ha dejado de pasar factura a la banca estatal. Ha hecho que tenga que lidiar con una cartera deteriorada que, al cierre del 2021, alcanzó los $ 704 millones, recursos que son de todos los ecuatorianos pero que están siendo complicados de recuperar. Las cifras y otros detalles se pulen conforme avanza la auditoría que la Corporación Financiera Nacional (CFN) ha encaminado como tarea para depurar sus balances.
Fuente: Expreso.
Last modified on 2022-02-03