La ciudad brasileña de Río de Janeiro vive momentos de conmoción este viernes luego del incendio que provocó la muerte de diez adolescentes, de las categorías juveniles del club de fútbol Flamengo, y dejó tres heridos, uno de ellos en estado grave.
El incendio comenzó en la madrugada de este viernes en los dormitorios del "Nido del buitre", el centro de entrenamiento para las jóvenes promesas que el equipo tiene a las afueras de la ciudad; decenas de vecinos, curiosos y amigos de las víctimas se acercaron a sus puertas para prestar solidaridad.
Allan Valadão, reclutador de futbolistas, contó a Sputnik entre lágrimas que fue él quien convenció a los padres del joven Arthur Vinicius, una de las víctimas, de que tenía mucho talento y tenían que apuntarle en la escuela del Flamengo.
"Me gustaría poder abrazarles y pedirles perdón por haberles ayudado a escoger esa opción, nunca imaginé que podría ocurrir esta fatalidad", comentó.
Arthur Vinicius iba a cumplir 15 años este sábado 9 de febrero, y su familia, que vivía en la vecina ciudad de Volta Redonda, planeaba mudarse próximamente a Río para poder seguir de cerca la prometedora carrera deportiva de su hijo.
Hasta el lugar se acercaron también padres de otros chicos que no estaban en el lugar de la tragedia, como Beto Martins; su hijo Pedro perdió a varios de sus amigos y compañeros de partidos.
"Me desperté sobresaltado, con mucha gente llamándome preocupada por mi hijo, porque saben que está aquí en la base del Flamengo, al poco tiempo entendí la proporción que tomó el asunto", explicó en declaraciones a Sputnik.
Pedro, igual que muchos otros jugadores, se salvó gracias a que se había cancelado el entrenamiento del viernes, debido a los destrozos que causaron las fuertes lluvias en días anteriores.
Por eso, los niños cuyas familias viven en la ciudad de Río, fueron a dormir a sus casas, y no pasaron la noche en el centro de entrenamiento, como hacen habitualmente; la tragedia podría haber sido mucho mayor.
"Mi hijo está completamente devastado, difícilmente podrá recuperarse; tendremos que hablar mucho, y el Flamengo también tendrá que cuidar del tema psicológico, porque es algo muy fuerte", lamentó Martins.
A medida que avanzaba la mañana, hinchas del Flamengo empezaron a acercarse tímidamente a las puertas del recinto donde ocurrió la tragedia para depositar flores y expresar sus condolencias a los familiares de las víctimas.
André Luís acudió al lugar de la tragedia con su camiseta rojinegra: "Soy un "flamenguista" radical y vine de cerca a ver lo que está pasando, es una tristeza inmensa, muy grande; es difícil encontrar palabras para describir lo que está sucediendo", afirmó.
El Flamengo es el principal equipo de Río de Janeiro y uno de los más importantes de Brasil; este sábado iba a disputar el clásico contra el Fluminense en el estadio de Maracaná, pero el partido fue cancelado tras la tragedia.
El presidente del Flamengo, Rodolfo Landim, se acercó al lugar de los hechos, dijo estar consternado y aseguró que estas muertes son la mayor tragedia que el club ha sufrido en sus 123 años de historia. (Sputnik)
Conmoción en Río tras la muerte de diez jugadores juveniles del Flamengo en un incendio
- 2019-02-08
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