Despliegue de 10.000 efectivos contra robo de combustible será permanente en México

El despliegue de fuerzas militares y policiales contra el robo de combustibles será de 10.000 efectivos en México en forma permanente para vigilancia de los oleoductos que siguen sufriendo sabotajes, dijo este jueves en rueda de prensa el presidente Andrés Manuel López Obrador.

"La vigilancia será permanente, se va a mantener, no se puede suspender, existe ya una red de 10.000 elementos, y si es necesario se va a incrementar, se están creando bases especiales en un plan para cuidar todos los ductos", afirmó el mandatario.

Además, el Gobierno adquirirá 500 camiones cisternas para la distribución terrestre del 25 por ciento del consumo nacional.

"Vamos a mover combustible por pipas (camiones cisternas), se van a comprar 500 o 1.000 unidades de 30.000 o 60.000 litros para mover 200.000 barriles diarios", adicionales a la distribución por oleoductos, detalló.

Los fondos para comprar esa flota de vehículos de transporte terrestre "saldrán de lo que nos estamos ahorrando, se va a invertir, vamos a contratar conductores que se van a formar, vamos a incrementar en 25 por ciento la capacidad de transporte de combustible", agregó.

Las bandas de delincuentes continúan boicoteando el operativo, y a las 2:42 horas (8:42 GMT) de este jueves otro sabotaje ocurrió en el ducto que suministra combustibles al centro del país, que va desde el puerto de Tuxpan, en las costas del Golfo de México, a una terminal de almacenamiento en el norte de la capital, un trayecto de unos 600 kilómetros.

La vigilancia en más de 1.600 kilómetros de oleoductos "es lo que nos permite mantener el abastecimiento en el país, no es como quisiéramos, pero eso se va a lograr pronto, muy pronto; pero ha sido importante que no se agrave el problema del desabastecimiento de combustible, es un plan con todos los mexicanos, lo subrayo, pedimos que nos apoyen", enfatizó el presidente aludiendo a las largas colas en gasolineras del centro del país.

El mandatario insistió en que el país importa el 75 por ciento de los 800.000 barriles de gasolinas, diésel y turbosina que consume.

Añade que el país pierde unos 3.000 millones de dólares anuales por el robo de combustible.

"El operativo de vigilancia se va a mantener, necesitamos los ductos porque el transporte allí es más barato, ya está red y no podríamos construir otra red de distribución, pero se necesita mantener los ducto funcionando con una vigilancia permanentemente", enfatizó.

López Obrador reafirmó que el 80 por ciento del combustible robado ocurre en instalaciones de la compañía estatal Petróleos Mexicanos.

Los responsables de evitar el robo a la petrolera estatal "lo toleraron, los encargados del cuidado y seguridad de los ductos de la seguridad, en vez de cerrarlos cuando son perforados, los mantienen abiertos y las alarmas pasan más de 12 horas sin ser atendidas", puntualizó.

Más de 70 por ciento de las gasolineras del centro del país sufren desabastecimiento, según la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor. (Sputnik)