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En entrevista con PRIMICIAS, el ministro de Finanzas, Simón Cueva, explica que el país estará sujeto a menos revisiones por parte del FMI en 2022, lo cual es un signo de confianza.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la cuarta y quinta revisión del programa de crédito que firmó con Ecuador en 2020 y que fue renegociado en 2021.

Con la aprobación, el FMI le entregará a mediados de junio un desembolso de $ 1.000 millones para Ecuador, cifra que supera los $ 700 millones que el país esperaba inicialmente.

Además del desembolso previsto para junio, el FMI desembolsaría otros $ 700 millones para finales de 2022.

El dinero es parte del programa de crédito por $ 6.500 millones con el FMI. y del que, hasta el momento, Ecuador ha recibido $ 4.800 millones.

En entrevista con PRIMICIAS, el ministro de Finanzas, Simón Cueva, anticipa que habrá menos revisiones del acuerdo por parte del Fondo, lo que Ecuador interpreta como una muestra de confianza en el manejo de la economía.

¿Cómo le fue a Ecuador en la cuarta revisión de metas con el Fondo Monetario (FMI)?

Tenemos una buena noticia y es que el FMI aprobó la cuarta y la quinta revisión del programa de crédito con Ecuador.

De los $ 6.500 millones que comprenden el programa, faltaba que el Fondo nos desembolsara $ 1.700 millones.

De ese dinero,

41.000 millones llegarán en la primera quincena de junio y $ 700 millones más tras la sexta revisión. Ese es un cambio que se hizo al acuerdo inicial.

Inicialmente, el programa de crédito contemplaba revisiones trimestrales y eran siete. Pero ahora habrá solo seis. La siguiente y última está programada para diciembre de 2022.

¿Que el FMI haya reducido el número de revisiones de metas y que a Ecuador le haya aprobado dos seguidas es un símbolo de confianza en el país?

Sí, definitivamente, es una muestra de confianza, muestra que el FMI ve que las cuentas de Ecuador están en orden, entonces el Fondo ya no necesita estar revisándonos cada 15 minutos. Nos faltaban aún tres revisiones en 2022, pero ahora solo queda una, la de diciembre.

Si completamos la última revisión, sería la primera vez en muchos años que Ecuador logra cumplir completamente con un acuerdo de crédito con el FMI.

¿Cuándo llegan los $ 1.000 millones?

El desembolso debe ser aprobado aún por el Directorio del FMI. Yo diría que los recursos llegarán (a la caja fiscal, ndr) en la primera quincena de junio de 2022.

El gobierno planeaba proponerle al FMI más espacio para elevar el gasto público, con el objeto de dinamizar la economía, ¿fue aprobada esa propuesta?

No puedo hablar en detalle aún de las metas, porque cerramos un acuerdo a nivel del técnico con el FMI, es decir, un acuerdo entre el equipo técnico del Fondo y las autoridades ecuatorianas.

Pero esto aún debe ser aprobado por el Directorio del organismo. Lo que puedo decir es que el acuerdo con el FMI preveía un ajuste fiscal gradual equivalente al 4,5% del Producto Interno Bruto de Ecuador (PIB), medido por el déficit primario no petrolero, lo que incluye el gasto en subsidios.

Es decir, medido por el tamaño de la economía del país menos los ingresos y los gastos petroleros, aunque incluye el gasto en subsidios a los combustibles.

La lógica de este indicador es que el país reduzca su dependencia frente al petróleo y se vuelva sostenible desde el punto de vista fiscal.

La ‘adicción’ de Ecuador frente al petróleo ha sido una preocupación permanente en el FMI.

Uno de los grandes desafíos del país es superar sus problemas estructurales. Ecuador tiene un Riesgo País más alto frente a economías como la de Perú, Colombia o México y es porque registra desequilibrios fiscales estructurales.

Estos desequilibrios hacen que cada año nos preguntemos de dónde y cómo sacar recursos para financiar el Presupuesto General del Estado.

Es sano para Ecuador fortalecer la sostenibilidad de sus finanzas públicas para no depender del endeudamiento recurrente.

Mientras más déficit tiene un país, más endeudamiento necesitará para cubrir esa brecha entre ingresos y gastos que llamamos déficit.

Ahora, tener un déficit recurrente hace que Ecuador aparezca como un país menos confiable a los ojos de los inversionistas internacionales.

Mientras logremos que el país tenga más solidez fiscal, conseguiremos que Ecuador sea creíble y que reduzca sus necesidades de buscar financiamiento (endeudamiento).

¿Cuál será el destino de los $ 1.000 millones que están por llegar?

El fortalecimiento de la consolidación fiscal y nos permitirá destinar más recursos al gasto social, a proyectos viales que son importantes, a seguridad y al combate de la desnutrición crónica infantil.

En suma, el nuevo desembolso fortalece la capacidad del Estado para apoyar la reactivación económica.

¿Se ha planteado como un objetivo de su gestión conseguir el viejo sueño Ecuador de lograr una buena calificación de riesgo, un grado de inversión como el que ya tienen Perú y Colombia?

Es parte del objetivo, aunque esa meta también depende de otros factores.

Por ejemplo, el contexto internacional actual es muy es volátil, en parte como efecto de la invasión rusa a Ucrania, por el crecimiento de la inflación en el mundo, lo que empujará a los bancos centrales a subir las tasas de interés y, con ello, sube el costo del endeudamiento.

El riesgo país ha subido para todos los países de América Latina, aunque a Ecuador le ha ido mejor en materia de riesgo que a otros países y esto en un contexto internacional adverso, no es una casualidad, es porque el país está poniendo la casa fiscal en orden.

Aunque el riego país no ha caído, los mercados perciben a Ecuador como una economía que ha ido mejorando en términos de sostenibilidad fiscal.

Ecuador le ha ido mejor en materia de riesgo que a otros países y esto en un contexto internacional adverso.

¿Por qué la inversión pública tuvo niveles tan bajos de ejecución en el primer trimestre de 2022?

Hay dos elementos. El primero es que este año se excluyeron rubros que, en realidad, no corresponden a inversión pública, como el pago de sueldos y de bonos, que son gasto corriente.

Eso hace que exista una aparente diferencia con el dato del primer trimestre de 2021, pero lo que se hizo fue una limpieza de cifras.

Otro factor es que en los primeros meses del año la ejecución de la inversión pública siempre tiende a ser baja.

Con esa limpieza de cifras, ¿ya se sabe cuánto le debe el Estado al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS)?

Con la limpieza, incluimos la cifra de la deuda con el IESS que está relacionada con el aporte estatal de 40% para las pensiones jubilares.

Lo segundo es la deuda del Estado con el IESS por salud, aunque el registro de este rubro es un poco más complicado, porque se necesitan auditorías médicas y un cruce de cuentas con el Ministerio de Finanzas. Por esa razón aún no tengo los números finales, pero estamos trabajando en el registro de estas cuentas.

Si el Gobierno tiene más ingresos por una mayor recaudación tributaria y porque el precio del petróleo está alto, ¿por qué hay atrasos en el pago a los proveedores del Estado y con los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD)?

Porque el gobierno ha venido pagando y reduciendo los atrasos heredados de años anteriores y que han venido bajando poco a poco.

Al mismo tiempo que hemos bajado esa deuda, hemos reconocido deudas preexistentes, que no estaban registradas, como la del IESS, que antes no constaban en el Presupuesto General del Estado. Y conforme se registran y se transparentan esos pasivos, pues suben los atrasos.

Una noticia es que ya estamos pagando la deuda histórica por el IVA con los GADs. Hasta finales de 2021 pagamos unos $ 224 millones y esperamos pagar un último tramo de $ 66 millones hasta finales de año.

Incluyendo otras transferencias por patrimonio y competencias como riego y drenaje, lo que se pagará a los GADs ascenderá más o menos a USD 100 millones.

Ya estamos pagando la deuda histórica por el IVA con los Gobiernos Autónomos Descentralizados.

Existe la percepción de que la macroeconomía va bien, pero la economía de la gente no tanto.

Cuando a la macroeconomía le va bien, al resto de sectores les va bien. Pero hay un contexto que puede ser complicado, el escenario mundial está presionado la inflación al alza en todos los países.

Ecuador tiene una inflación más controlada que en otros países, aquí es de 2,8%, mientras que en el resto de Latinoamérica estamos viendo unos niveles de inflación de 7,5% y superiores en algunos casos.

Eso no quiere decir que los consumidores no se sientan los efectos del aumento de precios de ciertos productos, como harina, aceite, lubricantes y ciertos insumos agropecuarios.

Sin embargo, el hecho de que el país tenga los precios del diésel y de las gasolinas de bajo octanaje congelados ha atenuado el proceso inflacionario, por eso vemos un impacto más moderado.

Ecuador tiene la segunda inflación más baja de la región. No quiere decir que los consumidores no se sientan el aumento de precios de ciertos productos.

¿Cuándo comenzaremos a sentir la reactivación de la economía?

Ya se empiezan a sentir. Hay más de medio millón de personas que reciben bonos estatales, que estaban en la línea de la pobreza y antes no recibían este apoyo económico y que son parte del 30% de la población más pobre del país.

Entregaremos bonos a madres de escasos recursos para combatir la desnutrición crónica infantil. El incremento del precio del petróleo y un aumento de los ingresos tributarios nos da espacio para que suban las transferencias a los gobiernos locales.

¿Usted siente que ha sido tratado de manera injusta por poner la casa en orden?

Si quisiera ser popular, no habría aceptado este cargo. Ser ministro de Finanzas, por naturaleza, es una actividad impopular e ingrata porque tengo que cuidar las finanzas del país.

Mi trabajo no es ceder ante las demandas de sectores particulares. Mi obligación es cuidar las finanzas de todos los ecuatorianos La ventaja es que vengo de la academia y no tengo conflictos de interés.



Fuente: Primicias

Last modified on 2022-05-11

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