El IESS recurre cada vez más al ahorro de los afiliados, para disponer de dinero y con ello cubrir las necesidades del sistema de salud y el pago de los jubilados. No obstante, la maniobra tiene un costo: que el capital que se desinvierte deje de percibir la ansiada rentabilidad y que se tenga que pagar un castigo económico para convertir esos recursos en efectivo. Las estadísticas oficiales indican que, solo de enero a junio de este año, el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) desinvirtió $ 742 millones para suplir la falta de ingresos en un contexto complicado, pues a raíz de la pandemia la Seguridad Social ha empezado a percibir menos aportes, a causa de 200.000 nuevos desafiliados y la falta del pago que, por ley, el Estado debe hacer al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Fuente: Expreso.
Last modified on 2020-07-08
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