El plan de cocinas de inducción, que promovió el Gobierno del expresidente Rafael Correa, fue un cúmulo de errores, falta de planificación y mal uso de recursos públicos. La iniciativa fracasó y, al menos por ahora, no será retomada por la administración actual. Una de las alarmas más graves que rodean a la fallida iniciativa es que no contó con un estudio de mercado detrás. El expresidente Correa, su vicepresidente, el encarcelado Jorge Glas, y el exministro de Industrias, Ramiro González, no supervisaron que el proyecto contara con respaldos. El Gobierno tampoco verificó el sustento técnico de los créditos que ofreció para vender los productos. El programa utilizó más de $ 363 millones, de los que la Contraloría examinó $ 171,8 millones. Monto que no está justificado por el fracaso de la propuesta. Fuente: Expreso.
Last modified on 2019-08-20