La calificadora de riesgo soberano Fitch ha vuelto rebajar la nota de Ecuador, esta vez redujo la categoría del país como emisor de bonos de largo plazo de CCC a CC. Lo que es el territorio de los papeles basura.
En menos de un mes Fitch ha vuelto a rebajar la calificación crediticia del país como emisor de deuda a largo plazo, esta vez de CCC a CC. La doble C “muestra señales de que hay expectativa de que un evento de impago (default) sea probable luego del anuncio de las autoridades (económicas de Ecuador, ndr) de sus intenciones de renegociar los términos de la deuda comercial y soberana, usando el periodo de gracia de los cupones de un bono esta semana”.
La calificadora se refiere al anuncio del ministro de Finanzas, Richard Martínez, de que el país se acogía al periodo de gracia de 30 días previsto en los contratos de los bonos para no pagar USD 200 millones que se vencían esta semana en intereses de los bonos Global 2022, Global 2025 y Global 2030.
Para calmar las aguas y mantener las puertas del mercado abiertas, Martínez anunció que Ecuador pagaría a tiempo USD 325 millones en capital de los bonos Global 2020 que vencían el 24 de marzo.
Martínez y el presidente Lenín Moreno dijeron que el país busca una “reorganización” consensuada de la deuda con sus acreedores la noche del 23 de marzo de 2020.
Esto en momentos en que Ecuador se encuentra en emergencia sanitaria y en estado de excepción por la epidemia de coronavirus que, virtualmente, ha paralizado a la economía local, y cuando el precio del petróleo ha caído por debajo de los $ 30 el barril.
Fitch habla de moratoria
Aunque el Presidente Moreno y el ministro Martínez se cuidaron de usar las palabras “renegociación” o “moratoria”, Fitch habla ya directamente de una renegociación de la deuda que “de ocurrir es muy posible que termine en una reestructuración” o DDE (distressed debt exchange por el nombre de la operación en inglés).
Y si la reestructuración no ocurre, dice Fitch, “queda el riesgo de que el plazo de pago de los cupones (intereses de la deuda) que aún faltan por pagar no sea cumplido cuando sus periodos de gracia se terminen”.
Ambos escenarios constituyen eventos de moratoria de la deuda, bajo los criterios de Fitch.
Una renegociación de la deuda comercial del país, de ocurrir, dice Fitch, cumpliría los criterios para constituir un DDE ya que “es una operación hecha para evitar una tradicional moratoria de pagos y que resultaría en la reducción para los tenedores de bonos”.
La agencia también recuerda que en días recientes “líderes del Congreso hicieron un llamado para que se declarara la suspensión temporal del pago de la deuda externa y se buscara una posible amnistía de ciertas deudas en el contexto de la emergencia sanitaria”.
Fitch ve la carta como una fuente de presión que hará que la capacidad de Ecuador de pagar los intereses de la deuda (los cupones de los bonos Global) sea “cada vez más difícil de sostener en términos políticos y económicos en los meses por venir”, si es que una renegociación de la deuda no se concreta.
A Fitch tampoco se le olvida que ha habido retrasos en los desembolsos del programa de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que Ecuador logró acordar a inicios del año pasado por $ 4.200 millones.
Aunque el Gobierno ha hablado de un paquete de crédito de emergencia, que está negociando con organismos multilaterales de crédito, como el mismo FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo, la CAF y el Banco Mundial, Fitch dice que “podría no ser de la magnitud suficiente para superar los desafíos” para que el país pague sus obligaciones. Fuente: Primicias
Last modified on 2020-03-25