El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica un crecimiento de 1,6 por ciento en la economía de América Latina este año, y de 2,6 por ciento para el año próximo, proyección por debajo de la de abril, según el informe de Perspectivas de la Economía Mundial de julio, publicado este lunes.
"Se proyecta que el crecimiento de América Latina experimentará un ligero aumento, de 1,3 por ciento en 2017 a 1,6 por ciento en 2018 y 2,6 por ciento en 2019 (0,4 y 0,2 puntos porcentuales menos de lo proyectado en el informe WEO de abril)", indica el informe.
El estudio explica que aunque el alza de los precios de las materias primas continúa brindando respaldo a los exportadores de la región, "el empañamiento de las perspectivas respecto de la edición de abril refleja la complicación del panorama para grandes economías".
Eso se debe, indica el FMI, a la constricción de las condiciones financieras y el ajuste necesario de las políticas en Argentina, los persistentes efectos de las huelgas y la incertidumbre política en Brasil y las tensiones comerciales y la prolongada incertidumbre que rodea la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y el programa de políticas del nuevo Gobierno en México, electo el 1 de este mes.
Mientras, las perspectivas de Venezuela, "que está sufriendo un colapso drástico en la actividad y una crisis humanitaria, se revisaron nuevamente a la baja a pesar del repunte de los precios del petróleo, ya que la producción disminuyó con fuerza", agrega el informe del organización financiera internacional.
Está previsto que este viernes la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, visite Argentina para supervisar junto al presidente Mauricio Macri y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, la marcha del plan de ajuste que se pactó con el organismo, informa este lunes el diario local Perfil.
El FMI aprobó el 20 de junio un crédito "stand-by" (acuerdo de derecho de giro) de 50.000 millones de dólares "para fortalecer" el programa económico gubernamental de Argentina, según indicó la entidad financiera multilateral.
El préstamo debe apoyar el desempeño económico del Gobierno en los próximos tres años.
Tras un desembolso inicial de 15.000 millones, las futuras entregas de recursos se realizarán contra el cumplimiento de metas fiscales que fueron establecidas en la carta intención firmada por Argentina el 12 del mes pasado.
En concreto, Argentina se compromete a alcanzar un déficit fiscal primario de 2,7 por ciento del Producto Interno Bruto para este año y de 1,3 por ciento para 2019 para llegar al equilibrio en 2020. (Sputnik)