La esperada cita entre el presidente Guillermo Lasso y el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, duró alrededor de tres horas y no solo hubo desencuentros entre ellos, sino también puertas adentro del movimiento indígena.
No hubo “argumentos sólidos” ni “voluntad política”. El presidente Guillermo Lasso y el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, utilizaron esas frases, respectivamente, para describir la reunión que mantuvieron, después de meses de desencuentros.
La cita en Carondelet, prevista para las 11:00, inició con más de una hora de retraso. Los argumentos fueron, de un lado, que la lista de la delegación del movimiento indígena llegó tarde e incompleta y, desde el otro lado, que había demasiados controles de seguridad y descoordinación.
Iza fue de los últimos en entrar al Palacio porque no quería dejar a nadie fuera. La reunión empezó alrededor de las 12:30, cuando -con todos en el salón de banquetes- llegó el Primer Mandatario.
Es la primera reunión política de este periodo que recibe a una comitiva tan extensa en Carondelet, pese a la pandemia, con más de 50 delegados. Codo con codo, funcionarios del gobierno y dirigentes del movimiento indígena compartieron mesa. Esto pese a que no se tomaron en cuenta las condiciones que exigían desde la primera invitación.
En la delegación de la Conaie estuvieron los presidentes de las 54 filiales de la organización. Además de Iza, Marlon Santi, coordinador nacional de Pachakutik; Carlos Sucuzhañay, de la Ecuarunari; Marlon Vargas, de la Confeniae, y Javier Aguavil, de la Conaice.
Por parte del Ejecutivo, además de Lasso, en la mesa se sentaron el vicepresidente Alfredo Borrero, los ministros de Educación, Gobierno, Finanzas, Ambiente, Energía, Inclusión, Transporte, Producción, Pueblos, Comunicación y el secretario de la Administración Pública. La cita fue a puerta cerrada y mientras las redes sociales estaban colapsadas. Y las cuentas del gobierno en Twitter se dedicaron a informar sobre el discurso del Mandatario y algunos de sus ofrecimientos: rescatar coincidencias, trabajar juntos, sincerar los aranceles en insumos de transporte, “priorizar el uso del dinero del Estado en causas importantes” y agradeció su actitud democrática. Sin embargo, el presidente Lasso aclaró tanto dentro como fuera de la reunión que no dará de baja los decretos que liberaron los precios de los combustibles, por sentido de responsabilidad con el país y con su futuro.
Además, el Mandatario dijo que la reunión fue corta y sin argumentos sólidos para justificar la medida exigida, que era el principal punto de las demandas indígenas: congelar los precios de los combustibles.
Los otros temas planteados fueron defender los derechos laborales, frenar el extractivismo, congelar créditos para aliviar a la ciudadanía y atender la crisis sector agropecuario.
Fue por esto que a la salida, el presidente de la Conaie advirtió que “no hay ninguna apertura por parte del Presidente de la República”. Por lo que convocará al consejo ampliado de la organización y tomar decisiones. La fecha se anunciará próximamente.
Carlos Sucuzhañay, de la Ecuarunari, dijo que consultarán a las bases del movimiento y que, dependiendo de ello, decidirán sus próximas acciones. Por lo que no se cierran a futuras conversaciones con el Ejecutivo.
Sin embargo, Javier Aguavil, de la Conaice, se quejó de las acciones de Leonidas Iza, desde octubre de 2019. Ya que argumentó que a la filial de la Costa la invisibilizan en todas las reuniones y no se la toma en cuenta como representación territorial, ya que varias veces no ha constado en las listas de delegados a los eventos importantes.
Según el dirigente Tsáchila, “no estamos listos para una paralización”, pero se necesita mejoras por parte del Gobierno. Y denunció que el proyecto político dentro de la Conaie debe reformarse para que tome en cuenta la representación territorial.
En una improvisada asamblea en el parque El Arbolito, en el centro norte de Quito, Iza llamó a los presidentes y miembros de las filiales a tomar una decisión, porque “hay que tomar una decisión en la Conaice” y “sacar la basura de la casa”.
Sucuzhañay recordó a los asistentes que deben permanecer unidos, porque sin importar lo que diga el presidente Lasso, el gobierno debe cumplir con los compromisos estatales con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Silvio Chiripua, miembro de la Conaice, dijo que las bases del movimiento indígena no están divididas y que la filial costera está tiene un mal liderazgo, “con personas que quieren hacer daño en el corazón de la Conaie”.
Marlon Vargas, de la filial amazónica, dijo que la organización debe depurar a los traidores que tiene en sus filas y pidió que se convoque a una asamblea extraordinaria de todas las organizaciones sociales de manera urgente.
La propuesta fue aceptada por Iza y la asamblea será en ocho días. Porque el dirigente afirmó que no llegaron nada en ninguno de los temas que plantearon. “Si no tenemos respuesta por el diálogo, nos hacemos uso del derecho a la resistencia” (sic.).
Iza incluso acusó a la Presidencia de “meter mano en las listas” de delegados para provocar impasses internos en la Conaie y lamentó que uno de sus dirigentes se haya prestado para ello. Fuente: Primicias
Last modified on 2021-10-04