Cinco minutos de pie afuera de Medicina Legal de Quito y ya se acercan los vendedores de dos funerarias. Ofrecen sus planes y, como quien no dice nada ilegal, plantean un “acuerdo entre nosotros”. Son solo tres pasos. Primero, consiste en facturar un precio mayor a los servicios recibidos, hacer que el IESS cubra el valor y entregar un “vuelto en efectivo” a los familiares del fallecido. “Yo le puedo dar 200 dólares, como una ayuda para los deudos, pero eso es solo entre nosotros”, repite con insistencia el vendedor. Hay familias que aceptan. Contratan las exequias a un precio que no se justifica con el servicio recibido. El IESS lo cubre, ya que cada afiliado tiene derecho a un fondo mortuorio de 1.359 dólares.
Fuente: Expreso.
Last modified on 2022-04-19