México condena "cruel e inhumana" política migratoria de EEUU

El Gobierno de México condena la política migratoria "cruel e inhumana" de EEUU, que separa a niños y niñas de sus padres indocumentados en ese país, dijo este martes el canciller mexicano Luis Videgaray.

"La política migratoria de EEUU es cruel e inhumana", a pesar de que el Gobierno de México "reconoce plenamente la soberanía de ese país y la facultad plena de decidir su política migratoria", dijo el secretario de Relaciones Exteriores en conferencia de prensa.

De los 1.995 casos de separación de menores de sus padres y familiares confirmados en albergues por el Departamento de Seguridad Interior de EEUU, desde abril pasado, "menos del 1 por ciento de los casos son de nacionalidad mexicana", y el resto provienen de Honduras, Guatemala y El Salvador.

La cancillería mexicana expresó la noche del lunes y la mañana de este martes, de manera formal, la posición oficial del Gobierno de México a la Casa Blanca.

Videgaray informó que sostuvo "una conversación con la secretaria de Seguridad Interior (Kirstjen Nielsen), y una llamada con secretario de Estado de EEUU (Mike Pompeo)", a quienes expresó la posición de México.

Asimismo, la cancillería mexicana entregó una nota diplomática para las áreas de Justicia Interior y Salud del Gobierno de EEUU, en la que, "primero, rechaza y condena esa política migratoria; y en segundo lugar, exhortamos a cumplir las recomendaciones específicas sobre aspectos que agravan la problemática", precisó Videgaray.

México también acudió ante las instancias internacionales para "llamar a comunidad internacional a expresarse sobre esta situación inaceptable".

Las comunicaciones fueron enviadas a las misiones de Nueva York y de Ginebra de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, donde la diplomacia mexicana apeló "ante los sistema de Derechos Humanos de la ONU e interamericano de Derechos Humanos".

Entre las recomendaciones, el Gobierno latinoamericano plantea que debe existir una mejor coordinación entre las agencias federales de EEUU que dependen del Departamento de Seguridad y el Departamento de Salud.

A esas instancias, corresponde la administración de los albergues "para mantener un registro concurrente de padres y niños", ya que esas instancias llevan registros separados que complica la localización de los menores y la comunicación con su padres, explicó el canciller mexicano.

DRAMÁTICO SUFRIMIENTO DE MENORES

De los casi 2.000 casos reportados por el Gobierno de EEUU a México, "un total de 21 casos de niños separados de sus padres son mexicanos", informó el alto cargo mexicano.

La mayoría de esos niños ya fueron repatriados y permanecen en los albergues solamente siete, "pero la cifra puede cambiar todos los días", acotó.

El canciller llamó la atención sobre la intervención inmediata en la situación de 12 niños mexicanos enviados a los albergues en distintos puntos de EEUU, mientras que las madres y padres han sido recluidos en centros de detención migratoria.

De ellos, siete ya fueron repatriados; y las autoridades buscan la reunificación familiar para los demás en EEUU, donde tienen familiares en situación legal.

"Una niña de 10 años fue separada con su hermano, también de 10 años, en un albergue en McAllen (Texas, sur de EEUU), que padece síndrome de Down", relató Videgaray.

La madre fue enviada a un centro detención en Brownsville, estado de Texas; y el padre es residente legal, ante lo cual el consulado mexicano en MacAllen busca que la niña se reúna con su padre.

Ese caso ilustra el problema de localización de los padres, debido a que las autoridades de EEUU no mantienen un única ficha para padres y menores, sino expedientes separados, lo cual dificulta la reubicación y la deportación conjunta de las familias.

México exigió a EEUU que "facilite la comunicación entre los niños con sus padres, porque los niños no pueden hablar con sus padres y a los padres no se les permite hablar con sus hijos".

La inmensa mayoría de los casos proceden de Centroamérica

El canciller reveló que de unas 65.000 detenciones y deportaciones en los primeros meses de 2018, unos 1.500 eran personas de origen mexicano.

Esa cifra fue ofrecida para mostrar la tendencia de que "los flujos migratorios cada vez más proceden de Centroamérica que tienen como ruta de tránsito a México", dijo el jefe de la diplomacia mexicana.

Finalmente, el canciller enfatizó que "México no promueve la migración ilegal".

"Pero no podemos ser indiferentes ante un hecho que presenta claramente una violación de los derechos humanos; y pone en riesgo a menores, incluso a aquellos con alguna discapacidad", añadió.

Ante la política estadounidense de "cero tolerancia" a la migración indocumentada, las autoridades mexicanas y los 50 consulados en EEUU trabajan con organizaciones de la sociedad civil para desplegar todas las acciones posibles por la defensa legal de los migrantes.

El Gobierno mexicano exige "que termine esa política que viola derechos humanos de niños y niñas sin importar su nacionalidad en este lamentable fenómeno", puntualizó.

Finalmente anunció que las autoridades mexicanas compartirán información con otros gobiernos centroamericanos, que tienen "la obligación moral y política de enfrentar esta difícil situación".

La exprimera dama republicana Laura Bush, esposa del expresidente de EEUU, George W. Bush, dijo que la política tolerancia cero "es cruel, inmoral, y me rompe el corazón", escribió el domingo 17 de junio en The Washington Post.

E forma inusitada, la actual primera dama, Melania Trump, instó a demócratas y republicanos a lograr una "reforma migratoria satisfactoria", para tener "un país que siga todas las leyes, pero también un país que gobierne con el corazón", mientras su marido sigue empeñado en construir un muro en toda la línea fronteriza con México. (Sputnik)