Recuperar el dinero malversado por corrupción no solo es deseable, sino también una obligación del Estado impuesta por la ONU. Pero en Ecuador aún no se dan todos los elementos para asegurar que el saqueo de la trama de corrupción, auspiciada por Odebrecht, quede resarcido en su totalidad. El país necesita ayuda de fuera. No hay auditores forenses que, por experiencia, puedan dibujar el mapa de transferencias pagadas a funcionarios con las que la constructora brasileña se garantizaba millonarios contratos con el Estado. Y además, el caso lidia con cinco escollos, habituales en redes de corrupción, que dificultan el rastreo de las coimas. El presidente Lenín Moreno sugirió contratar a empresas auditoras internacionales expertas. Fuente: Expreso.
Last modified on 2017-10-26