El proceso de erosión regresiva del río Coca, que provocó hace un año el colapso de la cascada San Rafael, sigue siendo una amenaza para la infraestructura que se encuentra cerca de este afluente. Por esta razón, pese a que este fenómeno está detenido por más de 145 días, las entidades que tienen obras estratégicas se mantienen en alerta. La erosión ha recorrido hasta el 31 de enero pasado 7,6 kilómetros aguas arriba, tomando como punto de inicio la desaparecida cascada. En este período, el fenómeno ha avanzado a una velocidad promedio de 20,88 metros por día, según el último reporte que realiza la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec). Con las futuras intervenciones, la Celec estima que el avance de este fenómeno en la época lluviosa de este 2021 será menos “agresivo” frente al 2020. Fuente: El Comercio.
Last modified on 2021-02-03
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