Primer proyecto siderúrgico de Bolivia tiene avance de 30%, dice Gobierno

El Gobierno de Bolivia informó el lunes que el proyecto siderúrgico de Mutún, primero de su tipo en el país y encomendado a la firma china Sinosteel con una inversión de 546 millones de dólares, tiene un avance de 30 por ciento y entrará en producción dentro de poco más de dos años.

"Estamos dentro de cronograma, se están cumpliendo los plazos (...) hay ya un avance físico de aproximadamente 30 por ciento y hasta la fecha se desembolsaron 150 millones de dólares", dijo a medios estatales el presidente de la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM), Jesús Lara.

La ESM es la responsable estatal del proyecto, que contrató a Sinosteel para el desarrollo minero y siderúrgico de El Mutún, enorme yacimiento próximo a la frontera sudeste de Bolivia con Brasil, donde se calcula que hay una reserva prácticamente intacta de al menos 40.000 millones de toneladas de hierro.

Lara dijo que en el área del proyecto ya están concluidos los campamentos y varias instalaciones auxiliares, y Sinosteel ha comenzado a construir las fundaciones de la futura planta de concentración de minerales que alimentará a la acería.

Sinosteel realiza también los trabajos preliminares de construcción de un acueducto de 120 kilómetros de longitud desde el río Paraguay y ha puesto en marcha las gestiones de importación de los equipos necesarios, en base al diseño final del complejo que esa misma firma completado en el primer semestre de este año, señaló.

El presidente de la ESM añadió que la industria siderúrgica de El Mutún, que funcionará en base a gas natural, estará concluida a fines de 2021.

El ministro de Minería, César Navarro, dijo el mes pasado que la producción regular de acero en Bolivia comenzaría en 2022.

La siderúrgica boliviana arrancará con una capacidad de producción anual de 194.000 toneladas de laminados no planos de acero para el mercado local, que subirá a mediano plazo a 450.000 toneladas, además de 500.000 toneladas de mineral de hierro semiprocesado para exportación.

El Eximbank de China financia el proyecto con un crédito de 396 millones de dólares y el saldo es aportado por el Estado boliviano. (Sputnik)