Dentro del Gobierno se manejan dos visiones sobre el futuro de la Refinería de Esmeraldas. El consejero presidencial Santiago Cuesta asegura que es posible cerrar una parte de la planta, específicamente la de refinación, mientras se concreta la concesión y se construye una nueva refinería con inversión extranjera. En la rueda de prensa no estuvo el ministro rector de la política energética, Carlos Pérez, quien emitió un comunicado para aclarar el plan para la planta, que es: concesionar la administración para que un privado invierta y mejore las condiciones técnicas y ambientales del complejo. El funcionario no es partícipe del cierre, aunque admite que lo hará si una autoridad le obliga. En ese caso, habrá que importar derivados. Fuente: El Comercio, 17 de agosto.
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