Diez años después de que se firmaran contratos de servicios específicos con empresas privadas para los campos Shushufindi y Libertador (considerados las joyas de la corona, por su productividad y calidad de crudo) y ocho años tras la entrega del Campo Auca, a través de una poco ortodoxa figura (derecho intangible), hay un saldo en rojo para el país. Tarifas “groseramente sobrevaloradas” (entre $ 39 y $ 30 por barril) a pagar por parte del Estado a las empresas privadas encargadas del manejo de esos campos; una millonaria deuda por pagar tanto por los derechos contractuales “intangibles” del campo Auca también con tarifa inmanejable y una deuda acumulada por el carry foward que actualmente asciende a $ 1.047 millones, son parte del complejo panorama.
Fuente: El Universo, 29 de mayo.
Last modified on 2022-05-30