Cuando se aprobó la Ley de Fomento Ambiental, aquella que creó el impuesto a la contaminación vehicular, no hubo debate en la Asamblea. Ahora, los legisladores de diferentes bancadas quieren revisar esa norma, pues coinciden en que no hay seguridad de que los recursos que genera vayan a mejorar el ambiente. La propuesta para fijar este tributo fue remitida por el Ejecutivo en el 2011 con el carácter de económico urgente. La norma no fue debatida por el Legislativo de la época y entró en vigencia por el Ministerio de la Ley. Desde su aplicación en el 2012 se han recaudado $ 764,1 millones, según el Servicio de Rentas Internas (SRI). Fuente: El Comercio.
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