El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, y la secretaria de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, se reunirán este jueves con los presidentes Jimmy Morales, de Guatemala, Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador, y Juan Orlando Hernández, de Honduras, para discutir la crisis migratoria en la frontera sudoccidental estadounidense, indicó el martes la Casa Blanca en un reporte para la prensa acreditada.
La reunión con los mandatarios centroamericanos se llevará a cabo en Guatemala; los detalles del encuentro están bajo ajuste pero la cuestión migratoria será el asunto central, añade el informe.
Pence tenía previsto viajar a Guatemala para visitar a los damnificados por la erupción del Volcán de Fuego.
La mayoría de los inmigrantes que llegan a la frontera sudoccidental de EEUU, muchos de ellos solicitantes de asilo, proceden de esos tres países latinoamericanos que sufren una ola de violencia sin precedentes por la acción del crimen organizado y las pandillas.
Los inmigrantes procedentes de América Central verán limitadas sus posibilidades de solicitar asilo argumentando que huyen de la violencia pandilleril o de otras situaciones domésticas que socavan sus derechos humanos, según indicó este mes el fiscal general de EEUU, Jeff Sessions.
La orden de Sessions tenía como fin frenar o desalentar la llegada de extranjeros irregulares a la frontera entre EEUU y México, que aumentó en los últimos meses.
El Gobierno de Donald Trump fue duramente criticado por su política de "tolerancia cero" a la inmigración, luego de la divulgación de imágenes de centros de detención en Texas, donde se veía a niños encerrados en jaulas.
Desde abril a la fecha, más de 2.300 niños fueron separados de sus padres como parte de esa política.
La medida implica que la Patrulla Fronteriza transfiera a los adultos al sistema penal para que sean juzgados por ingreso ilegal, lo que entraña la separación de los menores, que no pueden estar en cárceles más de 72 horas.
La semana pasada Trump firmó una orden ejecutiva que prohíbe esas separaciones familiares, pero sin dejar de aplicar el procesamiento penal de los adultos, transfiriendo los dilemas de su aplicación a las autoridades migratorias y judiciales.
El lunes, el comisionado de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo, Kevin K. McAleenan, dijo a periodistas en Texas (sur) que se había suspendido momentáneamente la entrega a la justicia de los inmigrantes adultos que llegan con niños.
La suspensión se mantendrá hasta que la oficina que dirige y el Departamento de Justicia acuerden una fórmula que permita "que los adultos que cruzan la frontera con sus hijos, que violan nuestras leyes y ponen en riesgo sus vidas en la frontera, puedan ser enjuiciados sin una separación prolongada de sus niños", dijo McAleenan.
Debido a que las autoridades migratorias carecen de espacio suficiente para alojar el creciente flujo de familias que cruzan la frontera, muchas serán liberadas de inmediato a cambio de un compromiso de presentarse a la audiencia judicial cuando sean citadas, según McAleenan.
El funcionario añadió que se seguirá enviando a la justicia penal a los adultos que crucen la frontera de modo ilegal solos y que la Patrulla Fronteriza separará a los niños de los adultos en casos en que los menores estén en peligro o si el adulto con quien viajan tiene antecedentes penales. (Sputnik)
Vicepresidente de EEUU se reunirá con mandatarios centroamericanos por crisis migratoria
- 2018-06-26
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