El Día de la Madre tiene sus raíces como una celebración religiosa que data del XVII, donde la conmemoración se hacía en honor a la “iglesia madre” en la que cada persona fue bautizada. En la antigua Grecia la celebración se hacía a Rhea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades.
Los romanos bautizaron esta celebración religiosa como La Hilaria, festejándose cada 15 de marzo.
Con la llegada del cristianismo, la celebración se transformó en una fiesta en honor a la Virgen María, la madre de Jesús.
En el año 1600 empezó a festejarse el denominado Domingo de las Madres, en el cual los niños concurrían a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras.
En 1870 en Boston (Estados Unidos), la activista Julia Ward Howe organizó una celebración religiosa en la que participaron madres de familia víctimas de la Guerra de Secesión o Guerra Civil Americana, como un llamado a la paz y al desarme.
En 1908 Anna Reeves Jarvis, ama de casa, intentó dotar de oficialidad a esta conmemoración; la fecha elegida fue el segundo domingo de mayo.
En 1914, el presidente de Estados Unidos, Thomas Woodrow Wilson, convirtió al Día de la Madre en una celebración oficial.
¿Cuál fue el espíritu de esta celebración?
El espíritu fue visibilizar todas las cualidades, virtudes y aportes de las madres y su contribución en el desarrollo de la humanidad.
¿Qué cambio radical sufrió la celebración?
El Día de la Madre se fue convirtiendo de forma paulatina en una celebración de carácter comercial, por lo que su impulsora, Anna Reeves Jarvis, en un reportaje poco antes de morir habló de su arrepentimiento por haber impulsado el Día de la Madre.
¿Cómo puedes rescatar el espíritu del Día de la Madre sin afectar a tus finanzas?
Fundación CRISFE pone a tu disposición algunos consejos:
Si eres adulto
- Regálale a tu madre un tiempo valioso en el cual puedas expresarle tus sentimientos de amor y respeto.
- Haz un collage de fotos o recuerdos que le hagan revivir aquellos momentos que compartió contigo.
- Dialoga de forma abierta y cuéntale tus sueños, aspiraciones, retos y escucha de forma atenta sus consejos.
Si eres adolescente:
- Por este día olvídate del celular y las redes sociales, comparte con tu madre todas las actividades, incluso aquellas que te parecen incómodas.
- Haz un compromiso que te lleve a una vida armónica con tu madre en el día a día.
Si eres niño:
- Haz las tareas de casa que en función a tu edad estés en capacidad de desarrollar.
Para mayor información sobre el manejo de finanzas personales y familiares ingresa al portal de Crisfe www.consejosfinancieros.org.ec