La tendencia a reaccionar en vez de prevenir ante potenciales riesgos, está ligada a una serie de actitudes. Pese a que los imprevistos llegan a ser devastadores para las finanzas personales, la preferencia sigue siendo reaccionar en vez de prevenir.
Incidir en promover cambios en la administración de riesgos de la gente es quizás uno de los temas más complejos a manejar, dado que la mejora de la capacidad financiera de las personas depende mucho en cambiar actitudes. Algunas de estas te pueden sonar conocidas:
- Nunca me pasa nada.
- No gano lo suficiente para ahorrar.
- No me gusta pensar en la muerte.
- Dios proveerá.
- Los seguros son un robo. Pagas cada mes y no recibes nada a cambio.
- Los seguros no sirven, no te cubren cuando necesitas ayuda.
Para cambiar estas actitudes en el tiempo, hay que desmantelar los malos entendidos y las malas experiencias que existen, con la transmisión de nuevos conocimientos y casos de la vida real. Las personas no se convencen hasta que experimentan la diferencia entre prevenir vs reaccionar. Una acción para prevenir ante los potenciales riesgos es contratar un seguro.
Los seguros existen para ayudar ante potenciales riesgos que amenazan tu felicidad y la de tu familia, como un incendio, robo, desastres naturales, la muerte de seres queridos, una enfermedad, etc.
Los seguros son una forma de protección contra la amenaza o posibilidad de pérdida. Cuando contratas un seguro, se paga a una compañía aseguradora para protegerse ante un potencial riesgo. La compañía aseguradora puede asumir ese potencial riesgo porque se encarga de administrar un fondo compartido de muchas otras personas que también contribuyen para cubrir sus potenciales riesgos.
De esa manera, todas las personas que pagan a la aseguradora se ayudan entre sí. Dado que el fondo es compartido, el dinero pagado por todos cubre las emergencias que en realidad ocurren. El hecho de que el pago para potenciales riesgos sea compartido entre muchas personas ayuda a abaratar el costo del seguro.
Para utilizar un seguro hay que familiarizarse con algunos términos técnicos:
- Póliza: un contrato entre el cliente y la compañía aseguradora.
- Prima: es el precio o costo de su póliza de seguro, a menudo dividido en pagos mensuales o trimestrales.
- Beneficios: la cantidad que la compañía de seguros pagará cuando ocurre un acontecimiento que tiene cobertura del seguro.
- Beneficiario: la persona que recibe los beneficios que paga la compañía de seguros.
- Reclamo: pedido para obtener un pago que la persona que tiene una póliza de seguro envía a la compañía de seguros cuando sufre una pérdida.
- Exclusiones: los acontecimientos que NO están cubiertos por la póliza del seguro.
- Deducible: dependiendo del tipo de seguro contratado puede haber un deducible. El deducible es una parte del valor de la pérdida que tiene que asumir la persona asegurada.
Sé precavido, analiza todas las ventajas de tener un seguro y no pongas en riesgo tus finanzas y tu futuro.
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Last modified on 2018-02-09