Hace un par de semanas fue el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo. Ese día celebra los logros sociales, económicos, culturales y políticos de las mujeres a través del mundo. Este año, el lema fue #EligeDesafiar #IWD2021. Un mundo desafiante es un mundo alerta, y a partir del desafío viene el cambio.
Los últimos años han traído consigo algunos cambios, progreso y una mayor concientización sobre los asuntos relacionados con las mujeres, particularmente con la campaña #MeToo (Yo también). El mundo está cambiando, las mentes van evolucionando. Pero este proceso se produce de forma lenta y en algunos lugares. En algunas partes del mundo, la manifestación de la desigualdad histórica de poder entre los sexos sigue estando muy presente.
La desigualdad aumentó bruscamente a lo largo de la última década. Según indica Oxfam, el 1% más rico del mundo concentra más del doble de la riqueza de la que concentran los otros 6.900 millones de personas. Y, desafortunadamente, porque las mujeres son más propensas a ocupar puestos de poca paga y a lidiar con condiciones de empleo precario, las mujeres representan la mayoría de los hogares más pobres del mundo.
Asimismo, el informe de Mujeres en Lugar de Trabajo 2020 de McKinsey revela que la pandemia ha llevado a un aumento del desequilibrio entre los sexos, lo que podría retrasar el progreso de las mujeres americanas hasta en 5 años. Luego de varios años de progreso lento pero firme, los avances en materia de diversidad de género alcanzados desaparecieron de la noche a la mañana. Esto es realmente alarmante. ¿Qué podemos hacer para evitar esto? Esta es mi lista de deseos para lograr un lugar de trabajo más inclusivo.
- Eliminación de la brecha salarial entre géneros
Los gobiernos, las organizaciones y los encargados de tomar decisiones deben estar mejor informados acerca de la brecha salarial y tener la preparación correcta para mitigarla. Las mujeres deben aprender cómo tomar cartas en el asunto, arrimar el hombro e implicarse completamente, como sugiere Sheryl Sandberg en su libro Lean In. Las mujeres necesitan saber que se están conteniendo y necesitan prepararse y ayudar en la lucha por la igualdad. Las iniciativas como #NegoTraining para ayudar a las mujeres a negociar mejores salarios deben ir más allá de las fronteras.
- Liderazgo inclusivo como parte de la cultura organizacional
Conseguir incorporar el liderazgo inclusivo a la cultura organizacional ofrece grandes beneficios. La investigación de Bourke y Titus revela que los equipos con líderes inclusivos son 17% más propensos a reportar un mayor rendimiento, reducir el índice de absentismo prácticamente en un día al año por empleado.
Los seis rasgos por excelencia del liderazgo inclusivo son: compromiso visible, humildad, conciencia sobre los sesgos, curiosidad hacia los demás, inteligencia cultural y colaboración efectiva. Lo bueno es que las habilidades asociadas al liderazgo inclusivo pueden mejorar a través del entrenamiento, la exposición, la tutela o el coaching. El feedback o la devolución entre los miembros de los equipos también son clave para fomentar las competencias de liderazgo inclusivo.
- Espacios de trabajo libres de discriminación, molestias y acoso laboral
Los empleados no deberían sufrir discriminación, molestias o acoso laboral. Aún existen muchos lugares de trabajo tóxicos y culturas organizaciones dañinas. El sexismo es frecuente, sin importar la industria, la profesión o el empleador. La concientización y el entrenamiento para reconocer sesgos son fundamentales.
- Sanciones reales para empresas que discriminan
Los empleadores están legalmente obligados a proveer un entorno de trabajo seguro y saludable. Por tanto, empresas que toleren la discriminación y no actúen consecuentemente deberían ser duramente sancionadas. Los empleados reportan casos de discriminación y acoso pero las organizaciones prefieren hacer la vista gorda. ¡Esto debe parar ahora mismo!
- La inclusión debe ser un hecho consumado
Espero un futuro en el que no necesite enseñar, escribir o hablar acerca de la diversidad e inclusión, sino que se trate de una realidad, de un hecho consumado en la cultura empresarial. Deseo que exista diversidad e igualdad dentro de una cultura y el ADN de absolutamente todas las organizaciones.
Podemos elegir ver el vaso medio lleno o medio vacío. Podemos también elegir actuar o no. Reinventemos nuestros espacios de trabajo en pos de un mundo más equitativo. Deseo que nuestros espacios de trabajo por fin sean realmente humanos, como sugiere Accenture, porque trabajamos como iguales.
(*) Profesora de Recursos Humanos en Audencia.
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Last modified on 2021-03-23