Después de un año ya es vox populi que la pandemia aceleró, trastocó o transformó decenas de procesos en el desarrollo de las sociedades. Y la gestión del talento humano no se quedó por fuera de esos cambios que van más allá del hecho de haber convertido el hogar en una oficina y agendar reuniones por plataformas telemáticas.
En el primer confinamiento total decretado por el Gobierno ecuatoriano, alrededor de 300.000 personas se acogieron al teletrabajo, de acuerdo con datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC); y, aunque las medidas para afrontar la pandemia han cambiado y miles de colaboradores han retornado de forma paulatina a sus lugares de trabajo, el primer paso para asumir los enormes desafíos que se presentan es interiorizar que la vida cambió y ya no podemos seguir pensando en que volveremos a las dinámicas organizacionales a las que estábamos acostumbrados hasta hace un año.
Hay que aceptar que requerimos de nuevas habilidades, nuevos conocimientos, nuevas formas de ver el negocio, nuevos modos de ser eficientes, de conectar con los otros desde sus emociones; como una estrategia para propiciar crecimiento y avance profesional en medio de esta sensación de tiempo detenido que ha dejado la pandemia.
Para fomentarlo, en el mundo y en nuestro país ya se empieza a hablar del desarrollo de liderazgo de forma remota, que implica inspirar a los equipos de trabajo desde otras dinámicas y con nuevas herramientas, fomentando una cultura de confianza que, al tiempo en que permite cumplir las metas del negocio, se preocupa de equilibrar la vida personal de los colaboradores con la profesional, conectar su propósito con el de la empresa, impulsar un mayor sentido de pertenencia y, a través de esa conexión con los trabajadores y lo que es importante para ellos, lograr rendimiento y consecución de objetivos corporativos.
Así, con una estrategia transversal en la que se privilegia a las personas, se puede crear entornos preparados para lo que se denomina como resiliencia empresarial; es decir, la capacidad de sobreponerse a una situación límite y transformarse en función de las oportunidades, aun en momentos complejos como el actual.
(*) Gerente de Talento Humano de Equifax Ecuador.
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Last modified on 2021-05-11