De acuerdo con la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), al cierre de junio de 2022 los activos de la banca privada suman $ 52.680 millones, mientras que los depósitos alcanzaron los US$ 40.930 millones, un 7,7% más que hace un año. Así también, el crédito llegó a cifras récord ($ 36.121 millones). No obstante, hay temas por mejorar dentro del sistema bancario, como aumentar los incentivos de ahorro a largo plazo y aumentar la entrega de créditos educativos. Además, las tasas de interés activas abandonaron la senda de disminución registrada hasta abril de 2022 y empiezan a subir.
El sistema financiero privado, en este caso el bancario, juega un rol fundamental en la economía pues diversifica el riesgo de los activos, moviliza los ahorros, permite el intercambio de bienes y servicios y facilita la asignación de recursos en la economía, lo que a su vez genera acumulación de capital e innovación de la tecnología.
Gracias al sistema financiero nacional, las personas que depositan sus ahorros reciben un interés, mientras que los deudores que mantienen préstamos cancelan un porcentaje de interés por utilización de este dinero. Ese bucle entre captación y prestación hace posible aumentar los recursos que circulan, generando más consumo, inversión y producción, lo cual incide en el incremento del Producto Interno Bruto del país. No obstante, para que este mecanismo funcione de manera correcta debe ser regulado por la Superintendencia de Bancos o la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.
EL SISTEMA BANCARIO, UNO DE LOS MENOS AFECTADOS POR LA PANDEMIA
Para 2022, en Ecuador existen 24 entidades bancarias privadas, que se subdividen por tamaño en: grandes, medianos y pequeños. Para junio de 2022, el total de activos del Sistema de Bancos Privados llegó a $ 52.680 millones, cifra superior en 8,5% a la de junio de 2021 ($ 48.551 millones). El aumento interanual fue consecuencia del incremento de fondos disponibles, inversiones, cuentas por cobrar, entre otros. Además, aunque la pandemia sanitaria produjo un quiebre estructural, el sector bancario no se vio afectado en gran medida en comparación con otros sectores e incluso mantuvo su senda de crecimiento, por lo que al día de hoy registra valores mucho más altos que antes de la pandemia.
Por otro lado, el pasivo alcanzó la suma de $ 47.036 millones a junio de 2022, un incremento sustentado en el aumento de los depósitos monetarios, depósitos a plazo, depósitos de ahorro, entre otros. Cabe aquí diferenciar estas tres subdivisiones de depósitos:
- Depósitos monetarios: depósitos de las cuentas corrientes, exigibles mediante la presentación de cheques u otros mecanismos de pago.
- Depósitos a plazo fijo: depósito con una fecha o periodo de vencimiento específico. Estos se diferencian del resto porque no pueden ser retirados en cualquier momento sin sufrir una penalidad. Se subdividen en: de 1 a 30 días; de 31 a 90 días; de 91 a 180 días; de 181 a 360, y más de 361 días.
- Depósitos de ahorros: aquellos que son exigibles por medio de libretas de ahorro u otros mecanismos de pago.
- Otros depósitos: son aquellos depósitos que no están clasificados en las cuentas anteriores, como por ejemplo depósitos restringidos, operaciones de reparto, depósitos de garantía y por confirmar.
EL DEPOSITANTE ECUATORIANO AHORRA POCO A LARGO PLAZO
El Gráfico 1 refleja la composición de los depósitos y su monto de acuerdo con las categorías antes mencionadas. Si bien la banca privada ha incrementado las captaciones, la mayoría son a corto plazo, lo que refleja la preferencia por liquidez. Mientras los depósitos monetarios son el 30% de las captaciones totales, con $12.171 millones, los depósitos a largo plazo (361 días o más) representan únicamente el 1,07% del total, con $ 439 millones. Esto evidencia una falta de incentivos para fomentar el ahorro en la economía, debido a la estructura de la misma, donde un gran porcentaje de personas vive con un ingreso mensual inferior a la canasta básica.
Gráfico 1
Monto de depósitos por subdivisión
Asimismo, para el cierre del primer semestre de 2022, el patrimonio del sistema bancario privado se ubicó en $ 5.342 millones, resultado 5,8% mayor al obtenido el año anterior. Así, los resultados arrojados del sistema bancario para 2022 denotan un sistema bancario robusto, lo cual implica que los bancos privados representan un sector de gran magnitud dentro del sistema financiero y de la economía ecuatoriana. De acuerdo con Asobanca, el hecho de que continúe el crecimiento de los depósitos significa que la banca privada ecuatoriana “genera confianza en sus más de 7 millones de clientes, quienes han encontrado en los bancos un refugio seguro para sus ahorros, debido a la solidez, liquidez y seguridad que les brinda”.
Por el lado de la colocación de créditos, esta cartera cerró en $ 36.121 millones a junio de 2022, lo que representa un aumento significativo de 18,1% ($ 5.542 millones) respecto al mismo mes de 2021, lo que representa una cifra récord.
Al desglosar los montos de crédito según los segmentos, se puede evidenciar un crecimiento en el crédito para los microempresarios y emprendedores, el cual llegó a $ 2.826 millones en junio de 2022, un 28,3% más que el mismo mes del año pasado. La recuperación en el nivel de crédito para este sector es de vital importancia para la economía de Ecuador, pues además de representar el tejido empresarial más numeroso, más de 9 de cada 10 empresas, agrupa también a los emprendedores del país.
EL PORCENTAJE DEL CRÉDITO A LA EDUCACIÓN ES ÍNFIMO
No obstante, también se puede evidenciar que el segmento educativo es el menos atendido por la banca privada, alcanzando únicamente $ 352 millones para junio de 2022 (Gráfico 2), lo cual representa únicamente el 0,9% del total de la cartera de crédito, siendo el Banco del Pacífico el que registra mayor participación en este segmento, pues más del 90% de créditos educativos han sido otorgados por esta institución financiera.
Resulta llamativo que el resto de entidades bancarias no posean un porcentaje de crédito significativo en un sector tan importante para el desarrollo del país y esto puede deberse a la poca rentabilidad de este tipo de crédito para la banca, a una baja demanda por parte de los estudiantes ecuatorianos o a las facilidades que brinda Banco del Pacífico en este rubro.
Gráfico 2
Monto de crédito de acuerdo al segmento
TASAS DE INTERÉS ACTIVAS SUBEN MIENTRAS PASIVAS SE REDUCEN
Paralelamente, las tasas de interés muestran un comportamiento relativamente estable con relación a meses anteriores donde, si bien la tasa de interés activa experimentó una reducción constante que duró 11 meses para los 13 segmentos de crédito, siendo el microcrédito minorista aquel segmento que mayor reducción presentó con -8,69%, esta tuvo de manera general una subida desde abril del presente año, ubicándose en 7,31% al cierre de junio (Gráfico 3).
Gráfico 3
Evolución de las tasas de interés activas y pasivas
Empero, las tasas de interés pasivas no tuvieron la misma tendencia en este mes, registrando una disminución de 0,43 puntos porcentuales. De esta manera, se vuelve menos rentable ahorrar como solicitar un crédito.
(*) Jorge Pérez, analista económico Revista Gestión.
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Last modified on 2022-07-15