La situación actual de la provincia de Esmeraldas muestra un alarmante nivel de violencia, superando a Guayas como la provincia con la mayor tasa de homicidios del país, con 20,7 casos por cada 100.000 habitantes en lo que va del año. Pero este fenómeno tiene sus raíces no solo en el narcotráfico, sino también en la pobreza y la falta de oportunidades en un territorio con muchos problemas estructurales. Con 51% de personas pobres, desempleo por sobre el 15% y una brecha de casi dos años de escolaridad respecto al promedio nacional, la provincia tiene un desempeño económico deficiente, siendo la tercera con menor cantidad de empresas por cada 10.000 habitantes. Todo es parte de un círculo vicioso que golpea, sobre todo, a los pobres.
LA VIOLENCIA CRECE DE FORMA GALOPANTE
En los últimos meses se han desatado olas delictivas de gran magnitud en la provincia verde. Si bien la inseguridad es un problema que viene desde hace mucho tiempo atrás, en este año las tasas de homicidios han crecido sustancialmente, llegando a los 20,7 casos por cada 100.000 habitantes, esto equivale a 1,25 muertes violentas cada día y puede resultar en una tasa de 69,8 muertes violentas al final del año si continúa la tendencia, superando la tasa de El Salvador (69,2) y posicionándose por debajo de Honduras (91,6).
De acuerdo con las cifras de Antinarcóticos, recogidas por Primicias, se sospecha que casi la mitad de las 700 toneladas de cocaína que llega a Ecuador desde Colombia ingresa por Esmeraldas. Es así que la importancia territorial de Esmeraldas para el negocio del narcotráfico ha provocado que varios grupos criminales se disputen su control, donde las bandas locales actúan como prestadores de servicios, encargándose de la logística y el transporte de drogas a través de Ecuador.
Esto genera no solo un aumento en el nivel de homicidios, sino también extorsiones a cambio de protección, e incluso detonaciones de explosivos, lo cual ha obligado a que 25% de establecimientos diurnos y un 30% de nocturnos cierren sus puertas, dejando de dar trabajo a sus empleados, y generando un detrimento importante en la economía de la provincia. Es por esto que la alcaldesa de la capital de la provincia, Lucía Sosa, ha solicitado desde abril que se declare en emergencia a Esmeraldas por los niveles de inseguridad.
INCIPIENTE ESTRUCTURA EMPRESARIAL EN LA PROVINCIA
La violencia ha proliferado en un territorio donde, de acuerdo con el INEC, el 51% de su población vive en situación de pobreza, lo cual es resultado, entre otras cosas, de su débil estructura empresarial donde priman las micro y pequeñas empresas, representando 92,5% y 6,2% del total, respectivamente. Además, Esmeraldas es la tercera provincia con menor cantidad de empresas por cada 10.000 habitantes, superada únicamente por Santa Elena y Los Ríos (Gráfico 1). Su tasa de 284 empresas se encuentra muy por debajo del promedio nacional de 461. Además, solo 84 firmas por cada 10.000 habitantes poseen ventas y plazas de empleo registradas en la seguridad social y actividad económica productiva, lo cual muestra una estructura económica muy vulnerable.
Gráfico 1
Número de empresas por cada 10.000 habitantes
La tasa de desempleo, en cambio, ha ido creciendo desde 7,82% en 2017 hasta llegar a 15,18% en 2020 producto de la pandemia, lo cual se refleja en las plazas de empleo registrado promedio en el IESS por provincia. Esta cifra llega a representar únicamente el 1,5% del total nacional, no obstante, la población esmeraldeña representa el 4% del país, denotando una distribución desigual de la cantidad de empleados.
BAJOS NIVELES DE RENTA Y ESCOLARIDAD DIFICULTAN EL DESARROLLO
Dentro de las actividades productivas de la provincia está principalmente la manufactura (Gráfico 2), debido a la refinación del petróleo, y la agricultura, ambas representan más del 55% del Valor Agregado Bruto de Esmeraldas, según el Banco Central. A su vez, la renta per cápita es menor a la del país, con $ 4.666,14 al año en comparación con los $ 5.600,39 de promedio nacional, ambas cifras para 2020.
Gráfico 2
Valor Agregado Bruto por sector productivo de Esmeraldas
Debido a las características de la provincia, se debe hacer hincapié en los años de escolaridad de la población, ya que las cifras para 2019 reflejan un promedio de 8,64 años de escolaridad en comparación con el promedio nacional de 10,17, evidenciando una problemática profunda para el desenvolvimiento humano y productivo de la provincia.
A su vez, el poco desarrollo de infraestructura básica y la falta de inversión en infraestructura tangible pueden estar obstaculizando el avance de este territorio.
EMPRENDIMIENTOS COMO MODO DE SUBSITENCIA
El desglose de las micro y pequeñas empresas muestra una clara diferencia con el VAB total, ya que el sector manufacturero no tiene mayor incidencia al verse concentrado en la refinación petrolera. De esta manera, la mayor parte de Mipymes pertenecen a los sectores de comercio, servicios y agricultura; se destacan los restaurantes, farmacias y locales de ropa y víveres.
Gráfico 3
Sectores económicos de las Mipymes en Esmeraldas
La caracterización de este tipo de unidades productivas que consta en la Revista Científica Hallazgos, evidencia que tres de cada cuatro emprendimientos de son creados por necesidad o subsistencia, liderados en su mayoría por mujeres, cuya principal motivación no es el deseo de independencia sino la falta de alternativas laborales, por lo que opta por emprender como iniciativa de autoempleo.
De esta manera, generalmente son emprendimientos con muy baja inversión inicial, sin innovación, con escaso componente tecnológico y con conocimientos sobre el mercado, contabilidad y gestión empresarial. Se observa además que 64% de los casos estudiados consideran que el acceso al crédito es la principal dificultad que enfrentan, seguido por la necesidad de asistencia técnica.
¿HACIA DÓNDE VA ESMERALDAS?
La débil articulación interinstitucional en el ámbito productivo y la baja productividad para oferta exportable no permiten que la provincia se desarrolle económicamente a gran escala. A su vez, existe la necesidad de fortalecer la productividad e industrialización de las cadenas productivas y de promover la conectividad y el turismo, pues aquello frena la inversión privada.
No obstante, si la inseguridad se mantiene en los niveles actuales, muy poco podrán hacer las empresas y los emprendimientos para generar un ambiente empresarial competitivo en la provincia y la población seguirá viviendo supeditada a las bandas delictivas y su accionar, lo cual profundizará el detrimento de la condiciones de vida de la gente, con una mayor incidencia del crimen organizado.
(*) Analista económico Revista Gestión.
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Last modified on 2022-06-05