Las cooperativas de ahorro y crédito juegan un rol preponderante en el sistema financiero de Ecuador. Estas entidades tienen como propósito brindar servicios de intermediación financiera a sectores que tradicionalmente han estado excluidos del sector bancario formal. El presente análisis se enfoca en la evolución reciente de los indicadores financieros de estas instituciones, con base en cifras de la SEPS y reportes de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).
De acuerdo con cifras de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), a octubre 2023 se encuentran activas 410 de estas instituciones financieras (Gráfico 1) operando en el país, de las cuales, 102, las de mayor tamaño, pertenecen a los segmentos 1 y 2, que implican un mayor nivel de control y regulaciones prudenciales.
Gráfico 1
Evolución del número de entidades del Sector Financiero Popular y Solidario
¿QUÉ DETERMINA QUE UNA COOPERATIVA SEA CATALOGADA EN UNO U OTRO SEGMENTO?
Todo depende del tamaño de sus activos, aquellas con más de USD 80 millones en activos son clasificadas en el segmento 1, mientras que las que manejan entre USD 20 y 80 millones se ubican en el segmento 2 (Gráfico 2).
Gráfico 2
Distribución de entidades por segmento
Uno de los principales indicadores para medir el tamaño y solvencia de las cooperativas financieras es justamente el total de activos que manejan. En octubre de 2023, los activos acumulados de las 102 mayores cooperativas ascendieron a USD 23.783 millones, lo que implica un crecimiento anual de 9,6%, USD 2.074 millones más que en octubre del 2022 (Gráfico 3).
La elevada liquidez que aún prevalece en el sistema financiero ecuatoriano también ha beneficiado a las cooperativas. Sus fondos disponibles con relación al total de depósitos a corto plazo se situaron en 24,6% en el décimo mes del presente año, superando el 23,3% de octubre del 2022.
AUMENTA LA CARTERA BRUTA PERO TAMBIÉN SU MOROSIDAD
En consonancia con la expansión de los activos, las colocaciones brutas de las 102 principales cooperativas alcanzaron un récord, superando los USD 18.000 millones en octubre del 2023. Esto representa un significativo incremento anual de 13,3%, lo que quiere decir, USD 2.128 millones más que doce meses atrás.
Entre las más importantes cooperativas clasificadas cartera, la que se lleva el primer lugar es la cooperativa JEP, concentrando ligeramente más del 12% de la cartera de las cooperativas de segmento 1 y 2, le siguen la cooperativa de la Policía Nacional y Jardín Azuayo, representando aproximadamente el 6,6% de la cartera total, cada una (Gráfico 3).
Gráfico 3
Ranking de cooperativas por activos y cartera bruta
La aceleración en el crecimiento de la cartera crediticia a lo largo del último año ha estado acompañada de un deterioro en la calidad de los activos. La cartera improductiva aumentó 80,7% entre octubre del 2022 y similar mes del 2023, mientras que el indicador de morosidad se elevó desde 4,4% hasta 7% en el mismo lapso.
“Las cooperativas enfrentan el reto de implementar mejoras en la gestión de riesgos y gobierno corporativo para blindar la calidad de sus activos", señala Marco Rodríguez, presidente ejecutivo de Asobanca, en una publicación de la entidad.
DEPÓSITOS A PLAZO CONCENTRAN LA MAYOR PARTE DEL FONDEO
En línea con el fuerte crecimiento exhibido por la cartera bruta, la captación de depósitos por parte de las cooperativas financieras también evidenció un positivo desempeño. Al décimo mes del 2023, los depósitos totales sumaron USD 19.079 millones, un 8,9% adicional en comparación con el saldo registrado 12 meses atrás.
Estas obligaciones con el público provinieron principalmente de depósitos a plazo fijo, que concentraron el 75% del total. Por su parte, las cuentas de ahorro representaron el 23% del fondeo y el saldo restante correspondió a otros tipos de depósitos.
LO QUE MÁS SE FINANCIA ES EL CONSUMO
La composición de la cartera de las cooperativas financieras a octubre del 2023 muestra que el 48% de los créditos brutos fueron dirigidos a actividades productivas, de vivienda y microempresa, mientras que el 52% restante financió operaciones de consumo.
Dentro del segmento orientado a la producción, el componente más representativo fue el microcrédito, con el 39% del total productivo, seguido por el crédito comercial o productivo stricto sensu, con el 2%, y finalmente los préstamos para vivienda, representando el 8% (Gráfico 4).
Gráfico 4
Participación por destino de crédito
LA RENTABILIDAD SE MANTIENE EN TERRENO POSITIVO
Pese al complejo entorno económico local e internacional, las cooperativas han logrado preservar Indicadores de rentabilidad positivos. Para este mes, estas instituciones exhibieron un retorno sobre patrimonio (ROE) de 5% y un retorno sobre activos (ROA) de 0,6%.
Si bien estas métricas muestran un leve retroceso en comparación con el año pasado, en términos de rentabilidad, las cooperativas han mostrado cierta resiliencia frente al complejo contexto económico. Aunque estos indicadores disminuyeron levemente respecto a octubre del año previo, se mantienen en terreno positivo.
COOPERATIVAS GRANDES VS. MEDIANAS
Al desagregar por tamaños, se aprecian algunos matices. Para agosto, las cooperativas medianas, de segmento 2, presentan una cartera en riesgo menor, con morosidad de 5,7% en comparación con 6,6% en las grandes, de segmento 1. Sin embargo, su reducida escala limita su capacidad para absorber futuros incrementos del riesgo. Este segmento deberá potenciar su escala para ampliar su impacto positivo en términos de inclusión financiera.
Las cooperativas financieras mantienen una evolución favorable y cumplen un rol vital en la inclusión financiera de miles de ecuatorianos. El crecimiento evidenciado a lo largo del último año refleja la solidez de estas instituciones, fundamentales para democratizar el acceso al crédito y promover el desarrollo económico del país. Sin embargo, el repunte en los niveles de morosidad exige mayores esfuerzos para mejorar la calidad de la cartera de crédito.
Hacia adelante, el principal reto para las entidades será controlar el reciente incremento de la morosidad a través de mejoras en la gestión de riesgo crediticio, como un análisis más riguroso de los posibles clientes antes de otorgar préstamos. Asimismo, la incorporación de nuevas tecnologías fintech y analytics permitirá aumentar la eficiencia operativa y facilitar el salto hacia la inclusión financiera digital de pequeños ahorradores y prestatarios no bancarizados.
Si bien la desaceleración económica global podría moderar el crecimiento futuro, las cooperativas se enfocan en consolidar su mercado brindado créditos ágiles y asequibles a sus socios. Y con una adecuada gestión de los riesgos, estas instituciones están llamadas a transformarse en el motor financiero del desarrollo económico inclusivo del Ecuador.
(*) Elaborado por Milena Escobar, analista económica Revista Gestión.
Last modified on 2023-11-26