Cuando los resultados no son los esperados, la diferencia entre un fracaso rotundo o una pérdida mínima puede estar marcada por los planes de contingencia. Un inventario de potenciales acciones frente a cada imponderable se torna imprescindible.
Partiendo de la segunda ley de Newton en donde toda acción involucra una reacción de igual magnitud, las organizaciones actuales no pueden limitarse a definir sus metas, necesitan además esquemas de contingencia para minimizar los riesgos propios del negocio. Es imprescindible un criterio prospectivo, que defina metodologías de tratamiento de variables a través de modelación y simulación que arrojen resultados en escenarios factibles.
Con los escenarios posibles se deberá generar esquemas de contingencia para cada situación, se debe tomar en cuenta la volatilidad del entorno y las características de la competencia.
Este análisis involucra: capacidades de planificación, programación de actividades y tiempos, construcción de presupuestos e identificación de complejidades.
LAS CUATRO ALTERNATIVAS PARA IMPLEMENTAR CONTINGENCIAS EFECTIVAS
Vigilante: interactuar en un entorno altamente volátil y complejo y poseer una elevada capacidad estratégica. Es caso de los grandes conglomerados tecnológicos como Meta o Alphabet.
Vulnerable: interactuar en ambientes complejos, sin capacidad de respuesta estratégica. Esta es una típica situación de miopía gerencial, que no permite anticipar los cambios sectoriales. Este sería el caso de industrias que presentan caídas por ejemplo la televisión tradicional frente al streaming.
Enfocado: interactuar en entornos simplificados que no desafían las habilidades estratégicas del negocio. El caso de las entidades estatales cuyos servicios no satisfacen a sus usuarios.
Neurótico: interactuar en entornos estables pero que imponen la necesidad de respuestas estratégicas sobresalientes, lo que ocurre en los mercados altamente competitivos como los del entretenimiento y cultura pop.
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TIPOS DE RIESGO
Para lograr esta tarea, se necesita conocer los riesgos a los que la organización está expuesta, los principales factores de riesgo son:
- Riesgo de gobierno corporativo
- Riesgo organizacional
- Riesgo de control interno
- Riesgo operativo
- Riesgo tecnológico
- Riesgo de liquidez
- Riesgo de tasa de interés
- Riesgo de crédito
PLANES DE CONTINGENCIA
- Determinar los posibles factores de riesgo que afectarían la posición de negocio de la organización.
- Identificar variables y actores que estarían configurados como factores de riesgo respecto al cumplimiento de los objetivos institucionales.
- Construir con base en estos criterios, escenarios viables en que se presenten riesgos posibles para el cumplimiento de los objetivos institucionales.
- Evaluar cada escenario y plantear un plan de respuesta al riesgo en cada caso en base a acciones contingentes.
Riesgos adicionales
- Situaciones relacionadas a riesgo reputacional
- Ataques externos
- Desprestigio por exfuncionarios
Se debe generar un plan de contingencia para el control de daños de este tipo de riesgos. Debe informarse a todos los miembros de la organización sobre la situación para tener un alineamiento empresarial y poder enfrentarlos.