Ahora que empieza el nuevo año, es clave establecer metas empresariales. Cómo hacerlo y cómo evaluarlo es el objetivo de este artículo.
Las metas o hitos son el cumplimiento de los objetivos. Un objetivo puede contener una o varias metas y se verifica su alcance realizando un seguimiento de la expectativa fijada. Este es el punto de partida del Sistema de Gestión Estratégica y Gerencial, que contempla la selección de metas con base en el conocimiento del negocio y al análisis retrospectivo, interpretando a profundidad las causas y efectos de las acciones a ser implementadas.
Este diagnóstico permite que esas expectativas se ajusten a las finalidades institucionales, facilitando el control de la ejecución de los proyectos y procesos según la estrategia de la organización.
La estrategia es la forma global en que las acciones alcanzan metas, es el cómo de los logros. La clave es tener una concepción estandarizada de cómo definir metas empresariales, que permita evaluaciones anuales y un seguimiento pragmático para medir avance y la implementación de la estrategia organizacional.
ACCURATE es el término técnico utilizado para planificar las metas.
Este quiere decir: necesario, indispensable, que es menester para un fin, puntual, fijo, exacto, cierto, determinado, distinto, claro y formal, conciso.
Alcanzable: que se pueda conseguir o que es factible de lograr con los recursos disponibles.
Cuantificable: que puede ser expresado en números y magnitudes.
Cíclica: que ocurre o se repite en intervalos regulares o círculos.
Umbral: rango de validez, una franja de valores máximos y mínimos aceptables.
Realista: que representa objetivamente la realidad, estar dentro de lo factible.
Abreviable: que expresa en forma breve, concisa y con los detalles justos.
Trascendente: de lo más significativo, refleja una prioridad estratégica.
Elástica: que tenga la flexibilidad necesaria para adaptarse a las condiciones de viabilidad.
Ejemplo de aplicación del Accurate