wrapper

Últimas Noticias

Autor: Revista Gestión *

La educación es un bien público esencial para el desarrollo económico y social de un país. Por ello, es importante contar con indicadores que permitan evaluar el estado del sector educativo. Uno de los principales indicadores es el valor de la producción de la enseñanza, que mide la cantidad de bienes y servicios educativos producidos por una unidad institucional en un período de tiempo determinado. Se calcula como la suma de los valores de los bienes y servicios educativos producidos por una unidad institucional. En este artículo se revisarán las Cuentas Satélites de Educación del Ecuador para 2022, publicadas por el INEC en octubre de 2023. 

El ámbito de la enseñanza incluye los servicios individuales, de la educación de la primera infancia, primaria y secundaria, educación superior y otra enseñanza, haciendo referencia a las capacitaciones, así también se incluyen servicios colectivos como regulación y administración. Además, entre los productos conexos de la enseñanza están los uniformes escolares, útiles escolares, escritorios, pupitres, mobiliarios, edificaciones educativas y transporte escolar.

EL VALOR AGREGADO BRUTO DE LA ENSEÑANZA CRECIÓ EN 2022, PERO MENOS QUE EN 2021

En el año 2021, el VAB de actividades de la enseñanza creció en 4,4%; sin embargo, para 2022, este mismo rubro creció en tan solo 0,7% anualmente. Además, su participación en el PIB también disminuyó en 0,1 punto porcentual (Gráfico 1).

Gráfico 1

Participación del VAB de la enseñanza respecto al PIB

Por otro lado, al revisar el VAB de la enseñanza por provincia, como es de esperarse las provincias que concentran este indicador son Guayas y Pichincha, con el 20,7% cada uno, seguidas de Manabí, Azuay, Loja y Chimborazo, que superan el 4%. Sin embargo, también se observa que provincias como Pastaza, Orellana, Sucumbíos y Zamora Chinchipe presentan los niveles más bajos de producción de servicios educativos, siendo Galápagos la provincia con menos producción, alcanzando apenas el 0,3% (Gráfico 2).

Gráfico 2

Producción de servicios educativos por provincias

El VAB mide el valor económico agregado por el sector educativo. Según el INEC, es la medida de la riqueza generada en el proceso de producción del servicio de enseñanza. Por lo tanto, una disminución en crecimiento del VAB indica una desaceleración económica en el sector educativo, la disminución de la matrícula estudiantil o una disminución en las inversiones en investigación y desarrollo educativo, por ello es importante revisar las provincias que tienen este indicador más bajo. 

Si el Valor Agregado Bruto (VAB) disminuye en el sector educativo, significa que el sector ha experimentado un menor crecimiento económico en términos de su contribución a la economía en comparación con años anteriores. No necesariamente implica que el Estado haya gastado menos en educación, como se verá más adelante. 

LA EDUCACIÓN SUPERIOR APORTA EL MAYOR VALOR ECONÓMICO DEL SECTOR

La enseñanza superior se vislumbra como la actividad que mayor valor agregado bruto genera, alcanzando USD 1.818 millones en 2022, seguido por la educación primaria y la educación secundaria (Gráfico 3).

Gráfico 3

VAB por actividad

Esto se debe a que la educación superior requiere alta inversión en infraestructura, tecnología, personal altamente especializado y materiales de calidad. Además, la investigación y desarrollo que proviene de este nivel educativo añade un valor importante. La educación superior, al producir profesionales altamente calificados, demanda una inversión sustancial. Su peso en el VAB educativo destaca su papel fundamental en el sector, representando casi un tercio del total (31,4%).

GASTO DE CONSUMO FINAL 

La diferencia del destino del gasto del gobierno y los hogares durante el 2022 revela algunas implicaciones clave. La asignación del gobierno hacia la educación primaria (28,3%) denota su compromiso con la provisión de una base educativa universal, evidenciando el papel del Estado como garante de este derecho fundamental. En contraste, el notable énfasis de los hogares en la educación superior (49,2%) acentúa el peso financiero que recae sobre las familias para asegurar niveles educativos más elevados, evidenciando una necesidad de mayor acceso a instituciones públicas de educación superior para aliviar la carga económica. Sin embargo, este desbalance también plantea desafíos en términos de equidad y accesibilidad, particularmente para hogares de menores ingresos, a los que se les dificulta el pago de educación superior para sus familias, derivando en problemas de desigualdad, pobreza, entre otros (Gráfico 4).

 Gráfico 4

Gasto del consumo final del gobierno y de los hogares

EL GASTO EN REMUNERACIONES ES MAYOR EN LA ENSEÑANZA SUPERIOR

El análisis detallado de los gastos en el sector educativo revela tendencias significativas. Sorprendentemente, el sector de educación superior, a pesar de su importancia y nivel de especialización, asigna una proporción relativamente menor de su presupuesto a remuneraciones, con un 68,6%. Esto puede atribuirse a la inversión sustancial que requiere, no solo en términos de infraestructura y tecnología, sino también en investigación y desarrollo, lo que representa un 19,7% del gasto total. 

Por otro lado, el nivel de secundaria muestra una distribución de recursos diferente, con un fuerte énfasis en remuneraciones, que alcanzan un considerable 86,3%. Esto subraya la prioridad de invertir en el personal docente y administrativo de este nivel educativo, asegurando así la calidad y eficacia del proceso educativo. Además, se asigna un 7,7% a consumo intermedio y un 2,3% a inversiones (Gráfico 5).

Gráfico 5

Estructura de las erogaciones de la educación secundaria y superior

(*) Elaborado por Milena Escobar, analista económica Revista Gestión.

 

Last modified on 2023-11-07

Quiénes somos

GESTIÓN es una publicación digital producida y editada por la Consultora MULTIPLICA.

MULTIPLICA es una compañía de consultoría e investigación, fundada en enero de 1994. Su objetivo central es llevar adelante investigación aplicada en las áreas empresariales, macroeconómicas, finanzas y desarrollo.

Entre sus actividades específicas está la producción, investigación y análisis de información macroeconómica, sectorial y de coyuntura. Cuenta con un grupo de profesionales en las áreas de economía, finanzas, comunicación y ciencias sociales.