En la actualidad, el sobrepeso y la obesidad se han convertido en una preocupante realidad especialmente para las mujeres ecuatorianas, sobre todo para aquellas entre 45 y 69 años. Según los datos más recientes publicados por el Ministerio de Salud Pública (MSP) en el 2020, 8 de cada 10 mujeres en este grupo etario padecen esta condición, lo que pone de manifiesto la magnitud de esta problemática de salud pública en el país.
LA PREVALENCIA DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN ECUADOR
Según los datos proporcionados por el MSP, el sobrepeso y la obesidad afectan en mayor medida a las mujeres (67,4%) que a los hombres (59,7%) en Ecuador. Además, la obesidad es más frecuente en la población femenina, con un 30,9%, en comparación con el 20,3% en los hombres. Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de abordar esta problemática con estrategias específicas que tengan en cuenta las diferencias de género.
Por otro lado, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 (ENSANUT) revela que la obesidad en Ecuador inicia desde los primeros años de vida, con prevalencias de alrededor del 5% en niños de 5 a 11 años, siendo la población del sector urbano la más afectada. En adolescentes, la cifra de obesidad se ha reducido en un 7%, afectando a uno de cada cuatro.
Mientras que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para el 2023 detalla que seis de cada 10 ecuatorianos mayores de 18 años sufre sobrepeso. Las provincias con la tasa más alta es Galápagos, con siete de cada 10 personas; seguida de El Oro, con 6,9%; y Carchi, con 6,7%. Mientras que Napo, con 4,9%, y Chimborazo y Bolívar, con 5,3%, son las que tienen menos personas adultas con este problema (Gráfico 1).
Gráfico 1
Sobrepeso por provincia
El sobrepeso y la obesidad no solo afectan la calidad de vida de las personas, sino que también aumentan significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y problemas osteoarticulares. Estas condiciones de salud representan una carga tanto para las personas afectadas como para el sistema de salud, generando costos elevados y una mayor demanda de servicios especializados.
CAUSAS DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostiene que el sobrepeso “ha ido en aumento en muchos países, acelerado por niveles de actividad física cada vez más reducidos y por el consumo de alimentos ricos en grasas, azúcares añadidos o sal”. Según el organismo, estas malas prácticas no solo impactan a los niños, sino también a los adultos.
Además del sedentarismo, otros factores que contribuyen al sobrepeso y la obesidad incluyen:
- Malos hábitos alimentarios, como el consumo excesivo de alimentos procesados y bebidas azucaradas.
- Factores genéticos y metabólicos que pueden predisponer a algunas personas a ganar peso más fácilmente.
- Falta de educación y concientización sobre la importancia de una alimentación saludable y la actividad física regular.
EL SEDENTARISMO COMO FACTOR DE RIESGO
En ese sentido, según los datos revelados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) sobre el sedentarismo en Ecuador, la situación es alarmante, especialmente entre la población más joven. En 2023, a nivel nacional, el 77,8% de los niños y jóvenes entre 5 y 17 años presentaron una actividad física insuficiente. Si bien esta cifra representa una reducción de 10,2 puntos porcentuales respecto al año 2022, sigue siendo superior al 76% registrado en el año 2021. Estos datos sugieren que, a pesar de una ligera mejoría en el último año, la falta de actividad física sigue siendo un problema persistente en este grupo etario.
La actividad física insuficiente en edades tempranas puede tener consecuencias a largo plazo en la salud y el desarrollo de los niños y jóvenes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños y adolescentes de 5 a 17 años realicen al menos 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa para mantener una buena salud y un peso adecuado. La falta de actividad física en esta etapa de la vida puede contribuir al desarrollo de enfermedades (Gráfico 2).
Gráfico 2
Prevalencia de actividad física por edad
En cuanto a la población adulta, los datos del INEC muestran que 11,1% de las personas entre 18 y 69 años presentaron una actividad física insuficiente en 2023. Aunque este porcentaje es menor en comparación con el grupo de niños y jóvenes, sigue siendo preocupante. La falta de actividad física en adultos está asociada a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, así como a una menor calidad de vida y productividad laboral.
Un estudio publicado en “The Lancet Public Health” encontró que la actividad física insuficiente no solo aumenta el riesgo de enfermedades crónicas sino que también se asocia con una menor calidad de vida y una reducción en la productividad laboral, lo que sugiere la necesidad de políticas públicas que promuevan estilos de vida más activos.
PERFILES EN LOS QUE PREVALECE EL SEDENTARISMO
Asimismo, en el caso de los niños y jóvenes, se observa que el 71,5% de aquellos entre 5 y 11 años presentan una actividad física insuficiente, mientras que este porcentaje es del 84,8% para el grupo de 12 a 17 años. Además, la mediana de tiempo dedicado a comportamientos sedentarios durante un día normal es de 180 minutos para ambos subgrupos de edad.
En su artículo “Sedentarismo en niños y adolescentes en Ecuador”, Haydee Alvarado, Alexandra López y Verónica Vega señalan que, si bien el sedentarismo se asocia comúnmente con las personas de la tercera edad, este fenómeno se está trasladando gradualmente a las generaciones más jóvenes. Las autoras identifican el auge de las redes sociales, las medidas tomadas durante la pandemia del coronavirus y la escasa actividad física como las principales causas que contribuyen a esta situación preocupante.
En cuanto a los adultos, el 10,4% de las personas entre 18 y 29 años presentan una actividad física insuficiente, cifra que aumenta al 10,2% para el grupo de 30 a 44 años y al 12,5% para aquellos entre 45 y 69 años. La mediana de tiempo dedicado a comportamientos sedentarios durante un día normal es de 180 minutos para todos los subgrupos de edad en adultos. (Gráfico 3)
Gráfico 3
Prevalencia de actividad física por edad
Por otro lado, en niños y jóvenes, la prevalencia de actividad física insuficiente es mayor en el área urbana (84,8%) en comparación con el área rural (64,9%). En cuanto a la mediana de tiempo dedicado a comportamientos sedentarios, es de 180 minutos en el área urbana y 120 minutos en el área rural.
Mientras que, en adultos, la prevalencia de actividad física insuficiente es del 12,9% en el área urbana y del 6,7% en el área rural. La mediana de tiempo dedicado a comportamientos sedentarios es de 180 minutos tanto en el área urbana como en la rural (Gráfico 4).
Gráfico 4
Prevalencia de actividad física por zona
El sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo representan desafíos crecientes para la salud pública en Ecuador, con una prevalencia alarmante, especialmente entre las mujeres de mediana edad y en las zonas urbanas. Los datos analizados muestran que estas problemáticas inician desde los primeros años de vida y afectan a una proporción significativa de la población adulta, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles y generando una carga para el sistema de salud.
Las causas de esta situación son multifactoriales, destacándose la falta de actividad física, el consumo de alimentos poco saludables y los entornos que promueven estilos de vida sedentarios. Para abordar esta realidad, es fundamental implementar estrategias integrales que involucren a todos los sectores de la sociedad, promoviendo la actividad física regular, una alimentación equilibrada y la creación de entornos que faciliten la adopción de hábitos saludables. Solo a través de un esfuerzo coordinado y sostenido, que tenga en cuenta las diferencias de género, edad y área de residencia, podremos avanzar hacia una sociedad más saludable y construir un futuro en el que todas las personas tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial de bienestar.