Los regímenes autoritarios tienen muchas caras. Pueden ser de partido, unipersonales, militares, de Gobiernos que concentraron el poder o estar marcados por la guerra. La mayoría están África subsahariana, pero los más cerrados, como el norcoreano, están en Asia.
Más de un tercio de la población mundial vive bajo regímenes autoritarios. Son 59 países donde no se respetan las libertades, ni hay separación de poderes, los Gobiernos no son democráticos, hay poca o nula libertad de prensa y la cultura política es escasa o está aplastada. Hay veintiuno en África subsahariana, dieciocho en Oriente Próximo y el norte de África, catorce en Asia, cuatro en América Latina y el Caribe (Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití, como Estado colapsado) y dos en Europa (Rusia y Bielorrusia).
Los anteriores son datos del índice de democracia de Economist Intelligence Unit, compañía asociada a The Economist. Esta evaluación anual del estado de la democracia clasifica 167 países a partir de cinco categorías que califica de cero a diez: proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del Ejecutivo, participación política, cultura política y libertades civiles. Con estos criterios, los divide en cuatro tipos de regímenes: regímenes autoritarios, regímenes híbridos, democracias defectuosas y democracias plenas.
Estos son los diez países menos democráticos del mundo según el informe sobre 2023:
EL TOP 3
1. Afganistán (0,3/10). Con la retirada de las tropas estadounidenses en 2021, los talibanes retomaron el poder en el país, ahora llamado Emirato Islámico de Afganistán. El régimen talibán se ha impuesto especialmente sobre los derechos de las mujeres. Según ha denunciado Amnistía Internacional, les vetó el acceso a la educación, limitó su trabajo al hogar, les obliga a ir cubiertas de pies a cabeza, cerró los salones de belleza donde socializaban y les prohibió salir de casa sin un familiar hombre, entre otras medidas.
2. Myanmar (0,8/10). El golpe de Estado en 2021 contra Aung San Suu Kyi instauró en el poder a una junta militar encabezada por Min Aung Hlaing. Desde entonces, la dictadura birmana ha violado sistemáticamente los derechos humanos y ha mantenido el apartheid de su antecesora contra la población rohinyá, según recoge Human Rights Watch. Entretanto, el país ha continuado su historial de inestabilidad, en este caso con el Ejército reprimiendo a la población y a los grupos armados opositores.
3. Corea del Norte (1,1/10). El régimen norcoreano ha controlado y reprimido a la población a partir del fin de la guerra de Corea en 1953. Desde diciembre de 2011 lo encabeza Kim Jong-un, hijo y nieto de los líderes supremos anteriores, Kim Jong-il y Kim Il-sung. El país también se ha mantenido aislado y hermético a nivel internacional. Las medidas restrictivas aumentaron todavía más a raíz de la pandemia de la covid-19, mientras que el Gobierno prioriza el desarrollo de armamento como misiles balísticos.
ÁFRICA, ORIENTE PRÓXIMO Y ASIA CENTRAL
4. República Centroafricana (1,2/10). La población de este país no vive bajo una dictadura, sino de la guerra entre el Ejército y la coalición rebelde Seleka desde 2012. Hasta ahora ha dejado miles de muertos, más de un millón de desplazados y un territorio fragmentado. El presidente Faustin-Archange Touadéra, en el cargo desde 2016, ya no cuenta con el apoyo militar francés sino con mercenarios rusos, que según la Comisión de Derechos Humanos de las ONU también han cometido violaciones de derechos humanos.
5. Siria (1,4/10). El régimen de Bashar al Asad se ha consolidado durante la guerra civil siria contra los grupos rebeldes, Dáesh y los kurdos, que ha provocado la mayor crisis de refugiados del mundo. También se ha vuelto un narco-Estado con la exportación de captagón liderada por familiares del dictador. Esta doble fortaleza acercó a Siria para negociar su reingreso a la Liga Árabe con los países de la región a cambio de reducir el tráfico de captagón, que sin embargo se ha mantenido junto con la represión interna.
6. Turkmenistán (1,7/10). El Gobierno turkmeno es el más totalitario de Asia Central y encabeza “uno de los regímenes más herméticos, cerrados y autoritarios del mundo”, recoge el informe de The Economist. Saparmurat Niyázov lideró el país desde 1985, durante los últimos años de la Unión Soviética, hasta su muerte en 2006. El testigo lo tomó Gurbangulí Berdimujamédov, que impuso el culto a su personalidad, igual que su antecesor. En 2022 le heredó el poder a su hijo Serdar, quien ha sostenido la mano dura.
AFERRARSE AL PODER
7. Chad (1,7/10). Mahamat Déby Itno gobierna este país del Sahel desde 2021. El Ejército dio un autogolpe para posesionarlo tras la muerte en combate de su padre, el dictador Idriss Déby, contra los rebeldes del norte. Con la dinastía familiar aislada ante la ola golpista en la región, el informe resalta que “al menos cincuenta personas fueron detenidas en vísperas de un referéndum constitucional en diciembre de 2023, mientras el Gobierno militar intentaba debilitar a la oposición”. También con “cortes de internet”.
8. República Democrática del Congo (1,7/10). La historia de este país ha estado marcada por los conflictos armados internos y la “maldición de los recursos”. La posesión de minerales clave para el desarrollo económico y tecnológico, como el cobalto para los móviles, ha propiciado junto con Gobiernos corruptos y empresas y potencias extranjeras una economía extractiva que no respeta los derechos humanos. El presidente Félix Tshisekedi fue reelegido en 2023 entre acusaciones de fraude y censura.
9. Laos (1,7/10). La República Popular de Laos se proclamó en 1975 y desde entonces el Partido Popular Revolucionario mantiene el monopolio del poder, ratificado en la Constitución de 1991. Se trata de un sistema de gobierno unitario que ha dado paso a un capitalismo de Estado. De acuerdo con el Departamento de Estado estadounidense, los abusos del régimen laosiano han ido desde la propia concentración del poder hasta la detención arbitraria y la falta de libertad de expresión y de asociación.
10. Sudán (1,8/10). El índice de democracia incluye a este país en la región de Oriente Próximo y el norte de África, donde fue el que más retrocedió respecto a 2022. El estallido de una nueva guerra civil en 2023, en este caso entre las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares, “ha puesto en peligro las esperanzas de una transición democrática tras el derrocamiento en 2019 del exdictador Omar al Bashir aún más lejos de su alcance”, destaca el informe. Más aún con la cancelación de las elecciones de julio.