Si bien el Ecuador tiene otra carta de presentación frente al inversionista extranjero, aún hay nudos no desatados por las decisiones tomadas en el gobierno del expresidente Rafael Correa. Las previsiones de la producción son difíciles de alcanzar, por la falta de capitales y la necesidad de tecnificar al sector.
El presidente Lenín Moreno se muestra optimista en lo referente al crecimiento del sector petrolero, durante los dos años que le restan a su Gobierno. Para sustentar su posición, durante el Informe a la Nación realizado el pasado 24 de mayo anunció que se han logrado inversiones por $ 1.400 millones, que se añaden a los $ 1.900 millones ya comprometidos gracias a la firma de contratos que reactivarán al sector.
Además, indicó que en la XII Ronda Petrolera, siete de ocho bloques recibieron ofertas de inversión por $ 370 millones para exploración y $ 800 millones más para desarrollo. También se han renegociado $ 900 millones en contratos “con grandes ventajas para el país”. Y, por último, a decir de Moreno, el Ecuador ha emprendido el más importante desarrollo petrolero de las últimas tres décadas, con la explotación del Bloque 43, que está en la zona del Yasuní, cuya producción se estima será de $ 5.000 millones hasta el 2021.
El ministro de Energía y Recursos Naturales No renovables, Carlos Pérez, afirmó el 9 de mayo de este año que Ecuador ha logrado una inversión privada por $ 2.383 millones para el desarrollo petrolero en las rondas Oil & Gas, Campos Menores, Enap-Sipec y otras.
Sobre la XII Ronda Petrolera Intracampos, mencionada por Moreno, Pérez confirma que se prevé una inversión de $ 1.170 millones para el desarrollo de bloques ubicados en Sucumbíos, que permitirían al Ecuador retomar la exploración hidrocarburífera, en 27 pozos, para identificar nuevas reservas de petróleo que garanticen la producción a largo plazo. Se estima que para 2024, los Intracampos aporten con alrededor de 18.000 barriles por día a la producción nacional.
Sin embargo, aún hay temas pendientes. Por citar un ejemplo, una fuente del sector petrolero, que prefiere guardar reserva, considera que hay una política petrolera diferente a la que se manejaba durante el gobierno del expresidente Rafael Correa. Hoy se menciona que se desea atraer mayores inversiones de las empresas privadas; se han licitado varios campos menores, varios intracampos y se ha establecido nuevamente para estos últimos, un tipo de contrato de participación en la producción, en lugar de continuar con el contrato de servicios. Sin embargo, estas muestras de cambio no son suficientes para atraer inversiones importantes o para aumentar la producción petrolera nacional.
Pero hay algo clave, los contratos de inversión deben contar con cláusulas de estabilidad jurídica y estabilidad fiscal así como la cláusula de arbitraje internacional. Se deben cambiar las reglas de juego y mantenerlas durante su duración. Ecuador puede mantener y mejorar los incentivos para nuevas inversiones, por ejemplo eliminar el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), aranceles para importaciones de bienes necesarios para el proyecto, etc.
René Ortiz, exministro de Energía y Minas y exsecretario General de la OPEP, considera que si bien el Ejecutivo al momento tiene que atender varios problemas pendientes, ha emitido “señales pequeñas” en lo referente a la industria petrolera. Su argumento se basa al decir que, por ejemplo, se está trabajando en campos menores (producción de 70 y 100 barriles diarios) o los intracampos (500 barriles diarios). Pero se requiere atención en aquellos grandes como Sacha, donde “la industria petrolera es de capital intensivo, invertir dinero, para obtener dinero”.
¿Qué hacer entonces? A decir de Ortiz, el gobierno de Moreno debe actuar con cautela y seleccionar a aquellos grandes y experimentados inversionistas. El campo Sacha produce aproximadamente 70 mil barriles diarios y puede, incluso, llegar a producir 100 mil. Es clave, una correcta selección para cumplir con los objetivos planteados.
Otro tema importante que se debe atender como prioritario son las normas establecidas para ejecutar un proyecto petrolero. El Production Sharing Contract (PSC) fue “desechado” por el anterior gobierno ecuatoriano, hoy el Presidente Lenín Moreno lo ha retomado para atraer inversión a los campos grandes, ya que tiene sobre sus espaldas deudas a pagar. El PSC es el contrato, mediante el cual el contratista asume todos los riesgos de exploración, los costos de producción y desarrollo, a cambio del beneficio que recibe de la producción resultante.
Hay que tener presente, recuerda el experto, que se requiere, a más de inversión, un gran desarrollo tecnológico. “¿Se han preguntado si Petroecuador puede desarrollarlo? No, porque no cuenta con los recursos, por tanto la solución sería delegar proyectos al sector privado y que ellos corran el riesgo del precio del crudo”.
La explotación del Bloque 43 del ITT, en el Yasuní, fue positiva a los ojos de Ortiz y de la fuente mencionada líneas arriba. Esta última, indica que este proyecto ayudó a mantener el volumen total de producción nacional (530.000 barriles diarios) durante los últimos dos años y demostró que se puede hacer una explotación, priorizando el manejo ambiental, con tecnología de punta, respetando a las comunidades cercanas.
Este momento de expectativa nacional por la nueva manera en la que el Gobierno mira la producción petrolera, coincide con un momento de cierta estabilidad del precio del crudo a nivel mundial. El precio del petróleo, según estimaciones de varias empresas especializadas, se mantendrá entre $ 50 y 60 por barril para el crudo marcador WTI (West Texas Intermediate) y algo similar para el precio del crudo Oriente de Ecuador. Esto quiere decir que si bien el país no gozará de precios tan altos como hace seis años, hablar de un crudo sobre los $ 50 no es algo desfavorable.
Precisamente, en lo referente a lo económico, Daniel Baquero, investigador de CORDES, considera que sí existe un panorama más atractivo para la inversión petrolera desde la designación del actual Ministro del sector. “El hecho de que Carlos Pérez esté al frente ya le dio un mensaje a los inversionistas extranjeros, ya que es un funcionario que se desarrolló en el sector privado. Lo importante para el Ejecutivo es evitar los retrasos en los pagos a las empresas petroleras, uno de los problemas que hubo con el expresidente Correa”.
Sin embargo, considera muy difícil alcanzar las metas de producción planteadas hasta el 2022, ya que no existen los factores externos (demanda de crudo) y, por el lado interno, tampoco el país “tiene las capacidades técnicas para las meta planteada” (ver cuadros). Es decir, en los próximos meses se comprobará si las proyecciones del presidente Moreno en su Informe a la Nación fueron demasiado optimistas.
A continuación se detalla cifras importantes proporcionadas por Baquero, sobre la base de información de los ministerios de Energía y Recursos Naturales No Renovables y de Economía y Finanzas.
Cuadro 1
Producción fiscalizada promedio de crudo diario
** Proyecciones futuras
Cuadro 2
Precio del crudo
** Proyecciones futuras
(*) María Fernanda Arauz es periodista con 20 años de experiencia en productos impresos. Actual colaboradora de revistas reconocidas a nivel nacional e internacional, como Nuestro Mundo Air Magazine y Siente Tame Magazine. También escribe temas de economía, finanzas, minas y petróleo para SmartLifting Solutions. Entre su experiencia laboral, ha sido periodista de Diario Hoy, Diario Expreso y Diario El Comercio, Journal Oil & Power (periódico especializado en petróleos), entre otros.
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Last modified on 2019-07-19