El código abierto ha sido el aliado perfecto para los distintos sectores de la economía durante la pandemia del COVID-19. Pues ha permitido que los desarrollos surjan de manera más rápida, corrigiendo, anticipando y aprovechando el software disponible, aportando a las mejoras que pueda tener. Para las personas con discapacidad o los adultos mayores, existen herramientas como los asistentes virtuales, que permiten mediante comandos de voz, lecturas de pantalla o software de contraste de pantalla indicar lo que aparece en el comercio y apoyar la compra. Sin embargo, uno de los desafíos más grandes que tienen las empresas al momento de implementar el comercio electrónico en sus ventas, es el sistema de seguridad que va a blindar los datos de seguridad de los clientes como el número de la tarjeta de crédito, el código de seguridad y el ID de los usuarios.
El software libre que se descarga de internet no cuenta con un soporte de seguridad. Suscripciones a software de código abierto como el de Red Hat, contienen una versión que provee parches de seguridad y vigila constantemente el sistema, con el fin de identificar posibles retos de seguridad para que las compañías no tengan que hacerlo de manera individual. Con la coyuntura que está viviendo el mundo, el comercio está retado a dar a los clientes una solución rápida para seguir en el mercado y atender cada una de las necesidades de los consumidores. Para seguir en este contacto, es necesario que las compañías utilicen el servicio de nubes para implementar el código abierto en sus procesos. Adicional al uso de la tecnología open source, las redes sociales permiten que los productos estén visibles para que los usuarios hagan sus compras a través de canales electrónicos, facilitando su compra y entrega, sobretodo en momentos en que las condiciones de menos contacto son necesarias y vitales para reducir la propagación del virus.
Last modified on 2020-05-22