Cuando hablamos de un mundo equitativo pensamos en la posibilidad de que todos los habitantes cuenten con una vida digna, saludable y con acceso a todos los servicios y necesidades básicas. Sin embargo, esta realidad no ocurre y en Ecuador encontramos familias que no cuentan con ninguno de estos elementos. Una de estas poblaciones es Canchimalero, una comunidad de la isla Limones, en Esmeraldas, a la que solo se accede por vía fluvial. Aquí viven 300 personas afroecuatorianas dedicadas a la pesca artesanal, la recolección de mariscos y el cultivo de coco.
El agua para consumo proviene de la cabecera parroquial, la reciben a través de una manguera dos horas por día, en el mejor de los casos. El agua es “potable” pero de pésima calidad que incluso tiene presencia de coliformes fecales. No tienen alcantarillado, únicamente cuatro familias cuentan con servicios higiénicos, pero su descarga se hace directamente al manglar. El resto de la comunidad realiza sus necesidades biológicas en el campo o en el mar.
Frente a esta realidad, la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Las Américas (UDLA) efectúa el proyecto de vinculación “Ambiente Saludable en la Comunidad Canchimalero” en el que han participado, desde el 2019, 7 docentes y 75 estudiantes. A través de esta iniciativa se busca que la población pueda acceder a agua limpia y apta para el consumo humano, además de contar con el tratamiento de excretas y manejo de residuos sólidos en la localidad.
Last modified on 2020-08-11