Cada vez son más las personas que se enfrentan a problemas de salud mental a lo largo de su vida y muchos de ellos se producen en el trabajo. Las personas tienen que lidiar más frecuentemente con exigencias en múltiples frentes y al mismo tiempo, lo que ha llevado a un aumento afecciones como el agotamiento, la depresión y la ansiedad, entre otras. De hecho, según indica el Foro Económico Mundial en Davos, para 2030, el costo de la crisis de salud mental para la economía mundial podría alcanzar los 16 billones de dólares.
Los desafíos de la pandemia actual han sacado a relucir la problemática de la salud mental y han animado a las empresas y a sus equipos de recursos humanos (RRHH) a tomar medidas para apoyar el bienestar mental de sus empleados. Pero esto no ha sido suficiente. Es necesario hacer más para mejorar la salud mental, especialmente la de los hombres.
Ha habido una mejora sustancial por parte de la sociedad a la hora de hablar de la salud mental masculina. Gracias a campañas como Movember, el estigma asociado a los trastornos mentales de los hombres se ha reducido. Si bien existen tendencias alentadoras, aún queda mucho camino por recorrer. El 43% de los hombres admiten sentirse preocupados o decaídos de forma habitual, pero son menos propensos a recibir apoyo en materia de salud mental en comparación con las mujeres.
Esto los lleva a optar por mecanismos de afrontamiento inadaptados en los que se guardan sus luchas para sí mismos en lugar de buscar ayuda profesional. En consecuencia, alrededor del 79% de los suicidios en las Américas son cometidos por hombres, quienes, además, son tres veces más propensos a morir por suicidio que las mujeres.
Las empresas deben hacer más para apoyar a los hombres y animarlos a hablar y buscar ayuda. Es más fácil decirlo que hacerlo, es cierto, pero es posible poner en marcha algunas medidas para cambiar el statu quo y crear un entorno más solidario y seguro en el que los hombres se sientan más cómodos compartiendo sus problemas de salud mental.
ABRIR LA CONVERSACIÓN
A menudo se les pregunta a las mujeres cómo se sienten en el trabajo y son más propensas a hablar de sus luchas personales. Los hombres, por el contrario, suelen evitar hablar abiertamente de sus asuntos personales. Suelen recibir menos apoyo y muchos todavía sienten que hay un estigma en torno a los problemas de salud mental, por lo que simplemente son menos propensos a pedir ayuda.
Pueden tener miedo de que al reconocer los problemas de salud mental se les considere débiles, atentando contra el estereotipo de que los hombres son siempre fuertes. Los estereotipos de género que existen desde hace cientos de años han llevado a los hombres a aprender a ocultar más sus emociones que las mujeres. A causa de esto, hoy lidian con sus problemas de salud mental de forma inadecuada, recurriendo al alcohol y a las drogas. Por tanto, es importante que las organizaciones cambien esta dinámica y transmitan claramente el mensaje de que no estar bien está bien y que los problemas de salud mental no son un sinónimo de fracaso o debilidad. Los directivos deben predicar con el ejemplo y preguntar a los hombres cómo se encuentran, animarlos a hablar y compartir los problemas que puedan tener.
DÍAS POR SALUD MENTAL
El aumento de la carga de trabajo, el estrés y la presión social de “seguir adelante” repercuten negativamente en la salud mental de los empleados. En algunos países, como Australia, algunas empresas han introducido un “permiso por salud mental” en el que se anima a los empleados a tomarse días libres siempre que lo necesiten, sin tener que dar explicaciones. Tal vez sería mejor cambiar el nombre a “día libre personal” para reducir el estigma, pero el hecho de que este día exista es claramente un paso en la dirección correcta. Algún tipo de día libre, en el que la gente no tenga que explicar por qué se ausenta, sería una gran medida para ayudar a aquellos que estén teniendo dificultades.
Una forma de concientizar y normalizar los problemas de salud mental como parte de un lugar de trabajo inclusivo es celebrar el Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre). Otra manera de desmitificar los problemas de salud mental es a través de concursos de preguntas y respuestas sobre la temática. También es una oportunidad para compartir información sobre los recursos disponibles con aquellos que pueden estar luchando con estos problemas, pero no lo reconocen o no saben cómo obtener ayuda y a qué tipo de apoyo pueden acceder.
APOYO ANÓNIMO
Los hombres son más propensos a buscar apoyo online y anónimo. Por lo tanto, los programas de asistencia a los empleados (EAP), en los que se ofrece asesoramiento y ayuda profesional de forma anónima por teléfono o en línea, son útiles para llegar a aquellos hombres que, de lo contrario, se quedarían en silencio y afrontarían sus problemas de salud mental de forma inadecuada.
CULTURA DE EMPRESA
Las culturas machistas en el lugar de trabajo pueden llevar a problemas de salud mental. Como resultado de un entorno cada vez más competitivo, se espera que muchos empleados respondan a los emails y atiendan las llamadas relacionadas con el trabajo por la noche y durante el fin de semana, excediendo la carga de trabajo estipulada en sus contratos. Muchas veces los empleados sienten que no pueden negarse o poner en tela de juicio esta situación por miedo a parecer débiles o a perder un posible futuro ascenso.
Sin embargo, es posible cambiar esta cultura laboral. RRHH debe recordar regularmente a los empleados que no están obligados a responder a las llamadas o emails relacionados con el trabajo fuera del horario de oficina. En entornos muy intensos, pueden permitirse las siestas en el trabajo y proporcionar instalaciones deportivas y actividades como el yoga, los ejercicios de respiración o la meditación.
Aunque la mala salud mental puede afectar a cualquiera, independientemente de la edad, el sexo o el estatus, los hombres, especialmente los que trabajan en entornos competitivos y tienen muchas responsabilidades, tienden a luchar más que otros para hablar y pedir ayuda y apoyo.
Es importante que las organizaciones sean conscientes de ello y adopten medidas que ayuden a mejorar el bienestar psicológico de los hombres y el equilibrio entre la vida laboral y personal. Las organizaciones deben crear un espacio seguro en el que los individuos puedan hablar abiertamente de los retos a los que se enfrentan, de manera que se pueda encontrar una solución que sea beneficiosa para todos.
(*) Profesora de Audencia.
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Last modified on 2021-12-28