Los resultados de la Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo para junio de 2019 indican que la pobreza ha incrementado en 1% con relación al año pasado, afectando a 25,5% de la población ecuatoriana, mientras que la pobreza extrema creció en 0,5%, incidiendo en 9,5% de los habitantes. Estos son los resultados más altos de los últimos cinco años. La falta de ingresos es más común en la zona rural, con 43,8%, mientras en el sector urbano llega a 16,8%. En este aspecto, Quito y Machala se encuentran entre las ciudades con mayores problemas de pobreza, pues esta condición alcanza a casi 12% de sus habitantes.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) publica trimestralmente los resultados de la Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) donde también constan las estadísticas referentes a pobreza, que se constituye en una herramienta básica para la planificación, evaluación, seguimiento y diseño de políticas sociales. La Enemdu se realiza en 17.066 hogares a nivel nacional, con la finalidad de conocer la calidad de empleo e ingresos de las familias.
El método más utilizado para medir la pobreza en el Ecuador se basa en los ingresos, pues su ausencia puede privar a una persona de alcanzar un nivel mínimo de vida. Según la metodología del INEC, los pobres son aquellos cuyo ingreso per cápita mensual es inferior al de la línea de pobreza -nivel de ingreso mínimo disponible que necesita un individuo-, que para junio del 2019 se estableció en $ 85,03 y la pobreza extrema en $ 47,92. Al momento se registra la pobreza y pobreza extrema más alta de los últimos cinco años, que incide en 25,5% y 9,5% de la población, respectivamente. En 2015 se evidenciaron las cifras más bajas en referencia a la pobreza, con 22% y 7,4% para la extrema (Gráfico 1).
Gráfico 1
Pobreza y pobreza extrema Nacional
POR CADA 10 POBRES EN LAS CIUDADES, HAY 26 EN LAS RURALIDADES
Cuando analizamos la pobreza desde un punto de vista sectorial, la mayoría se concentra en las zonas rurales, pues para el segundo trimestre de 2019 la pobreza rural llegó a 43,8%, mientras que la urbana a 16,8%; esto se traduce en que la situación afecta a los campesinos en alrededor de 2,6 veces más en comparación con quienes residen en las urbes (Gráfico 2). La situación de la pobreza en ambos sectores también es la peor de la última media década, pues hace cinco años la situación de bajos ingresos en las urbes afectaba a 14,4% de la población, mientras que en el aspecto rural era de 38%.
Gráfico 2
Pobreza urbana y rural
Esto se puede explicar principalmente por la percepción de los ingresos, pues las familias rurales se dedican en mayor parte al cultivo de diferentes alimentos, los cuales le sirven para el autoconsumo. Sucede similar con la vivienda, en la mayoría de los casos son propietarios de sus predios y hogares –aunque no siempre se encuentran en las mejores condiciones- por lo que no incurren en este tipo de gastos como las familias urbanas, quienes sí perciben una mayor necesidad de efectivo. Además, hay que tener en cuenta que las actividades que se realizan en el campo – a pequeña escala- son menos rentables que las que se realizan en las ciudades, por lo que los salarios también serán menores.
LA POBREZA AFECTA MÁS A HOMBRES INDÍGENAS QUE SE TRABAJAN COMO JORNALEROS
De acuerdo con el INEC y la categorización de la pobreza según las condiciones del jefe de hogar, la pobreza por ingresos a nivel nacional es más frecuente en hombres –afecta al 21,1% de los mismos-, que se autodenominan indígenas (43,4%) y se desenvuelven en la categoría de ocupación como jornaleros o peones (37,6%), esto quiere decir que realizan trabajos diarios, generalmente relacionados con el ámbito agrícola. El costo del jornal varía de acuerdo con las zonas, en algunas es mayor a $ 20 y en otras es menor a $ 12, todo depende de la disponibilidad de mano de obra y del tipo de cultivo; cabe recalcar que esta modalidad de trabajo es considerada dentro del subempleo, pues no se mantienen relaciones formales entre el empleador y el empleado (Tabla 1).
Tabla 1
Caracterización del jefe de hogar pobre
QUITO Y MACHALA EN LAS PEORES CONDICIONES
Ahora bien, pese a que la problemática de la pobreza es más severa en las zonas rurales, las principales ciudades del Ecuador también son focos de atención; por ejemplo, Quito y Machala mantienen la pobreza por ingresos más alta, con 11,9%, seguidas de Guayaquil, con 8,4%, mientras que Cuenca tiene solo a 4,4% de su población en situación de pocos ingresos. La pobreza extrema, asimismo, afecta a Quito y Machala en mayor escala, con 3,6% y 3,7%, respectivamente. Guayaquil y Cuenca tienen los menores pesos relativos con tan solo 1,1% y 0,5%, respectivamente (Gráfico 3).
Gráfico 3
Pobreza por ciudades
Las condiciones sociales son un reflejo de la situación económica del país. El incremento de la pobreza corresponde a una desaceleración de la producción, del consumo y, paralelamente, una reducción de la participación del Estado. Los despidos de burócratas y tecnócratas en lo que va del año, como parte de la estrategia de ajuste de las finanzas públicas, sin duda tienen una relación con la severidad de la pobreza.
Por: Eduardo Cobos, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2019-07-21