Para 2023, el 63,24% de los hogares considera que sus niveles de consumo se mantendrán sin ningún cambio en la mayoría de las divisiones. Esto se debe a que los ingresos de las familias no presentarán variaciones y la inflación anual contrarrestará el incremento del salario básico unificado. Además, solo 5,4% de los trabajadores se beneficiará del aumento en sus remuneraciones. Esto significa que un bajo porcentaje de la población podrá conservar su gasto en bienes y servicios básicos sin grandes dificultades. Por el contrario, gran parte de las familias enfrentarán dificultades económicas para cubrir sus niveles mínimos de bienestar en el 2023.
LOS HOGARES CONSIDERAN QUE SU CONSUMO NO CAMBIARÁ ESTE AÑO
Según el INEC, en diciembre de 2022, el 68,75% de hogares esperaba que su situación económica se mantenga igual en el primer trimestre del 2023. A su vez, 22,28% manifestó expectativas negativas y solo 8,97% aseguró que sus condiciones serán mejores.
Dichas cifras están relacionadas con el consumo, puesto que las expectativas sobre el ingreso de las familias inciden en su nivel de gasto en bienes y servicios a futuro. Por tales motivos, se evidencia una tendencia similar en tal indicador, donde el 63,24%, el 30,32% y el 6,44% de los hogares espera que su consumo sea igual, menor o mayor, respectivamente (Gráfico 1).
Gráfico 1
Expectativas de los hogares para el primer trimestre del 2023
Otro de los factores que influye en el consumo son las perspectivas de los hogares con respecto a los precios. En este caso, el 73% de las familias espera que los precios aumenten en el 2023, el 24% cree que no habrá variaciones y el 4% considera que disminuirá, según lo plantea la consultora Oikonomics. No obstante, la mayoría de los hogares siente que sus niveles de consumo serán igual al año pasado. Esto podría significar que las personas prefieren mantener su nivel de consumo presente, dado que los precios aumentarán y se reducirá su capacidad adquisitiva en el futuro.
Nuevamente, las perspectivas del consumo mantienen la misma tendencia ante el aumento del Salario Básico Unificado (SBU). En este sentido, 66% de hogares siente que un incremento en la remuneración laboral no influye en su gasto de bienes y servicios. A la par, el 22% de familias considera que el aumento del salario básico elevará su nivel de consumo, mientras que el 11% cree que disminuirá (Gráfico 2).
Este hecho puede estar relacionado con la inflación anual del año pasado, debido a que el aumento en los precios entre el 3% y 4% contrarresta de manera significativa el incremento del 5,88% en el salario básico. Además, únicamente el 5,4% de los trabajadores perciben este aumento en su remuneración (Primicias, 2021).
Gráfico 2
Efecto del aumento del SBU en el consumo de los hogares
En los datos presentados se evidencia que el aumento del salario básico tiene un efecto limitado en el ingreso y el consumo de los hogares. Inclusive, las perspectivas de las familias sobre un incremento en sus remuneraciones laborales podrían mantenerse si la inflación y el precio de los principales bienes y servicios de consumo continúan creciendo en cada año.
Dicho efecto también se espera ante el aumento del valor de las canastas básica y vital, puesto que un mayor salario básico solo permitirá que una cantidad reducida de hogares mantengan sus niveles de gasto, mientras que la mayoría tendrá más dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
MANTENER EL NIVELE DE CONSUMO DE LOS HOGARES SERÁ MÁS DIFÍCIL EN EL 2023
De acuerdo con la consultora Oikonomics, los patrones de consumo de los hogares serán iguales en el 2023, ya que las familias mantendrán su nivel de gasto en productos de cuidado personal, alimentos, vestimenta y bebidas no alcohólicas.
Sin embargo, la mayoría de personas espera que el precio de dichos bienes se incremente en este año y su consumo se mantenga sin ningún cambio. Esto significa que el consumo no cambiará ante la inflación, debido a que los hogares intentarán adquirir la misma cantidad de productos que les permiten cubrir sus necesidades básicas. Para esto, las familias usarán un mayor porcentaje de sus ingresos, diferirán sus pagos o accederán a bienes de menor calidad.
Al desagregar la inflación anual de enero del 2023, se observa un aumento general en los precios de los bienes y servicios (alimentos y bebidas no alcohólicas, educación, salud) que permiten a los hogares alcanzar un estándar mínimo de bienestar (Gráfico 3).
De nuevo, se evidencia que la inflación contrarresta el efecto del incremento del salario básico solo para el 5,4% de empleados familias que perciben este aumento. Por consiguiente, la mayoría de los hogares deberá hacer grandes esfuerzos económicos durante el próximo año para acceder a productos básicos que les permiten vivir adecuadamente.
Gráfico 3
Inflación anual según divisiones de bienes y servicios
Finalmente, las expectativas de los hogares para mantener su consumo están guiadas por sus perspectivas negativas en indicadores como la inflación y los ingresos. Además, las familias son conscientes de que el incremento en el salario básico tiene un impacto reducido en su bienestar. Para que las personas perciban un aumento en sus remuneraciones laborales, se necesita que un mayor porcentaje de trabajadores cuenten con un empleo pleno y no se encuentren en la informalidad. Estas deben ser las prioridades del gobierno durante el 2023.
(*) Gabriela Andrade, analista económica Revista Gestión.
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Last modified on 2023-02-13