Durante el 2021, el sector agropecuario contribuyó en 8% al PIB nacional y alcanzó los $ 5.491 millones. Dichas actividades productivas representaron el 22,2% y 34,6% de las exportaciones totales y no petroleras, respectivamente. Asimismo, las actividades agropecuarias concentraron el 29% del empleo nacional y generaron 2’338.890 plazas laborales para noviembre del 2022. A pesar de que la ruralidad es la responsable de sacar adelante estas actividades, quienes residen en estas zonas no cuentan con las condiciones de vida adecuadas ni los ingresos suficientes para vivir dignamente.
PARTICIPACIÓN DEL SECTOR AGROPECUARIO EN EL PIB Y LAS EXPORTACIONES
Según los datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, el sector agropecuario representó el 8% del PIB nacional en el 2021. Su valor agregado bruto (VAB) alcanzó los $ 5.491 millones y se incrementó anualmente en 0,4% durante el 2021. Por otro lado, el VAB de la agroindustria tuvo una participación del 40% en la producción industrial y fue equivalente a $3.146 millones durante el 2020. Por lo tanto, la ganadería y la agricultura influyen de forma importante en las variaciones positivas o negativas del crecimiento y desarrollo del Ecuador.
Desde enero hasta octubre del 2022, el sector agropecuario también presentó una alta participación en el comercio internacional, dado que conformó el 22,2% y 34,6% de las exportaciones totales y no petroleras, respectivamente.
Durante este período, el total de exportaciones agropecuarias alcanzó los $ 6.104 millones y los principales productos vendidos en mercados internacionales fueron: banano, cacao en grano, rosas, entre otros (Tabla 1). Incluso, la balanza comercial de la agricultura y la ganadería fue positiva y registró un excedente de $ 2.073 millones.
Tabla 1
Principales productos agropecuarios de exportación
SUPERFICIE SEMBRADA Y PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
De acuerdo con los datos del INEC, la superficie sembrada en país fue de 2’382.281 hectáreas en el 2021 y se redujo en 12% a lo largo de 10 años. En contraste, la producción agrícola nacional alcanzó 26’529.095 toneladas en 2021 y presentó un incremento de 23% desde el 2011. De tal forma, la cantidad de productos cosechados aumentó a pesar de que la superficie sembrada disminuyó durante este período (Tabla 2). Por consiguiente, existe un aumento de eficiencia en la producción agrícola debido a un mayor rendimiento en los cultivos.
Tabla 2
Superficie y producción agrícola
Gran parte de las familias rurales que cuentan con áreas de terreno disponibles para diferentes usos prefieren destinar ese espacio a la agricultura. Asimismo, dicho sector permite que los hogares generen los ingresos necesarios para su subsistencia. Por ello, los principales cultivos coinciden con los productos agrícolas más exportados, como el banano, café, cacao, palma aceitera, maíz, entre otros, y representan alrededor del 89% de la superficie nacional sembrada con cultivos permanentes y transitorios (INEC, 2022).
Un gran número de hogares rurales obtienen sus ingresos de actividades agropecuarias para el consumo nacional y la producción de los principales productos no petroleros de exportación. No obstante, dichas familias suelen se remuneradas de forma injusta debido a la especulación de precios y a los márgenes de ganancia de los intermediarios. Esto significa que los productores reciben ganancias mínimas por su trabajo, mientras que los comerciantes obtienen altos réditos económicos
Según el INEC, se evidencia un aumento en el índice de brechas de intermediación (IBRE-I), que mide la brecha entre el índice de precios al consumidor (IPC) y el índice de precios al productor (IPP). A diciembre de 2022, el IBRE-I presentó un aumento acumulado de 16,27% durante 2022.
Por lo tanto, se requiere que los gobiernos locales controlen los márgenes de intermediación y generen políticas que permitan conectar el consumo con la producción nacional, y cuidar el bienestar de los productores a través de remuneraciones justas.
LA PRODUCCIÓN Y LAS EXPORTACIONES CRECEN, PERO LAS ZONAS RURALES NO MEJORAN
Aunque la mayoría de las actividades agropecuarias se realizan en zonas rurales, los indicadores laborales son menos prometedores que a nivel nacional. De acuerdo con los datos del INEC para noviembre del 2022, la tasa de empleo adecuado en la ruralidad fue de 17,5% y se ubicó 18,1 puntos porcentuales (pp) debajo del nivel nacional. Asimismo, el subempleo alcanzó el 27,6%, superando la tasa nacional de 22,9%, mientras que el desempleo fue inferior al nivel nacional en 1,9 pp (Gráfico 1).
Gráfico 1
Tipo de empleo en el área rural
Durante el 2021, el empleo rural representó 33,9% en los indicadores laborales del país, ya que generó 2’729.810 puestos de trabajo. A su vez, el aporte de la agricultura y la ganadería al empleo fue de 29%, debido a que ambos sectores generan 2’338.890 plazas laborales.
Sin embargo, las tasas empleo adecuado, desempleo y subempleo en la ruralidad han empeorado a partir de noviembre 2021. Por lo tanto, la contribución del sector agropecuario al empleo, las exportaciones y la producción nacional se realiza bajo precarias condiciones laborales en las zonas rurales.
Según los datos más actualizados del INEC, para junio del 2022 la pobreza por ingresos en el área rural fue de 42,9% y se encuentra 17,9 pp por encima de los valores nacionales. Esto significa que cuatro de cada 10 personas de la ruralidad perciben un ingreso familiar mensual inferior a $ 87,57.
Igualmente, la pobreza extrema alcanzó el 22,7% en la ruralidad, superando las cifras del país en 10 pp (Gráfico 2). De tal forma, gran parte de los individuos que sostienen la seguridad alimentaria del Ecuador no tienen los ingresos suficientes que garanticen su propia calidad de vida.
Gráfico 2
Pobreza por ingresos en el área rural
La agricultura y la ganadería influyen de forma importante en el crecimiento y desarrollo del Ecuador mediante las exportaciones y la agroindustria. Incluso, los productos derivados de estos sectores se expenden en los países con lo que ya se han firmado acuerdos comerciales.
Es decir, el avance productivo del país se ha realizado en detrimento de la ruralidad. En consecuencia, se necesita que los gobiernos de turno generen políticas públicas que mejoren el bienestar de las personas que viven en zonas rurales, dado que son ellos quienes mantienen la seguridad alimentaria y las exportaciones del Ecuador.
(*) Gabriela Andrade, analista económica Revista Gestión.
Si va a hacer uso de este artículo, por favor cite la fuente original. Artículo de información (I).
Encuentre contenido relacionado en nuestro archivo histórico:
El ecuatoriano difiere cada vez más sus consumos, ¿es bueno o malo?
La ambiciosa estrategia comercial del Ecuador, ¿hacia dónde camina?
Economía ‘gig’: ¿autonomía o precariedad?
Cubrir las necesidades básicas de los hogares es cada vez más difícil en Ecuador
Last modified on 2023-01-22