Desde enero a octubre del 2022, las ventas de los supermercados fueron inferiores a los valores del mismo período del 2021. Dicha reducción puede estar relacionada con el incremento de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, debido a que la variación promedio del último año fue del 5%. Por otro lado, se evidencia que las personas tienen una mayor preferencia por pagar con tarjeta de crédito en los supermercados, puesto que se registró un aumento en 11%. Asimismo, los pagos diferidos han crecido con relación al pago corriente, dado que el primero alcanzó el 50,6% y el segundo el 49,4% en el 2022.
LAS VENTAS EN SUPERMERCADOS PARA EL 2022 PODRÍAN SER INFERIORES AL AÑO PASADO
De acuerdo con la consultora Oikonomics, las ventas locales en supermercados alcanzaron los $ 5.498 millones en 2021. Dicho monto supera en 5% las ventas de 2020 y en 8% las de 2019. Aunque aún no existen datos disponibles para los últimos meses del 2022, ya se evidencia que las ventas en supermercados durante julio y octubre son menores en comparación con los anteriores años (Gráfico 1).
De hecho, entre enero y octubre de 2022 se registraron ventas de $ 4.094 millones, representado una disminución del 5% con relación a las ventas totales de los mismos meses de 2021. Por lo tanto, se espera que las ventas locales en supermercados para el 2022 no superen los valores del año pasado.
Gráfico 1
Evolución de las ventas locales en supermercados
Fuente: Oikonomics
La caída en 2022 del nivel de ventas en supermercados puede explicarse por el incremento del nivel de precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas durante dicho año. Esto se debe a que este grupo de productos conforman los principales bienes ofertados por tales establecimientos.
En efecto, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los alimentos y bebidas no alcohólicas mantuvo un crecimiento mensual promedio del -1% en 2021 y alcanzó el monto más elevado de ventas. Al contrario, la inflación de este tipo de productos mantuvo un promedio del 5% entre enero y noviembre de 2022 (Gráfico 2), por lo que las ventas en supermercados registraron valores inferiores.
Gráfico 2
Variación del IPC de alimentos y bebidas no alcohólicas
¿CRÉDITO CORRIENTE O CRÉDITO DIFERIDO?
Según la consultora Oikonomics, se evidencia una mayor preferencia hacia el pago con tarjetas de crédito en supermercados en 2022. Incluso, el monto total facturado en octubre 2022 supera en $ 8 millones al valor del año anterior, lo que representa un crecimiento del 11%.
Además, se observa un cambio en el tipo de crédito que utilizan las personas al pagar en supermercados. En octubre de 2021, el pago diferido conformaba el 45% del valor total facturado en tales locales y se ubicaba 10 puntos porcentuales (pp) por debajo del pago corriente. En contraste, los pagos diferidos aumentaron a 50,6% en octubre de 2022, sobrepasando en 12 pp al pago corriente (Gráfico 3).
Gráfico 3
Composición por tipo de crédito
En el 2022, también se redujo la brecha entre ambos tipos de crédito y se observó que el crédito diferido crece a un ritmo mayor que el crédito corriente. En efecto, entre enero y octubre de 2022 el crédito diferido creció en 2% en comparación con los mismos meses de 2021, mientras que, el crédito corriente cayó en 9% en este mismo periodo de tiempo.
Finalmente, el aumento de precios de los alimentos y las bebidas alcohólicas influyó en la caída en el nivel de ventas de los supermercados en 2022. Asimismo, se observa un incremento en el uso de pagos diferidos respecto a los pagos corriente en tal período. De esta forma, se concluye que posiblemente las personas compraron menos y prefirieron diferir sus pagos debido a que su poder adquisitivo se redujo en 2022.
El aumento del crédito diferido en la compra de alimentos y bebidas no alcohólicas puede estar relacionado con una fuerte reducción del poder adquisitivo de los hogares. Es decir, las familias no cuentan con los ingresos necesarios para alimentarse y se ven obligadas a diferir sus pagos para lograr cubrir sus necesidades. Inclusive, la reducción en las ventas de los supermercados posiblemente se debe a que los hogares prefirieron comprar productos de menor calidad o realizaron sus compras en mercados populares donde los precios son menores.
(*) Gabriela Andrade, analista económica Revista Gestión.
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Last modified on 2023-01-18