La matriz Albor: clarificar el pasado para un mejor futuro 

En el manejo empresarial no hay opciones fáciles, toda iniciativa tiene un grado de complejidad. La inmediatez contemporánea obliga a un tiempo de respuesta corto frente a estos desafíos.  Es necesario valorar ágilmente las ofertas, proyectos o propuestas para ponderar su costo-beneficio. Se debe, por tanto, dinamizar la acción estratégica y ser proactivos.

La proactividad queda de manifiesto a través del concepto de “proferencia” que significa llevar hacia adelante, supone una noción y un conjunto de técnicas que permiten adelantarse al futuro basándose en la experiencia.  Para lograrlo están las metodologías de análisis prospectivo que operan sobre los datos del pasado y la apreciación del presente, que permiten construir las factibilidades que identifican rangos de futuro.  

Es clave al procesamiento de datos cuyos resultados permiten priorizar las necesidades optimizando la toma de decisiones y acciones con base en información certificada, estructurada y documentada. A este inicio se le llama “albor”.

Una vez procesada la información, se procede a reestructurar el criterio VUCA (Volatility, Uncertainty, Complexity, Ambiguity) y se usa la Matriz de Boston (2 variables y 4 cuadrantes) en torno a los criterios de la prospectiva estratégica.

Se describirá la organización, interpretación y componentes de esta proposición para inferir los rendimientos y/o conflictos futuros.

LAS VARIABLES

Conocimiento de la situación

Se refiere a la capacidad de identificar, procesar y comprender la información crítica sobre una situación específica. Esta habilidad es crucial para la toma de decisiones rápidas e informadas basadas en la información más actualizada. Se logra a través de la visualización y el análisis en tiempo real, para saber qué está sucediendo y dónde, así como monitorear los cambios. 

Cuando un fenómeno es estructurado y analizado, los datos comprobados y autenticados generan una información que se estima técnicamente y se llega a conclusiones o hallazgos precisos, que apuntalan criterios de decisión veraces.

Cuando se hace un análisis situacional impreciso, es porque no existe una base informativa actualizada, las fuentes no están verificadas y normalizadas o prima un criterio subjetivo o superficial al evaluar la situación.

Precisión predictiva 

Describe la capacidad para hacer predicciones correctas. Se basa en una adecuada selección de variables relevantes, el equilibrio de los datos, las técnicas adecuadas de procesamiento de datos y las herramientas analíticas tecnológicas utilizadas.

Cuando el modelo predictivo incluye un inventario de factibilidades, estas se obtienen al realizar un proceso o valoración técnica utilizando esquemas científicos y herramientas tecnológicas para identificar escenarios realistas. Estas ponderan su probabilidad, se depuran las de mayor perspectiva y se identifican como factibilidades por su grado de coherencia y viabilidad.

Si hay falta de claridad o precisión en la información proporcionada, las posibilidades vagas y/o confusas son las que dominan.  Estas son nociones imprecisas, inverificables e incluso absurdas. Propuestas que no son suficientemente específicas o inviables, intenciones que no están claramente definidas son inclusive tergiversadas, referencias que no proporcionan suficiente información o narraciones que no están relacionadas con la situación analizada.

Los cuadrantes