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Autor: Camila Marcayata *

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, 6 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia contra la mujer a lo largo de su vida, pero esta problemática –que muchas veces termina en asesinato- afecta de manera directa a los hijos e hijas de las víctimas a nivel psicológico y en términos de educación y salud. Según Fundación ALDEA, desde 2019 hasta finales de abril del 2023, se registran 399 madres víctimas de feminicidio y al menos 711 huérfanos

ECUADOR, UN PAÍS VIOLENTO PARA LAS MUJERES

La violencia contra la mujer (VcM) es un problema que persiste y afecta a mujeres de todas las edades, clases sociales, etnias y ubicaciones geográficas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) explica que la VcM abarca varias formas, que van desde la violencia doméstica y el abuso físico, hasta la violencia sexual y psicológica, que puede terminar en femicidio. Cabe aclarar que el femicidio se refiere a los asesinatos de mujeres considerándolos como homicidio, sin destacar las relaciones de género; mientras que el término feminicidio sí lo hace.

Según la última encuesta de VcM realizada por el Instituto de Estadística y Censos (INEC) en 2019, la mayoría de mujeres han sido víctimas de violencia psicológica y física a lo largo de su vida en Ecuador, 64,9% y 56,90%, respectivamente. De igual forma, 6 de cada 10 han sido víctimas de todos estos tipos de violencia a lo largo de su vida (Gráfico 1). 

Gráfico 1

Prevalencia de la violencia contra la mujer en 2019

A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para abordar este problema, las estadísticas revelan que la VcM está muy extendida, con altas afectaciones sociales y costos económicos, teniendo consecuencias devastadoras para las mujeres y sus familias, en especial, para sus hijos e hijas.

LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER MARCA A SU DESCENDENCIA

Según la psicóloga Laura Asensi, en su artículo científico Violencia de género: consecuencias en los hijos, en la mayoría de los casos, la violencia de género, especialmente la violencia intrafamiliar, ocurre durante etapas cruciales del desarrollo psicológico de los niños. De igual forma, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) asegura que cuando los niños y niñas se encuentran expuestos a violencia hacia las mujeres de la familia, incluidas sus madres, sufren las consecuencias y se convierten en destinatarios directos

Las consecuencias más comunes son:

  • Problemas de socialización: aislamiento social, dificultad para establecer relaciones personales, conductas autoagresivas.
  • Síntomas depresivos y de ansiedad: llanto, tristeza, autoestima baja.
  • Alteraciones del sueño: pesadillas, miedo a dormir solo o sola.
  • Problemas escolares: bajo rendimiento, problemas de atención y concentración, agresiones entre pares (como víctimas y como agresores).
  • Síntomas de estrés postraumático: trastornos del sueño, fobias, trastornos alimenticios, ansiedad, ataques de pánico.
  • Alteraciones del desarrollo afectivo: modelos de vinculación erróneos, en los que violencia y amor van unidos; manejo del poder sobre otros.
  • Parentalización de los niños y niñas: asunción de roles adultos respecto a la protección de hermanos pequeños o de sus madres.

El estudio Los costos individuales, domésticos y comunitarios de la violencia contra las mujeres en Ecuador realizado por el Programa PreViMujer y la Universidad de San Martín de Porres en 2020, evidencia que, en una muestra de 2.501 mujeres de 18 a 65 años, 1 de cada 3 hijos/as había presenciado violencia contra sus madres, con un promedio de 4,65 incidentes por año. Además, la mitad de ellos sufrió castigo físico, lo que aumenta la probabilidad de llegar tarde o faltar a la escuela. En realidad, se perdieron un promedio de 2,5 días de escuela, lo que suma un total de 221,5 mil días de ausencia escolar. Esto a su vez incrementa la posibilidad de que reprueben materias o el año escolar, sean suspendidos por mala conducta o abandonen la escuela.

COSTOS ECONÓMICOS DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER CON RELACIÓN A SUS HIJOS

Debido al fracaso escolar y a los problemas de rendimiento académico, las mujeres incurren en varios costos económicos. La investigación mencionada anteriormente muestra que los gastos por problemas escolares derivados de la mala conducta ascienden a USD 55 millones al año. Del mismo modo, 6 de cada 100 mujeres agredidas han gastado en conjunto USD 9,4 millones al año en tratamientos pedagógicos o psicológicos para sus hijos e hijas. 

Estos gastos catastróficos debido a la violencia de género explican por qué 5 de cada 100 mujeres agredidas han tenido que recurrir a préstamos, sumando un total de USD 10,2 millones. Además, dos de cada 100 mujeres se verán obligadas a gastar en conjunto USD 45 millones para cubrir los gastos educativos de sus hijos e hijas que repiten el año escolar (Gráfico 2).  

Desde una perspectiva de salud, la VcM aumenta la morbilidad de los hijos e hijas debido a accidentes o peleas con consecuencias médicas, lo que conlleva que las mujeres tengan que pedir permiso o faltar a su trabajo, así como a recurrir a préstamos para cubrir los gastos de atención médica. Como resultado, se genera un costo anual de USD 106 millones en gastos de salud de los hijos e hijas, sumados a las USD 15,4 millones en costos de oportunidad por los días laborales perdidos para atender a los hijos e hijas (Gráfico 2).

Gráfico 2

Costos de la VcM a nivel doméstico

LA EXPRESIÓN MÁS EXTREMA DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER: EL FEMICIDIO/FEMINICIDIO

Los datos del INEC sobre la VcM describen un escenario que permite el cometimiento del delito de femicidio o feminicidio. Según CARE Ecuador, son delitos que visibilizan el conjunto de actos de discriminación y violencia provocados por el agresor que, en el marco de una relación inequitativa de poder, termina con la vida de la mujer por ser mujer.

Según estadísticas de la Fiscalía General del Estado (FGE), entre 2014 y 2023 (hasta el 28 de mayo), se han cometido 652 femicidios. En contraste, la Fundación Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (ALDEA), en ese mismo periodo registró 1.503 feminicidios. Adicionalmente, el 2022 fue el año más violento a nivel nacional, pero para las mujeres las repercusiones han sido mayores, pues según la FGE hubo 84 femicidios y los datos de la Fundación ALDEA reportaron 332 feminicidios, cifra que supera a la de años anteriores significativamente. Más alarmante aún, hasta el 30 de abril del 2023, se registran 42 femicidios y 122 feminicidios (Gráfico 3).

Gráfico 3

Número de femicidios según FGE y Fundación ALDEA

¿QUÉ SUCEDE CON LOS HIJOS DE LAS MADRES VÍCTIMAS DE FEMINICIDIO?

Según Fundación ALDEA, de 2014 a 2020, hubo al menos 1.095 hijos e hijas sin madre por feminicidios en Ecuador puesto que las estadísticas revelan que al menos 455 mujeres eran madres. Las provincias de Sucumbíos (2,2) y Santo Domingo (2,1) muestran la mayor tasa de incidencia de orfandad por feminicidios, considerando el número de huérfanos y huérfanas por cada 100 mil habitantes

Además, desde 2019, el número de madres víctimas de feminicidio ha ido en aumento y a su vez el número de niños y niñas en situación de orfandad como consecuencia de ello. Para 2022, se registró el mayor número de hijos/as que perdieron a su madre: 245. Hasta el 30 de abril 2023, hubo 46 madres víctimas de muertes violentas solo por ser mujeres y, por consiguiente, 80 huérfanos (Gráfico 4). 

Gráfico 4

Número de madres víctimas de feminicidio y huérfanos

Sobre esto, el Consejo de Protección de Derechos del Distrito Metropolitano de Quito explica que los hijos e hijas que quedan en estado de orfandad no solo experimentan la pérdida de su madre, y a menudo también la de su padre, quien en muchos casos es el perpetrador del feminicidio, sino que también enfrentan la pérdida de su hogar, el desarraigo y, en algunos casos, la separación de sus hermanos y hermanas cuando los familiares o cuidadores no tienen la capacidad de mantenerlos juntos.

Como un alivio económico, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) realiza pagos del Bono para Niño,s Niñas y Adolescentes en Situación de Orfandad por Femicidio desde el 2019. En marzo de 2022, el presidente de la República, Guillermo Lasso, emitió el Decreto Ejecutivo 369, mediante el cual se realizaron modificaciones a las condiciones para la entrega del bono, mismo que varía entre el 20% y el 54% del salario básico unificado, informa Primicias. Mediante el decreto, se estableció que los menores de edad hijos de madres asesinadas reciban las ayudas incluso antes de que exista una sentencia ejecutoriada, es decir, pueden recibir el bono apenas se abra una investigación previa del femicidio.

En suma, la violencia contra la mujer a menudo es impulsada ​​por la desigualdad de género arraigada en las estructuras sociales y culturales, mismas que se consolidan en el hogar. Por ende, son los hijos e hijas quienes perciben las mayores afectaciones psicológicas y económicas, después de las víctimas, por supuesto. Por ese motivo, es necesario proporcionar apoyo psicológico y psicosocial a niños/as que han presenciado VcM, así como beneficios económicos para huérfanos por feminicidio, que deberán ser controlados y gestionados de manera correcta para tener un alcance real.

(*) Analista económica Revista Gestión.

 

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Last modified on 2023-06-11

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