El INEC publicó el Registro Estadístico de Nacidos Vivos y de Defunciones Fetales. Allí se evidencia que el 8,6% de nacidos vivos tiene bajo peso al nacer, que aún no existe una atención médica universal en los partos y que la tasa de nacidos vivos de niñas entre 10 a 14 años se incrementó en 2021. Por otra parte, la estructura poblacional del país presenta una oportunidad única al experimentar un “bono demográfico”, donde las personas en edad de trabajar superan al resto de la población; no obstante, resulta clave la implementación de políticas públicas para que este crecimiento económico logre materializarse.
CADA DÍA, CINCO NIÑAS DE ENTRE 10 Y 14 AÑOS DAN A LUZ EN ECUADOR
En 2021 hubo 39.486 nacidos vivos de madres de 15 a 19 años de edad, lo que corresponde a una tasa de 49,4 nacidos vivos por cada 1.000 mujeres, mientras que la tasa de nacidos vivos en niñas de 10 a 14 años fue de 2,2 nacidos vivos por cada 1.000 mujeres, es decir, 1.843 nacidos vivos (Gráfico 1). Esto significa que más del 16% del total de embarazos provienen de madres niñas/adolescentes de hasta 19 años.
Gráfico 1
Tasa específica de nacidos vivos de mujeres adolescentes (1990-2020)
Si bien la tasa de nacidos vivos de mujeres adolescentes (entre 15 a 19 años) se ha reducido constantemente desde 2018, la de niñas que se han convertido en madres no ha presentado variaciones significativas en los últimos años, e incluso aumentó de dos nacidos vivos por cada 1.000 mujeres en 2020 a 2,2 en 2022 Esta es una problemática social profunda, ya que un embarazo a esa edad es consecuencia de una violación, un delito tipificado por Código Penal.
De acuerdo con el pronunciamiento de ONU Mujeres, Ecuador es el tercer país de la región con la tasa más alta de embarazo adolescente, pues cada día en el país se producen cinco partos de niñas gestantes entre 10 y 14 años, esto sin contar el subregistro que existe debido a que la mayoría de violaciones de menores de 14 años ocurre en el entorno familiar, educativo o a la víctima.
Por ello, 40% de las niñas violentadas prefiere callar ya que a 28% de las que avisaron no les creyeron y al 16,3% les pidieron que no cuenten a nadie lo sucedido; además, apenas un tercio del total de niñas y adolescentes abusadas sexualmente han sido atendidas o recibieron alguna respuesta, de acuerdo a los registros del MSP.
El Estado ha fallado en la implementación de políticas públicas para su prevención, resultando en una tasa de embarazo en la adolescencia temprana (entre 10 a 14 años) que ha ido creciendo en los últimos 30 años. Siendo este un problema social y de salud pública que evidencia la desigualdad, la injusticia social y la violación de los derechos humanos, dejando como consecuencia un impacto social, económico y cultural invalorable.
El Estado debe trabajar en un enfoque que logre reducir y prevenir los embarazos tempranos, los cuales están ligados a círculos viciosos de pobreza, ya que el potencial de obtener mayores ingresos y mejores niveles de educación se ve truncado, resultando muchas veces en la exclusión y la impotencia. La desatención del Estado hacia las políticas públicas integrales de salud sexual y reproductiva, así como las dificultades que se han presentado históricamente en el acceso al aborto para las niñas y adolescentes, han llevado a que la tasa de nacidos vivos de niñas entre 10 a 14 años se mantenga constante.
LAS DEFUNCIONES FETALES CAYERON EN 2021
En el año 2021, se registraron 1.394 defunciones fetales, lo que representa un decrecimiento del 2,98% respecto al 2020, siendo este número mayor en hombres que en mujeres desde las últimas dos décadas (Gráfico 2). El 46,1% del total de defunciones fetales registradas en 2021 provino de mujeres entre 20 y 29 años, el 14,6% de mujeres entre 15 y 19 años de edad, y el 19,2% de mujeres en edad de 30 y 34 años.
Gráfico 2
Número de defunciones fetales a nivel nacional (1990-2021)
Dentro de la disminución en las defunciones fetales, se destaca la importancia de la cobertura del sector de la salud en la asistencia a los partos, ya que entre el 1990 y 2021 se observa un incremento de 38,6 puntos porcentuales de nacidos vivos con asistencia médica; la brecha de los partos con asistencia médica respecto de la no médica en el año 2021 es significativa, siendo en este año 96,8% la proporción de nacidos vivos con asistencia médica. Se busca que el sistema de la salud pueda atender la totalidad de partos en un futuro cercano.
LA SIERRA, CON MAYOR PROPORCIÓN DE NACIDOS VIVOS CON BAJO PESO
En el 2021, en la región Sierra hubo 9.652 nacidos vivos con bajo peso, lo cual representa el 10,2% del total de nacidos vivos de dicha región (Gráfico 3). A la Sierra le sigue la Región Costa, que registra 10.837 nacidos vivos con bajo peso al nacer (7,8%) y la región Amazónica, con 1.050 nacidos vivos de bajo peso al nacer (5,8%).
Gráfico 3
Porcentaje de nacidos vivos con bajo peso por región
Esto es una de las tantas características que evidencia las brechas estructurales de las poblaciones rurales de la Sierra respecto al resto del país; las dinámicas de pobreza y exclusión afectan de gran manera a esta población, lo cual se refleja tanto en el bajo peso al nacer, debido a una deficiente nutrición en el periodo gestante, así como también en la desnutrición crónica durante los primeros de vida (baja talla para la edad), factores que están directamente correlacionados.
Las políticas de Estado tendrían que direccionarse hacia abordar esta problemática, que no se ha podido reducir significativamente en las últimas décadas, pues el porcentaje de nacidos con bajo peso para 2013 fue menor incluso que la cifra registrada en 2021, evidenciando así un estancamiento en la aplicación y ejecución de políticas públicas eficientes que aborden la salud como un tema integral.
ECUADOR NECESITA POLÍTICAS PÚBLICAS PARA APROVECHAR EL BONO DEMOGRÁFICO
En los últimos años ha existido una reducción en la tendencia de nacidos vivos en el país, alcanzando para el año 2021 un total de 251.106 nacidos vivos. Esto a su vez se ve reflejado en la tasa de natalidad, la cual entre el 2010 y 2021 disminuyó en 7,2 nacidos vivos por cada mil habitantes. Dicha tendencia decreciente empezó a acentuarse constantemente en 1999 y para el año 2021 registró una tasa de 14,2 nacidos vivos (Gráfico 4).
Gráfico 4
Tasa de natalidad a nivel nacional (1990-2021)
Los cambios en la tasa de natalidad están estrechamente relacionados con la transición demográfica, es decir, la disminución en el número de nacimientos hace que cada vez la población vaya “envejeciendo”, otorgándole un mayor peso demográfico a la población adulta.
Ecuador atraviesa actualmente una coyuntura favorable para el desarrollo económico gracias al denominado “bono demográfico”, el cual se define como un periodo de tiempo en el que las personas en edad de trabajar representan al grupo mayoritario de la población (superan a las personas potencialmente dependientes, aquellas entre 0 y 14 años y mayores de 60).
De acuerdo con la CEPAL, una mayor proporción de trabajadores no solo representa una reducción del gasto en personas dependientes, sino que tiende a impulsar el crecimiento económico a través del incremento en el ingreso y la acumulación acelerada del capital. No obstante, para aprovechar este contexto demográfico se necesita de una inserción eficiente de la población joven en el mercado laboral, aumentando la productividad, y políticas públicas orientadas a un desarrollo equitativo, que busquen una equidad generacional y se anticipen a los cambios y al envejecimiento de la población, con el fin de que este crecimiento económico logre materializarse.
(*) Jorge Pérez, analista económico Revista Gestión.
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Last modified on 2022-07-20