Las carreteras y autopistas de Ecuador fueron testigos de 20.994 siniestros de tránsito durante el 2023, dejando un saldo trágico de 2.373 fallecidos y 18.605 lesionados. Estas alarmantes cifras, aunque representan una ligera disminución del 3,43% en comparación con el año anterior, ponen de manifiesto la apremiante necesidad de abordar de manera integral la seguridad vial en el país.
Detrás de cada estadística hay vidas arrebatadas, familias destrozadas y costos socioeconómicos significativos. La tasa de mortalidad por siniestros de tránsito alcanzó los 13,37 por cada 100.000 habitantes en 2023, un aumento preocupante de 0,88 puntos respecto al año previo y por encima de la meta establecida de 11,96 para el año 2025.
SERIE HISTÓRICA DE SINIESTROS DE TRÁNSITO EN LOS ÚLTIMOS 9 AÑOS
Los datos anuales de siniestros de tránsito en Ecuador revelan una tendencia fluctuante y preocupante en la última década. El 2014 marcó un punto álgido alarmante, con 38.658 siniestros registrados, la cifra más alta en este período. Este aumento significativo se atribuyó en parte a cambios en la recolección de información por parte de la fuente oficial durante el proceso de transferencia de competencias de tránsito a los gobiernos municipales. A partir de ese año, las cifras mostraron una disminución gradual hasta 2020, cuando se registró el menor número de siniestros (16.972), atribuible al confinamiento causado por la COVID-19. (Gráfico 1).
Gráfico 1
Evolución de los siniestros de tránsito 2014 - 2023
Sin embargo, esta tendencia a la baja se revirtió en 2021, con 21.352 siniestros reportados, lo que representó un aumento considerable en comparación con el año previo. La situación empeoró aún más en 2022, alcanzando los 21.739 casos. Aunque en 2023 se observó una ligera reducción del 3,43% con respecto a 2022, con 20.994 siniestros, esta cifra sigue siendo alarmantemente alta y evidencia la necesidad de medidas más contundentes para abordar esta problemática a largo plazo. Al examinar los datos anuales, se observa que en 2015 y 2016 hubo una disminución notable en el número de siniestros, con 35.706 y 30.269 casos, respectivamente. Sin embargo, esta tendencia positiva fue interrumpida en 2017, cuando se registraron 28.967 siniestros, un ligero aumento en comparación con el año anterior. Este patrón de altibajos continuó en los años siguientes, con fluctuaciones anuales que oscilaron entre aumentos y disminuciones.
GUAYAS, LA PROVINCIA CON MÁS SINIESTROS DE TRÁNSITO
Según los últimos datos publicados, el 91,16% de los siniestros ocurridos en 2023 se concentraron en tan solo diez provincias del país. Guayas encabeza la lista como la provincia con mayor número de siniestros, registrando 7.474 casos, seguida de cerca por Pichincha, con 4.156 siniestros.
Algunas provincias experimentaron disminuciones en el número de siniestros y estos porcentajes de decrecimiento resultan alentadores. En El Oro, se observó una disminución del 27,68% en comparación con el año anterior, mientras que en Manabí la reducción fue de 18,20%. Estas cifras sugieren que, a pesar de los esfuerzos por mejorar la seguridad vial, aún existen desafíos significativos que deben abordarse de manera urgente en estas regiones.
Por otro lado, es alarmante que ciertas provincias registraron aumentos considerables en el número de siniestros. Cotopaxi experimentó un aumento del 79,07%, mientras que Sucumbíos presentó un incremento del 76,92% en comparación con el año anterior. Estos datos indican la necesidad de implementar medidas específicas y focalizadas en estas áreas, con el fin de identificar y abordar las causas subyacentes de este aumento alarmante en los siniestros de tránsito (Gráfico 2).
Gráfico 2
Provincias con más siniestros de tránsitos
¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES CAUSAS?
Las cifras del cuarto trimestre de 2023 arrojan luz sobre las causas principales que desencadenan los siniestros de tránsito en Ecuador. De manera alarmante, la impericia e imprudencia del conductor se posiciona como el factor más recurrente, responsable de 2.200 siniestros durante ese período. Esta conducta temeraria al volante no solo pone en riesgo la vida del propio conductor, sino también la de otros usuarios de las vías.
Estrechamente relacionado, el exceso de velocidad figura como la segunda causa más frecuente, con 1.093 siniestros atribuidos a esta práctica peligrosa. La combinación de altas velocidades y falta de pericia al conducir constituye una mezcla letal en las carreteras ecuatorianas. Además, no respetar las señales de tránsito, con 1.049 casos registrados, evidencia una preocupante falta de acatamiento de las normas viales por parte de algunos conductores (Gráfico 3).
Gráfico 3
Principales causas de los siniestros de tránsito en el cuarto trimestre 2023
Estas estadísticas ponen de manifiesto la necesidad apremiante de reforzar la educación vial, implementar campañas de concientización masivas y aplicar medidas de control y sanción más estrictas para aquellos que incumplan las leyes de tránsito. Sólo abordando de raíz estas conductas de riesgo, será posible reducir de manera significativa la incidencia de siniestros y salvar vidas en las carreteras ecuatorianas. Por otro lado, también es necesario mejorar la infraestructura vial, garantizando señalización clara y adecuada, así como el mantenimiento periódico de las carreteras. Esto puede contribuir a reducir los siniestros causados por factores externos, como el mal estado de las vías o la falta de visibilidad.
¿QUIÉNES ESTÁN IMPLICADOS EN LOS SINIESTROS?
Los datos recopilados durante el año 2023 revelan que los vehículos livianos y las motocicletas se encuentran involucrados en la mayoría de los siniestros de tránsito en Ecuador. Según las estadísticas, los vehículos livianos, que incluyen automóviles, furgonetas, camionetas y vehículos utilitarios deportivos (SUV), figuran como los protagonistas en 16.422 siniestros, lo que representa un porcentaje alarmante del total.
Estrechamente vinculadas, las motocicletas también desempeñan un papel significativo en esta problemática, con 7.468 siniestros registrados en los que se vieron implicadas. Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de implementar medidas específicas de seguridad vial adaptadas a las características y vulnerabilidades de estos tipos de vehículos (Gráfico 4).
Gráfico 4
Vehículos involucrados
MÁS ALLÁ DE LAS PÉRDIDAS DE VIDAS
Los siniestros de tránsito no solo representan una tragedia humana, sino que también conllevan un impacto socioeconómico significativo para el país. Más allá de las devastadoras pérdidas de vidas, estos accidentes acarrean costos económicos sustanciales que afectan tanto a las familias como a la sociedad en su conjunto.
En primer lugar, los gastos médicos asociados a la atención de las víctimas de siniestros de tránsito suponen una carga financiera considerable. Desde las intervenciones de emergencia hasta los tratamientos prolongados y la rehabilitación, estos costos pueden abrumar a los pacientes y sus familias, especialmente en casos de lesiones graves o discapacidades permanentes. Las facturas médicas, la necesidad de cuidados especializados y los costos adicionales relacionados con la discapacidad pueden sumir a las familias en dificultades económicas significativas, agravando aún más su sufrimiento emocional.
Además, los siniestros de tránsito también tienen un impacto directo en la economía nacional. Según María Agusta Lucio, gerente de Desarrollo de Seguros Alianza, citada en El Universo, para el primer semestre del 2023, las compañías aseguradoras han pagado más de USD 152 millones en costos de siniestros de esa rama, valor que tuvo un incremento del 18% en comparación con el año 2022. Uno de los factores que interviene es la compleja situación de inseguridad que está atravesando actualmente el Ecuador.
Asimismo, considerando el trabajo de investigación de Aldas Salazar titulado “El costo social de los accidentes generados por el transporte urbano en la ciudad de Ambato” para el año 2017, el impacto social de los accidentes de tránsito urbano (buses) en esa ciudad fue de USD 60.218, 14. Señala que el impacto social económico es alto, además repercute directamente en el PIB, afectando el crecimiento y desarrollo de la ciudad.
Los siniestros de tránsito en Ecuador representan un desafío multidimensional que requiere una atención urgente y sostenida. Si bien se observó una ligera disminución en el número de siniestros en 2023, las cifras siguen siendo alarmantes, con un impacto devastador en vidas humanas y en el ámbito socioeconómico del país.
Uno de los obstáculos fundamentales para abordar de manera efectiva esta problemática es la falta de datos. El cambio en la metodología de recolección de información por parte de la fuente oficial durante el proceso de transferencia de competencias de tránsito a los gobiernos municipales ha afectado la comparabilidad histórica de los datos, dificultando el análisis y la identificación precisa de patrones y causas.
La ausencia de información detallada y confiable impide el diseño e implementación de políticas públicas focalizadas y basadas en evidencia.
A pesar de este desafío, las estadísticas revelan que las principales causas de los siniestros, como la impericia e imprudencia de los conductores, el exceso de velocidad y el incumplimiento de las señales de tránsito, deben abordarse de manera prioritaria. Reforzar la educación vial, implementar campañas de concientización masivas y aplicar medidas de control y sanción más estrictas son acciones urgentes.
Más allá de las pérdidas de vidas, los siniestros de tránsito tienen un impacto económico significativo en las familias, el sistema de salud pública y el desarrollo nacional. Los costos médicos, las indemnizaciones por parte de las aseguradoras y el impacto en el PIB son solo algunos de los efectos que deben abordarse mediante políticas integrales y coordinadas.
En definitiva, para mitigar el impacto devastador de los siniestros de tránsito en Ecuador se requiere de un enfoque multidisciplinario que involucre a todos los actores clave, desde las autoridades gubernamentales hasta los ciudadanos. Fortalecer los sistemas de recopilación y análisis de datos, promover la seguridad vial, brindar atención médica adecuada y apoyo financiero a las víctimas y sus familias, son pasos fundamentales para construir un futuro más seguro y próspero en las carreteras ecuatorianas.
(*) Elaborado por Liz Ortiz, analista económica Revista Gestión.
Last modified on 2024-03-14