La decisión tomada por el Gobierno nacional durante los primeros días de octubre del 2019 de retirar el subsidio a la gasolina y el diésel es, sin duda, un hito en la economía ecuatoriana. Desde la década de los setenta los combustibles que surgen a partir del petróleo han sido subsidiados por el Estado, pero hoy no rigen más. Su eliminación surge a partir del fuerte déficit fiscal que mantiene el país, pues sale más dinero del que entra y año tras año se destinan alrededor de $ 1.200 millones tan solo para subsidiar la gasolina.
La reforma, sin embargo, ha tenido impactos sociales, provocando la movilización del gremio de transportistas, en primera instancia, y ahora del movimiento indígena, además de sindicatos, estudiantes, entre otros, quienes muestran su descontento con el alza de los combustibles y con las otras políticas que constan dentro del paquete de reformas, como la flexibilización laboral y la reducción del aparataje estatal.
Sin duda el rumbo de las decisiones gubernamentales pudo haber cambiado si es que se generaban mecanismos previos para escalonar los impactos de las medidas, como mesas de diálogo con quienes serían los principales afectados, o inclusión de los grupos en la toma de decisiones políticas. Sin embargo, no fue así, y los efectos hoy se lamentan.
En este breve texto mostramos algunos ejemplos de cómo países vecinos han modelado su política de subsidios mediante el establecimiento de fondos de estabilización y bandas de precios, generando una mejora en las condiciones en las cuales el gobierno y las empresas privadas asumen la volatilidad del crudo.
COLOMBIA Y PERÚ LE APUESTAN A LAS BANDAS DE PRECIOS
Colombia y Perú pueden ser los mejores ejemplos para adoptar una política de subsidios en Ecuador. Ambas naciones se manejan bajo una dinámica de fondos de estabilización, fijando bandas de precios para evitar la pérdida de capacidad adquisitiva de las familias.
Las bandas de precios funcionan mediante una interrelación entre las gasolineras y el Estado; cuando el precio supera el límite establecido, es el Estado quien compensa a las firmas, mientras que, si el precio cae por sobre el piso de la banda, son las empresas quienes compensan al Estado. De esta manera se garantiza que los precios no suban ni bajen tanto, trasladando las responsabilidades a las empresas y al gobierno, más no directamente al bolsillo de las familias.
En casi pleno año 2020, transcurriendo la era de la tecnología y la información, se podría innovar y crear mecanismos que sí focalicen el precio de los combustibles. Se puede tomar el ejemplo del Bono de Desarrollo Humano (BDH) y del Registro Social, donde solo aquellas personas que cumplan con ciertos requisitos podrían acceder a un combustible más barato, subsidiado por el Gobierno central; o haciéndose acreedores a dinero físico, que sopese el incremento de los precios de la gasolina.
Esto se ha planteado con el incremento de $ 15 en el bono, pero la medida no podría ser suficiente porque se desconoce aún la subida de los precios en los alimentos y otros bienes de consumo masivo, pues un alto costo de los combustibles incide directamente sobre el costo de los fletes, precio de pasajes de buses, entre otros. Esta subida del bono no corresponde a criterios técnicos, el ejecutivo no analizó a profundidad los efectos que la eliminación del subsidio podría tener, pese a todo el ahorro que genera en gasto corriente.
El diálogo y la innovación deben ser tomados en cuenta para la construcción de una política economía eficiente y justa.
ECUADOR, CON LA TERCERA GASOLINA MÁS BARATA EN SUDAMÉRICA
A pesar de que se eliminaron los subsidios a los combustibles de bajo octanaje, Ecuador mantiene la tercera gasolina extra más barata de la región con $ 2,35 por galón frente al $ 1,85 previo a las reformas económicas. Bolivia es la segunda, con un precio por galón de $ 2,01, y Venezuela la primera, con apenas $ 0,04 por galón (Gráfico 1). El gobierno venezolano asume los costos de casi todo el combustible por la incidencia que tiene el petróleo sobre su aparato productivo; existen investigaciones que destacan que los países productores de crudo, mantienen altos subsidios en su nafta.
Gráfico 1
Precio por galón de la gasolina de bajo octanaje en la región
A esto se suma que el salario mínimo en Ecuador se encuentra entre los mejores de la región, pues en términos reales se establece sobre los $ 394 mensuales, tan solo por debajo de Uruguay, con $ 403, y Chile, con $ 416, siendo el tercero más alto en América del Sur. Nuestros países fronterizos, Colombia y Perú, mantienen sueldos básicos de $ 240 y $ 276, respectivamente.
PRECIO SIN CAMBIOS POR MÁS DE 14 AÑOS
Desde 2005 el precio de la gasolina en el Ecuador no ha variado, en ese año se emitió el decreto ejecutivo 338 que estableció nuevos precios de venta de los combustibles en los terminales y depósitos del país. Incluso su precio se mantuvo durante la importante alza de los precios del petróleo en 2013, cuando supero los $ 110 por barril. Ahora, con la eliminación de los subsidios se establece que los precios de venta de los combustibles correspondan a dinámicas del mercado, en donde influirán los precios del crudo que rigen en los mercados internacionales.
Habrá que evaluar en un futuro si la medida fue la precisa y si se adapta a la necesidad de la economía ecuatoriana, tomando en cuenta que existen otras alternativas y acciones que hubiesen podido remplazar a la eliminación total de los subsidios.
EL PLANTEAMIENTO DEL ECUADOR
A través del decreto ejecutivo 883, el presidente Lenín Moreno reformó el Reglamento Sustitutivo para la Regulación de los Precios de los Derivados de Hidrocarburos con el fin de “establecer nuevos precios de los combustibles acorde a la realidad económica del país, a fin de salvaguardar los intereses del Estado y de esta manera precautelar el buen uso de los mismos a efecto de evitar el contrabando de combustibles”.
Así modificó el reglamento expedido el 2 de agosto de 2005, donde se establecía el precio de la gasolina extra comercial en $ 1,1689, por la disposición que señala que “el precio de venta en terminal para la Gasolina Súper, Extra, Extra con Etanol, Diesel Premium y Diesel 2 para el sector automotriz, será determinado en forma mensual por la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero, con base al costo promedio ponderado más los costos de transporte, almacenamiento, comercialización de la EP Petroecuador y los tributos que fueren aplicables”. Es decir, lo que se hizo fue una liberalización del precio.
Sin embargo, esta es la única medida aplicada ya de las reformas económicas, la demás deben pasar por la Asamblea Nacional para ser aprobadas.
Por: Eduardo Cobos, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2019-10-11