Cuando visitamos un supermercado es habitual fijarnos en las ofertas o notar si los precios de los productos básicos han subido. Sin embargo, pensar que un hombre o una mujer que realicen la misma compra paguen un valor diferente suena imposible, pero es real. El “impuesto rosa” es una tasa que pasa desapercibida y que hace que las mujeres paguen más por comprar el mismo producto que un hombre, por el simple hecho de estar dirigido al público femenino.
En Ecuador apenas existen investigaciones sobre el impuesto rosa, al contrario de lo que sucede a escala internacional. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de California señala que anualmente las mujeres pueden pagar hasta $ 1.351 más que los hombres en sus compras.
Las diferencias de precios son más evidentes en productos de aseo personal, ropa, tecnología y juguetes, ya que la variación de precios también afecta a las niñas. Las repercusiones del “impuesto rosa” se agravan en países que tienen un Impuesto al Valor Agregado (IVA) diferenciado, pues productos de primera necesidad como toallas sanitarias y tampones tienen un IVA más elevado.
El Departamento de Asuntos del Consumidor de Nueva York realizó un estudio que demostró que las mujeres pagan más que los hombres en 42% de las veces, mientras que ellos lo hacen en 18%. Finalmente, en 40% de las ocasiones ambos pagarían la misma cantidad por el mismo producto.
Esta situación de desigualdad desencadenó la campaña Tampons from Canada, una operación publicitara de la agencia española La Despensa, que propuso la iniciativa de realizar un pedido masivo de tampones provenientes de Canadá. ¿La razón? Los tampones y toallas higiénicas son productos de uso exclusivo de las mujeres, indispensables y de primera necesidad, pero mientras en España gravan 10% de IVA, en Canadá la tasa es de 0%.
En 2004 Kenia fue el primer país en el mundo en derogar el impuesto sobre productos de higiene femenina. Más tarde se sumarían Australia, India e Irlanda.
Otra reivindicación importante tuvo lugar este año en Alemania, donde la empresa The Female Company lanzó dos ediciones de libros que cuentan con 46 páginas recicladas con historias sobre la menstruación y 15 tampones orgánicos. En Alemania, este producto de higiene femenina tiene un gravamen de 19%, al igual que el vino, el tabaco y las joyas. Sin embargo, los libros tienen una carga de 7%, por lo que la empresa desarrolló esta idea con la finalidad de que el Parlamento alemán sea consciente de la necesidad de realizar una reforma sobre el impuesto de dichos productos. La idea le otorgó a la agencia publicitaria Scholz & Friends Berlin el Grand Prix del Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions.
¿QUÉ SUCEDE EN AMÉRICA LATINA?
En 2018, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) presentó un informe en el que reveló que las mujeres llegan a pagar incluso 30% más que los hombres por el mismo producto. En Colombia, en cambio, se logró eliminar en su totalidad el IVA sobre tampones y toallas sanitarias a finales de 2018.
Carlos Mansilla, director del programa de Administración de Empresas de la Universidad de la Salle, manifiesta que “la mujer está dispuesta a pagar por algo que considera que es único y especial para ella”. Esto explicaría el costo sumamente elevado de algunos tratamientos de belleza como limpiezas faciales, depilaciones y peluquería. Precios que un hombre no pagaría.
ECUADOR NO ESTÁ EXENTO DEL “IMPUESTO ROSA”
Al comparar los precios de diversos productos en distintos establecimientos del país encontramos mercancías de aseo personal, artículos infantiles, ropa y tecnología que tienen un precio más elevado por estar destinados a mujeres, empezando además porque los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) revelan que para el tercer trimestre de 2019 (julio-agosto) los hombres tuvieron una tasa de empleo adecuado de 44,8% y las mujeres tan solo de 30,01%. El empleo adecuado se mide según la carga horaria y salarial, lo que significa que además de cobrar menos, las mujeres pagan más.
La profesora e investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad de Guayaquil Diana Morán realizó una investigación que demostró la existencia del “impuesto rosa” en Ecuador.
El impuesto rosa en Guayaquil
Morán señala que “las marcas consideran que las mujeres están dispuestas a pagar más por los mismos productos, así que lo aprovechan y suben los precios”. Si bien en ocasiones la diferencia de precios es de apenas unos centavos, estudios como el antes mencionado de la Universidad de California demuestran que a largo plazo la suma de este importe es cuantiosa.
A pesar de la repercusión internacional contra el “impuesto rosa”, en Ecuador es una problemática que pasa desapercibida socialmente.
La siguiente tabla demuestra el desequilibrio de precios entre algunos productos para mujeres y hombres:
En términos económicos, la explicación para este fenómeno se encuentra en la ley de la oferta y la demanda. Las mujeres demandan más variedad y productos de belleza y de aseo personal, por tanto están dispuestas a pagar más. Ante esto, Morán resalta la necesidad de conocer la perspectiva de la economía feminista hacia dicho escenario. La respuesta estaría en los roles de género establecidos en la sociedad, pues promueven la necesidad de elaborar productos diferenciados y más elaborados para las mujeres.
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Last modified on 2019-10-20