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Autor: Consultora Multiplica

La pandemia le ha representado al Ecuador un costo aproximado de $ 8.000 millones. Esto ha desembocado en una mayor necesidad de financiamiento para cubrir la brecha fiscal que alcanza los $ 4.000 millones. En el 2020, los requerimientos de financiamiento están en el tope, pues representan 14% del PIB. El país deberá reducir ese porcentaje para iniciar la ruta de la sostenibilidad fiscal. No obstante, los mercados internacionales están a la incertidumbre de quién será el siguiente gobernante del Ecuador.

El PIB del 2020 caerá entre 9% y 10%, no 11% como se estimaba al inicio de la pandemia. En términos nominales, implica una caída de $ 107.436 millones en 2019 a $ 96.512 millones en el 2020.

El déficit fiscal del 2020 cerraría en $ 7.700 millones aproximadamente, es decir, menos de lo que se estimaba en las cifras oficiales del documento del Acuerdo con el FMI. La brecha fiscal estimada de este año -$ 4.000 millones- podrá cerrarse gracias al financiamiento obtenido de multilaterales y al financiamiento extraordinario. Entre todos esos recursos se ha conseguido $ 8.801 millones (Gráfico 1), siendo el año con mayores requerimientos de financiamiento que alcanzan los 14 puntos del PIB.

Para cubrir la brecha del 2020 son indispensables los desembolsos del Acuerdo SAF (Extend Fund Facility) con el FMI por $ 6.500 millones para 27 meses. Se previó, en un inicio, dos desembolsos en el 2020 por $ 2.000 millones cada uno. El primero ya fue ejecutado en septiembre y se utilizó para el pago de atrasos y para la leve recuperación económica del último trimestre. Sin embargo, para recibir el segundo desembolso se requiere la aprobación de la primera revisión de las metas cuantitativas programadas a diciembre y los avances estructurales logrados.

De todos modos, el segundo desembolso está en buen camino. El FMI informó el pasado 23 de noviembre que el staff técnico ha logrado un acuerdo para la primera revisión. Esto significa que se podrá realizar el segundo desembolso una vez que el Directorio Ejecutivo termine a revisión hasta finales de diciembre, para poder cubrir la brecha fiscal.

Gráfico 1

Financiamiento multilateral y bilateral en millones de dólares ($)

 

Otro de los requisitos del Acuerdo con el FMI son las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP) para endurecer los delitos anticorrupción. Dicha reforma estructural es necesaria debido a que los países de la región pierden entre el 2 al 4% del PIB por el manejo irregular de recursos del sector público. Esta reforma requiere de la aprobación de la Asamblea Nacional (AN) para cumplir con el requisito y se concrete el segundo desembolso. Precisamente, ayer el Legislativo, apurado por las exigencias del Fondo, aprobó la normativa que ahora tendrá que ser vetada o sancionada por el Ejecutivo.

Uno de los logros de Ecuador en el marco de los acuerdos con el FMI es la Reforma al Reglamento del Coplafip. Este requisito ya se ha cumplido y con ello se busca mayor regulación en la planificación de las finanzas públicas para mejorar la ejecución presupuestaria y la capacidad institucional.

No obstante, la situación económica para el 2020 es insalvable y, por ello, el FMI ha considerado este un caso excepcional. El desequilibrio fiscal y externo, la nula flexibilidad monetaria por la dolarización, el elevado endeudamiento y el impacto de la pandemia no han permitido la sostenibilidad fiscal. Estos factores junto con un arduo trabajo diplomático han justificado el Acuerdo con el FMI por ese monto excepcional.

El Ecuador cuenta como único financiamiento seguro para los siguientes 27 meses con los fondos recibidos desde los multilaterales. Por lo que requiere generar superávit fiscales desde 2022, pues, además, ya no existe margen de endeudamiento adicional. Esta situación exige disciplina fiscal y una política tributaria compensatoria a los ingresos del petróleo que se reducirán en los años próximos. Como esto implica una reducción de ingresos permanentes, se debe realizar recortes permanentes en el gasto fiscal, aplicando medidas de austeridad.

4 FACTORES INCREMENTARON LA BRECHA FISCAL ESTIMADA EN 2020

La brecha de financiamiento se incrementó en $ 500 millones de junio a agosto. Se estimaba en junio que la brecha sería de $ 3.500 millones, pero para agosto alcanzó los $ 4.000 millones. Por supuesto, la razón general está en el golpe de la pandemia, que ha significado $ 8.000 millones en este año, y ese monto es muy difícil de absorber aún con el apoyo de los multilaterales, señaló el ministro de economía y finanzas Mauricio Pozo en Democracia TV.

Las cuatro razones específicas que explican la brecha son: la caída de la recaudación tributaria en $ 2.500 millones por la paralización de las actividades; el desplome de los precios del petróleo que se estimaban en $ 51 por barril para el 2020, cuando en la realidad el precio promedio fue de $ 15 menos al estimado; la caída del volumen de producción petrolera en -14,3% (entre la caída del precio y del volumen de producción la caída de ingresos petroleros fue de $ 2.700 millones frente a lo presupuestado); y, los atrasos que se arrastraban desde años anteriores, además de la falta de financiamiento.

En este momento, el país tiene una fuerte dependencia de los desembolsos de los multilaterales, pues se sigue esperando o recién se recibió el desembolso de otros organismos como el Banco Mundial, el BID y la CAF. Además, por la falta de petróleo no se dará este año el esperado financiamiento de China de entre $ 1.400 millones y $ 2.400 millones. Pero el ministro Pozo señaló que se espera concretar el año próximo.

Las razones de la brecha dejan una clara conclusión sobre uno de los principales problemas estructurales del Ecuador: su alta dependencia del petróleo. El petróleo y, en general, los recursos naturales, son altamente volátiles y dependientes del mercado internacional, dejando a la economía ecuatoriana completamente vulnerable. En el 2020, la actividad minera se incrementó significativamente, pero no sacará a la economía del país de su vulnerabilidad en un mediano/largo plazo.

EL DÉFICIT PREVISTO DE 3,2% EN 2020 PASÓ A 8% POR LA PANDEMIA

El déficit fiscal cerrará en el 2020 en $ 7.700 millones y no en $ 8.300 como estimaba el FMI. Según el ministro Pozo, esto se ha logrado por los desembolsos con los multilaterales que han aportado en la reactivación económica. En el último trimestre del año se han dado algunos elementos positivos para la economía: la recuperación de la recaudación tributaria, la recuperación de la producción y del precio del petróleo, y el crecimiento de las exportaciones del sector privado.

Aun así, la economía no se recupera a lo estimado a principios del 2020. El déficit inicial previsto para este año era de 3,2% del PIB, pero tras la pandemia y el desplome del sector petrolero llegó a 8% del PIB (Cuadro 1). La razón de ello es que los gastos no se han reducido tanto como los ingresos del fisco. Sin embargo, se llegaría a los logros de recortes del gasto en un mediano plazo.

Los atrasos a los proveedores continúan, pero han bajado de seis a 12 meses de rezago. Se espera aún más la reducción de bienes y servicios. Mientras que la monetización de activos que se venía negociando desde 2019 se truncó por la pandemia, pero se seguirá negociando en el 2021. En la carpeta de bienes están empresas como Campo Sacha, Sopladora, CNT y Banco del Pacífico.

Se espera que con el reciente cambio al Reglamento para las Alianzas Público-Privadas haya mayor interés de inversión. Pues el gasto de capital se ha reducido en un -39% a lo estimado. Y todo apunta a que la inversión seguirá siendo limitada en el mediano plazo.

Cuadro 1

Desempeño del sector fiscal en el 2020

 

La profunda caída en los ingresos del gobierno también ha afectado a los GAD, pues la ley contempla que estos tienen 21% de los ingresos permanentes del Estado y 10% de los ingresos no permanentes. Por ello, los GAD -en todo nivel- no han podido ni podrán recibir lo presupuestado en un inicio, y les afecta más aún porque de los ingresos del gobierno provienen 90% o más de los ingresos de los gobiernos seccionales. En este sentido, los GAD tendrán que reducir sus gastos y acoplarse a la nueva realidad de menores ingresos.

REQUERIMIENTOS DE FINANCIAMIENTO ESTÁN EN EL TOPE

En este año se ha alcanzado la cima en requerimientos de financiamiento. En junio, se estimaba que las necesidades de financiamiento serían de 13,9% del PIB y para 2021 deberán bajar en cuatro puntos porcentuales para la sostenibilidad fiscal. Aunque las cifras muestran que la situación real es peor y se requerirá tomar decisiones para reducir el déficit de -8% en el 2020 a -2,9% en 2021. La reestructuración de la deuda logró el diferimiento de deuda interna y externa, por lo que dio espacio fiscal para perfeccionar las cuentas del 2020.

Aun así, se requiere de ordenamiento de las finanzas públicas. Pues a mediano plazo los requerimientos de financiamiento no podrán superar el 6% del PIB (Gráfico 2). Aunque las proyecciones no parecen ser favorables para seguir la ruta hacia la sostenibilidad. Es por tanto que se requiere de una “simplificación tributaria” que rinda un incremento de 2,5% del PIB anualmente. No obstante, las medidas dependen del siguiente gobernante y, hasta el momento, ningún candidato se ha pronunciado acerca de los ajustes fiscales.

Gráfico 2

Requerimientos de financiamiento para los siguientes 10 años en % del PIB

 

 

CRECIMIENTO DE LA LIQUIDEZ MONETARIA POR EL CRÉDITO CON LOS MULTILATERALES

Las reservas bancarias, es decir los depósitos de la banca pública y privada, crecieron como efecto del primer desembolso del FMI por $ 2.000 millones, pasando de $ 6.096,3 millones en septiembre a $ 7.220 millones en noviembre (Gráfico 3).

¿Pero cómo llegan los recursos de los desembolsos a la banca? El gobierno central tiene pagos atrasados y obligaciones con el sector privado, estos actores lo llevan a cuentas de empresas y personas o también a cuentas institucionales del sector público a la banca privada. Y todo banco tiene un porcentaje depositado en el Banco Central que se denomina reservas bancarias.

El incremento pronunciado de los depósitos en el sistema financiero por una mayor oferta monetaria también da señales de credibilidad en el sector financiero privado, pues se ha mantenido sólido y líquido pese a la pandemia. Los depósitos a la vista crecieron $ 282 millones y el cuasidinero se incrementó en $ 1.185 millones tras el ingreso del desembolso. Esta tendencia seguirá incrementándose con la llegada de los demás desembolsos.

Gráfico 3

Oferta monetaria y liquidez total

 

 

No obstante, hay una brecha que no se puede cerrar: Reservas Internacionales (RI). Por los motivos antes mencionados, las reservas internacionales crecieron en $ 1.623,6 millones en contraste con septiembre, llegando a los $ 5.067 millones en noviembre. Sin embargo, la brecha de cobertura de los pasivos exigibles es de $ 6.784 millones, pues los pasivos que han sido depositados en el Banco Central alcanzan los $ 11.851 millones.

EL RIESGO PAÍS, SENSIBLE ANTE LOS ANUNCIOS DE LOS PRESIDENCIABLES

A partir del Acuerdo con el FMI y las negociaciones de deuda, el riesgo país logró bajar luego de un largo período que superaba los 3.000 puntos. Pero a medida que se acercan las elecciones la atención se este indicador se centra en los pronunciamientos de los candidatos más votados.

Aquellos que aparecen entre los primeros en la intención de voto de las encuestadoras son Andrés Arauz y Yaku Pérez. Sin embargo, estos candidatos tienen entre sus propuestas la creación del dinero electrónico motivo que causa cuestionamientos e incertidumbre en los mercados internacionales. Además, dada su inclinación política nunca harán pública su intención de mantener el acuerdo con el FMI, cosa que puede disparar al indicador.

Guillermo Lasso genera mejores expectativas en los mercados, no obstante, sus pronunciamientos en contra del alza de impuestos generan dudas de su programa económico, pues es un elemento fundamental para la estabilidad fiscal.

Sea como sea, quienes tendrán las decisiones más fuertes serán los siguientes gobernantes, pues son los actores que guiarán o no al país por la ruta de la sostenibilidad fiscal. Independientemente de la ideología política de los candidatos, el país tiene muchas necesidades y habrá que tomar medidas fuertes para poder solventarlas. Las políticas contracíclicas no son una opción en estos momentos, por la falta de espacio fiscal. Y, por tanto, es un seguro que debe construirse constantemente para cubrir las necesidades de la población, especialmente de los más vulnerables que son los más afectados por las crisis.

 

* MULTIPLICA es una compañía de consultoría e investigación, fundada en enero de 1994. Su objetivo central es llevar adelante investigación aplicada en las áreas empresariales, macroeconómicas, finanzas y desarrollo.

 

 

 

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Last modified on 2020-12-16

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