Ecuador tiene opciones claras para mejorar su competitividad y productividad, una de las principales es la reforma a la regulación laboral vigente, que en las últimas semanas se está analizando a nivel de Gobierno, empresarios y trabajadores. La competitividad es importante para la economía de los países porque permite que sus servicios y productos se posicionen dentro de un mercado global, lo que se traduce en ingreso de divisas que dinamizan la economía. Además, promueve una mayor productividad dentro de las empresas y también una mejor asignación de recursos entre ellas.
La competitividad, entendida como la capacidad de un producto de competir en mercados globales, en una economía dolarizada como la ecuatoriana se transparenta ya que no está influenciada por la devaluación de la moneda, como sucedía cuando el Ecuador utilizaba el Sucre (competitividad espuria). El plan económico del Gobierno ya contempla algunos componentes de competitividad y el acuerdo con el FMI exige reformas que apuntalen un entorno más competitivo.
De acuerdo con el World Competitiveness Report 2018, levantado por el Foro Económico Mundial, el Ecuador se ubica en el puesto 86, mientras que países vecinos como Colombia y Perú están en el puesto 60 y 63, respectivamente. Las economías de América Latina sufren de falta de competitividad en comparación con regiones más desarrolladas.
¿Qué hacer para mejorar estos indicadores en el país? Adrián Ordóñez, gerente general de Coface Ecuador, empresa líder en seguros de crédito a nivel mundial, aborda las posibles soluciones para desarrollar la competitividad en el Ecuador:
El marco legal en el que operan las industrias en el Ecuador aún responde a la realidad de una economía previa a la dolarización (caduca y desactualizada), en la que era necesario proteger la capacidad adquisitiva que se deterioraba por las devaluaciones. La actual regulación laboral impone condiciones muy rígidas que no incentivan la generación de empleo. Para mejorar la productividad se requiere mayor flexibilidad, principalmente en las siguientes variables:
- Modalidades de contratación: esquemas flexibles de contratación sin atentar contra los derechos de los trabajadores.
- Vinculación laboral: costos de contratación y desvinculación no tan elevados, de acuerdo a la realidad económica del país.
- Jornada laboral: en los países vecinos como Perú y Colombia, la jornada laboral es de 48 horas semanales, lo que representa una desventaja competitiva frente a las 40 horas semanales de la jornada laboral en Ecuador.
- Jubilación patronal: revisar este beneficio, ya que para muchas empresas esta obligación ha significado una carga insostenible.
En Ecuador la tasa de interés para créditos es muy alta. En promedio puede ir desde 8% hasta 16%, lo que significa que en una economía dolarizada y con una inflación de menos del 1% es una tasa prohibitiva; por lo que resulta muy costoso endeudarse. Para las empresas que desean invertir, el acceso al crédito constituye una barrera. Según manifiesta el experto de Coface es un tema que debe solucionarse y analizarse sin poner en riesgo al sistema bancario.
Es un factor determinante para la competitividad de una nación, en el Ecuador han existido avances significativos en cuanto a infraestructura vial y puertos.
La infraestructura vial del país impacta directamente en la competitividad y productividad, y se traduce en menor tiempo en el desplazamiento, reducción de costos de mantenimiento de los vehículos porque las carreteras están en buen estado. En este sentido el sector industrial cuenta con una ventaja, y el Gobierno debe seguir trabajando en esta línea.
La variable de innovación es fundamental y va de la mano con el desarrollo, la investigación y la tecnología. Los procesos tienen que ser cada vez más innovadores, automatizados, deben ir a la vanguardia. Si continuamos con procesos de manufactura de hace 20 años, frente a otros países que se van tecnificando nos colocamos en desventaja y somos menos competitivos, así lo explica Ordóñez. En este sentido se debe evaluar si el Estado está fomentando la innovación y el desarrollo tecnológico, para facilitar la transferencia de tecnología.
El paso de producir commodities o productos primarios a los productos de valor agregado como es el caso del chocolate, es fundamental. Durante más de 50 años el Ecuador exportó cacao y apenas en los últimos años ha empezado a producir chocolate. Desde hace mucho tiempo los mejores chocolates del mundo se hacen con cacao ecuatoriano, ahora en Ecuador se trabajó en la cadena de valor de este producto y se ha logrado producir chocolate de muy buena calidad, que destaca en los mercados internacionales.
En este contexto, Ordóñez señala que cabe analizar la posibilidad de que el Ecuador trabaje en la cadena de valor del petróleo y empiece a producir derivados; al tiempo de analizar cómo hacer lo mismo con otros productos.
El Ecuador debería enfocarse en una estrategia de exportación de servicios, la exportación de bienes no transables es menos vulnerable a fluctuaciones de precio.
- Turismo: por ejemplo, si se exporta el servicio de turismo a las Islas Galápagos, es algo que ningún otro país en el mundo puede hacerlo, por lo que se cuenta con una ventaja comparativa frente a otras naciones. El Ecuador, al ser un país megadiverso, tiene muchos lugares que pueden explotarse de mejor manera hacia afuera. En este sentido, el turismo debe ser un eje transversal de la política productiva del país.
- Servicios financieros: Ordóñez plantea la posibilidad de que Ecuador se convierta en un hub de servicios financieros, al ser un país pequeño, dolarizado y con un sistema bancario sólido, que podría atraer capitales de todo el mundo. Para ello, se necesitaría generar un entorno de incentivos tributarios y fiscales, aclarando que no se trata de un paraíso tributario.
- Desarrollo de tecnología y software: El Ecuador podría ser un productor de servicios de software básico, por ejemplo de call center. Son campos en los que podría competir y es muy importante dar los primeros pasos para no quedarnos atrás de países vecinos.
Existen además problemas estructurales en el país que son la raíz de muchos otros: la oferta exportable y el nivel de educación de la población, por lo que resulta necesario que los Gobiernos empiecen a trabajar en las soluciones a largo plazo, que beneficiarán al país en todos los ámbitos.
Es indispensable además construir un entorno saludable para las inversiones (clima de negocios), esto quiere decir que exista seguridad jurídica y estabilidad política. De esta forma se fomenta la competitividad y productividad en el país.
Finalmente, el gerente general de Coface enfatiza en la importancia de identificar los sectores estratégicos de la economía como el turismo y agroindustria, para enfocar todos los esfuerzos y recursos en ellos y generar mayores ventajas competitivas para el desarrollo del país y la atracción de inversión extranjera.
* Coface en una compañía de referencia en el seguro de crédito, la gestión de riesgos y la economía global.
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Last modified on 2019-06-19