La economía ecuatoriana creció 4,2% en 2021 tras una caída de -7,8% en 2020. La recuperación de Ecuador es la más baja de Sudamérica, según las cifras del Banco Mundial. El PIB real de Ecuador debe crecer al menos 4% en 2022 para alcanzar los niveles prepandemia. El Banco Mundial es más optimista, pues espera que la economía ecuatoriana crezca 4,3% en 2022 y 3,1% en 2023. Colombia y Ecuador tendrían el mejor desempeño de la región en 2022 y 2023. Según el Banco Mundial, el resultado fiscal de Ecuador sería el más positivo de la región. Sin embargo, las cifras de inflación siguen aumentando (y no lo ingresos) y las de pobreza y pobreza extrema no alcanzan aún los niveles pre pandemia.
LA RECUPERACIÓN DE LA ECONOMÍA EN 2021 FUE LA MÁS BAJA DE LA REGIÓN
La economía ecuatoriana creció 4,2% en 2021 tras una caída de -7,8% en 2020. Este crecimiento estuvo impulsado por el consumo de los hogares y la inversión, que aumentaron en 10,2% y 4,3%, respectivamente, según el Banco Central del Ecuador (BCE). En términos nominales, el Producto Interno Bruto (PIB) de 2021 alcanzó los $ 106.166 millones, superior a los $ 99.291 millones registrados en 2020.
Sin embargo, el PIB real todavía no alcanza los niveles obtenidos en los años prepandemia, pues en 2021 fue de $ 69.089 millones mientras que en 2019 fue $ 71.879 millones. La contracción de 2020 fue mayor al promedio de la región latinoamericana (6,9%) e implicó un retroceso de siete años en términos de producción e ingreso ya que el PIB en valores constantes fue menor al observado en 2013.
La recuperación del Ecuador en 2021 es la más baja de Sudamérica, según las cifras del Banco Mundial. Además, junto a Bolivia y Uruguay son los únicos países cuyas tasas de crecimiento son menores a las de 2020 en valor absoluto (Tabla 1). Entre los países con mejores resultados económicos se encuentra Perú, que durante la pandemia cayó 11% pero creció 13,3% en 2021; Chile, que decreció 6% y se recuperó en 11,7%, y Colombia, que creció 10,6% luego de caer 7% en 2020.
Tabla 1
Crecimiento del PIB en la región
El PIB real de Ecuador debe crecer al menos 4% en 2022 para alcanzar los niveles prepandemia. Sin embargo, el BCE estima un crecimiento anual de 2,8%, lo cual es una desaceleración de la economía en comparación con el dinamismo mostrado en 2021. La previsión para el año 2022 considera un crecimiento anual de la inversión o formación bruta de capital fijo en 5%, del consumo de los hogares en 4,1% y de las exportaciones en 1,7%.
Es posible que la previsión de crecimiento del BCE esté subestimada, como sucedió el año pasado. En ese sentido, el Banco Mundial es más optimista pues espera que la economía ecuatoriana crezca 4,3% en 2022 y 3,1% en 2023. Según las proyecciones del multilateral, Colombia y Ecuador tendrían el mejor desempeño de la región pues serían los países con mayor crecimiento (Gráfico 1).
Gráfico 1
Perspectivas de crecimiento para la región
SOLO UN TERCIO DE LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS SUPERÓ LA PRODUCCIÓN DE 2019
El valor agregado bruto (VAB) es el valor de la producción menos los insumos utilizados y es una medida de la contribución al PIB por sectores. El VAB petrolero considera la producción generada en las industrias relacionadas tanto con la extracción de petróleo y gas natural, como con las de fabricación de productos derivados de la refinación de petróleo.
En términos reales, presentó un crecimiento de 0,2% en 2021. El sector petrolero pudo lograr un mejor desempeño anual, pero se vio afectado por una rotura de los oleoductos SOTE y OCP, lo cual obligó a una paralización paulatina de varios pozos petroleros, afectando la actividad de extracción de petróleo crudo.
Por otro lado, el VAB no petrolero se compone de todas las demás ramas económicas, como la manufactura, construcción, comercio, agricultura, entre otras. Las industrias no petroleras crecieron 4,2%.
El VAB por industria permite un análisis más detallado de la evolución de la producción y muestra que la recuperación ha sido heterogénea. En 2021, las industrias que alcanzaron un mayor crecimiento fueron: refinación de petróleo (23,9%), por la recuperación de la producción de las refinerías; alojamiento y servicios de comida (17,4%), en respuesta a la reactivación paulatina del turismo, y acuicultura y pesca de camarón (16,2%), gracias a la mayor demanda externa de camarones (Gráfico 2).
Gráfico 2
Crecimiento del VAB por industria
Por el contrario, las industrias que presentaron una mayor contracción fueron: servicio doméstico (9,2%) y construcción (6,6%). Cabe mencionar que por tercer año consecutivo la construcción contrae su nivel de actividad.
De las 18 industrias clasificadas por el BCE, solo seis han superado la producción real prepandemia: acuicultura y pesca de camarón; pesca (excluyendo camarón); refinación de petróleo; comercio, correo y comunicaciones, y actividades de servicios financieros.
LA CONSOLIDACIÓN FISCAL AVANZA A BUEN RITMO
Los ingresos totales del Sector Público No Financiero (SPNF) sumaron $ 38.525 millones, crecieron 21,5% frente al monto registrado en 2020. El incremento de los precios del petróleo, de un valor promedio de $ 35,6 en 2020 a $ 62 en 2021, generó un aumento de 65,5% en los ingresos petroleros o el equivalente a $ 5.184 millones con respecto a su valor de 2020.
Por su parte, los ingresos no petroleros alcanzaron un monto de $ 25.422 millones, superior en 6,9% respecto a los $ 23.783 millones registrados en 2020. Del total de ingresos no petroleros, el 53,6% corresponde a ingresos tributarios ($ 13.623 millones), los cuales crecieron en 10,2% respecto a lo recaudado en 2020.
Los gastos totales presentaron un incremento de 3,7% y alcanzaron $ 39.206 millones. Este resultado responde al aumento de los gastos de capital e inversión en 26,9% o el equivalente a $ 1.957 millones. Por el contrario, los gastos corrientes disminuyeron en 1,8% o $ 542 millones. Esta reducción se explica por la caída en el pago de intereses externos, que pasaron de $ 2.440 millones en 2020 a $ 934 millones en 2021. Además, los egresos en sueldos y salarios disminuyeron en 2,7% ($ 268 millones). Cabe destacar que el pago de remuneraciones se concentra en los sectores de Educación, Salud, Defensa Nacional y Asuntos Internos, los que representan el 83,7% de la masa salarial.
El resultado global del SPNF fue un déficit de 0,6% del PIB, menor en 1,7 puntos porcentuales a lo esperado en la programación fiscal e inferior al déficit de 2020 que llegó a 6,1% del PIB. La reducción del déficit primario no petrolero del SPNF es una meta del acuerdo con el FMI. Durante los tres años de aplicación del programa (2019-2021), se evidencia una reducción del déficit primario, tanto en porcentaje del PIB (de 4,2% a 3,5%), como en valores nominales (de $ 4.568 millones a $ 3.690 millones). La consolidación fiscal avanza a buen paso, de hecho, el Banco Mundial prevé que Ecuador tenga el balance fiscal más superavitario de la región (Gráfico 3).
Gráfico 3
Balance fiscal en América Latina y el Caribe – previsiones 2022
Fuente: Banco Mundial.
INFLACIÓN Y POBREZA, UNA OLLA DE PRESIÓN SOCIAL
A pesar del mejor panorama fiscal, los indicadores sociales en el país no van por el mismo camino. La mayor actividad económica se reflejó en el aumento de los precios. A partir de julio de 2021, en términos interanuales, la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue positiva después de doce meses consecutivos de presentar un IPC negativo. La dinámica presentada a partir del segundo semestre del año se explica mayoritariamente por los incrementos de los precios en los servicios de transporte y combustibles. En marzo de 2022 la inflación anual fue de 2,64%.
Para 2022, el BCE prevé que la inflación alcance un valor de 2,66% de manera acumulada a fin de periodo. Este incremento en el nivel de precios se fundamenta en un crecimiento esperado en el precio de los combustibles, lo que ocasionaría un aumento en el costo de los fletes y un alza en los precios de los demás commodities.
Adicionalmente, el conflicto entre Ucrania y Rusia plantea una subida en los precios de materias primas (urea, fertilizantes, entre otros) utilizadas en el sector agrícola, lo cual plantea un aumento en los precios vía componente importado.
El incremento de precios afecta mucho más a los hogares pobres y a la clase socioeconómica vulnerable. Además, el costo de los productos aumenta, pero no así los ingresos ya que solo una de cada tres personas en Ecuador tiene un empleo adecuado. En 2021, la pobreza y pobreza extrema por ingresos disminuyeron en 5,3 y 4,9 puntos porcentuales, respectivamente (Gráfico 4).
Esta reducción se explica por los programas de ayudas sociales a los ciudadanos más vulnerables, en donde se evidenció un incremento en el número de beneficiarios de 16,7%, pasando de 1,2 millones de usuarios en 2020 a 1,4 millones en 2021. No obstante, los niveles de pobreza y pobreza extrema todavía son superiores a los registrados durante 2018 y 2019.
Gráfico 4
Evolución de la pobreza por ingresos
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) muestra que por cada 10% de aumento en los precios de los alimentos, se espera un aumento de 2 puntos porcentuales en la pobreza. Si a esto le sumamos la falta de confianza en las instituciones, la escasez de medicinas, la inseguridad y el deterioro de los servicios públicos, todo indicaría que se está incubando una posible crisis social. A pesar de que los resultados fiscales parecen favorables, los indicadores sociales no, y son justamente los hogares más afectados por la pandemia los que aún no logran recuperarse.
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Last modified on 2022-04-14