En América Latina y el Caribe, una de cada tres mujeres realiza trabajo remunerado de forma independiente. En Ecuador, 41% de las microempresas son dirigidas por mujeres, lo cual muestra su importancia en la fuerza laboral. Por esta razón, se han impulsado las capacitaciones empresariales a microemprendedores, pero la evidencia demuestra que las capacitaciones tradicionales tienen un impacto bajo o nulo. Un estudio realizado en Ecuador evidencia que las capacitaciones alternativas, con métodos prácticos y sencillos, aumentan las ganancias y las ventas de microempresas, especialmente de mujeres microemprendedoras.
LA IMPORTANCIA DE LA FUERZA LABORAL FEMENINA EN ECUADOR Y AMÉRICA LATINA
En Latinoamérica y el Caribe, una de cada tres mujeres que realiza trabajo remunerado lo hace de forma independiente. En la región, las mujeres dirigen alrededor del 50% de las empresas de cinco o menos empleados (microempresas), lo que demuestra su importancia en la fuerza laboral de la región.
En Ecuador, las mujeres dirigen 41% de las microempresas (5 empleados o menos), el 18% de las empresas pequeñas (entre 5 y 10 empleados), el 14% de las empresas medianas (entre 11 y 99 empleados) y solo 4% de empresas grandes (100 empleados o más). Mientras la empresa aumenta de tamaño, el porcentaje de mujeres que las dirigen va disminuyendo (Gráfico 1).
Las empresas grandes tienen una baja participación de dueñas mujeres y Ecuador tiene el porcentaje más bajo. Por otro lado, El Salvador reporta el porcentaje más elevado, con 14%. El Salvador es el país de América Latina y el Caribe con menor desigualdad por ingresos, incluso menor a Uruguay, lo cual puede tener relación con la mayor participación femenina en empresas grandes.
En cuanto al sector, la mayor parte de las mujeres ecuatorianas está en el sector del comercio (28%), el 13% en manufactura, el 10% en agricultura, 11% en servicios y 0% en construcción. De la región, el Ecuador es el país con mayor participación femenina en agricultura, de acuerdo con datos del Banco Mundial.
Gráfico 1
% de mujeres por tamaño de empresa y sector
ESTRATEGIAS PARA APOYAR A LAS MICROEMPRESARIAS BASADAS EN LA EVIDENCIA
Las micro y pequeñas empresas son claves dentro de la actividad económica en los países de ingresos bajos y medios. Hay una importante brecha de género en el desempeño empresarial. Los negocios dirigidos por mujeres (en comparación con los dirigidos por hombres) son más pequeños en términos de empleados, ventas, costos y capital físico. Además, las mujeres enfrentan más desafíos para convertir sus microempresas en pequeñas y medianas.
Entre las barreras más comunes que se enfrentan las microempresarias para dirigir negocios exitosos están las responsabilidades del hogar y las normas sociales asociadas a las labores domésticas. Una manera de superar estos desafíos de las microempresarias es la capacitación empresarial. Sin embargo, esta puede ser insuficiente si además enfrentan barreras adicionales como restricciones económicas y normas sociales rígidas. Por esta razón, las estrategias para apoyar a las micro empresarias de Latinoamérica y el Caribe, basadas en la evidencia, son sumamente importantes.
La limitada agencia de las mujeres en países en vías de desarrollo puede restringir su habilidad de poner en práctica el conocimiento de las capacitaciones empresariales, por lo que diversos estudios sugieren que los programas de capacitación alternativos son más efectivos que los tradicionales. Estos programas alternativos son impartidos uno a uno, adaptando las necesidades de las y los participantes, enseñándoles habilidades fáciles de aplicar y fomentando la mentalidad empresarial.
Al reconocer el problema, instituciones internacionales y gobiernos han ido aumentando los subsidios para programas de capacitaciones. Por ejemplo, el Banco Mundial invirtió $ 9 billones en 93 programas entre 2002 y 2012. Sin embargo, no se sabe el efecto causal de estas capacitaciones, si fueron realmente efectivas o no.
Algunos estudios encontraron que estos programas tienen impactos positivos en el conocimiento sobre negocios y práctica, pero estos impactos no se trasladan necesariamente en mejores resultados de la empresa. Otro limitante es creer que se puede aplicar el mismo programa para varios países y sectores, pero no, se debe tomar en cuenta los diferentes contextos.
Un programa de capacitación alternativo busca simplificar la capacitación tradicional y convertirla en un conjunto de reglas y rutinas fáciles de entender. Por ejemplo, en lugar de enseñar contabilidad, la capacitación se enfoca en principios financieros básicos, como mantener el dinero del hogar y el de la empresa en dos cajones separados. Este tipo de enfoque es atractivo para capacitar a las empresas más pequeñas y a los propietarios de empresas que carecen de educación formal en estas áreas de necesidad.
CAPACITACIÓN DE REGLAS PRÁCTICAS AUMENTÓ LAS GANANCIAS Y LAS VENTAS DE MICROEMPRESARIAS
Una capacitación financiera de reglas prácticas aumentó las ganancias y las ventas diarias, particularmente entre las microempresarias y las personas que experimentan más factores estresantes y preocupaciones, como el cuidado infantil o las tareas del hogar.
Una investigación realizada por Arraís, Bhanot y Calero evidencia el impacto de estas capacitaciones, el cual es mucho mayor al de las capacitaciones tradicionales. El estudio se realizó en 2.408 microemprendedores en Pichincha y Guayas para personas de comercio, peluquerías, panaderías, tiendas de frutas, cyber cafés, entre otros.
Las estrategias analizadas fueron:
- Flujo de caja: sistema organizado para regular los gastos del negocio, usar una caja registradora para separar el dinero en categorías, empezar todos los días con el mismo monto y reponiéndolo.
- Calcular las ganancias diarias: gestionar el flujo de caja a corto y largo plazo de forma sencilla y precisa. La estrategia era contar las ganancias y pérdidas diarias al calcular el monto de dinero en la caja registradora al inicio y al final del día, y contabilizar las ganancias de los negocios semanalmente o mensualmente. También separar el dinero del negocio de los gastos personales, creando un sistema para pagarse a uno mismo y a los empleados un salario regular.
- Pagar a crédito: establecer reglas que les permita a los consumidores pagar a crédito y crear un sistema para pagar la deuda regularmente.
- Ahorros: crear un sistema para reservar ahorros regularmente. Reservar un monto diario para emergencias, al menos $ 1, crear un objetivo personal de ahorro y un espacio separado para ahorrar para ese objetivo.
Los resultados indicaron un impacto positivo en índices de ventas y ganancias, y los efectos son mucho mayores para mujeres que para hombres. Además, fue una estrategia más efectiva para emprendedores con una menor capacidad de atención que para los que tienen una mayor capacidad. Este tipo de capacitaciones son más efectivas, especialmente en contextos donde la población tiene bajos niveles de destrezas.
Además es una capacitación costo-efectiva, específicamente los beneficios de esta capacitación son 37% mayores que los de la capacitación tradicional, incluso tomando en cuenta que es más cara implementarla. Las capacitaciones tradicionales, por otro lado, no tienen ningún impacto significativo en las medidas.
¿POR QUÉ NO SON EFECTIVAS LAS CAPACITACIONES TRADICIONALES?
Las capacitaciones tradicionales pueden proveer mucha información o información muy compleja para practicarla o poner en acción. Para individuos que tienen menos educación o menor desarrollo cognitivo, esta complejidad puede conllevar a la inefectividad de los programas de capacitación.
En Ecuador, como en muchos otros países, las mujeres pasan mucho más tiempo en trabajo no remunerado que los hombres. Por lo tanto, las mujeres en estos contextos deben llevar a cabo más actividades al mismo tiempo, las mujeres pueden estar más cargadas cognitivamente que los hombres, lo que puede influir en la eficacia de los programas de capacitación.
Muchos estudios en psicología evidencian los efectos adversos de hacer muchas actividades al mismo tiempo en el rendimiento y la relación entre estos efectos negativos con el esfuerzo cognitivo que las tareas requieren.
Los programas alternativos de capacitación empresarial que se adaptan a las necesidades de sus participantes, enseñan habilidades fáciles de aplicar, o van más allá de los planes de estudio tradicionales para fomentar la mentalidad empresarial y podrían ser una solución eficaz para mitigar la brecha de género en la gestión empresarial y, en consecuencia, la brecha de ingresos.
Por esta razón, las estrategias basadas en evidencia son claves para la formulación de políticas públicas, de esta manera se evita el uso de recursos en programas con bajo o nulo impacto y más bien se direccionan hacia aquellos que realmente mejoran la calidad de negocio y de vida de los beneficiarios.
*Elaborado por Maí Suárez, redacción Revista Gestión
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Last modified on 2022-04-11