Entre enero y septiembre de este año, las ventas alcanzaron $ 124.842 millones, representando un crecimiento de 13,5% respecto a 2021 y el volumen de ventas más importante de la historia contemporánea de país, superando incluso los años pre-pandemia. No obstante, un mayor nivel de ventas no se refleja completamente en el crecimiento del PIB y no se debe tomar como un reflejo de una mejoría en las condiciones de la economía en general. Adicionalmente, si bien el índice de confianza empresarial mantiene variaciones positivas a lo largo del año, los problemas de delincuencia e inseguridad amenazan el entorno económico y no permiten aprovechar completamente el potencial del turismo, comercio y recreación debido a los múltiples toques de queda y estados de excepción.
EL CRECIMIENTO EN VENTAS ES MUCHO MAYOR QUE EN ÉPOCAS PRE PANDEMIA
Durante el Gobierno de Guillermo Lasso, el nivel de ventas se ha incrementado de manera sustancial. El Ministro de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena, destacó que el crecimiento de las ventas entre 2021 y 2022 es cuatro veces mayor al crecimiento que se dio entre 2018 y 2019 (años pre-pandemia).
Se puede observar que para 2022, las ventas totales desde enero hasta septiembre alcanzaron los $ 124.842 millones, representando un crecimiento del 13,5% respecto a 2021 (Gráfico 1). A su vez, los ingresos totales de las empresas durante septiembre se incrementaron 8,8% contra el mismo mes del 2021, mientras que al compararla con la época pre-pandemia se registra un crecimiento mucho mayor, llegando al 13,4%.
De esta manera, incluso al ajustar las cifras por inflación (la segunda más baja del continente americano) y por crecimiento poblacional, el volumen de ventas sigue siendo el más importante de la historia contemporánea, superando incluso los años pre-pandemia.
Gráfico 1
Evolución del nivel de ventas desde enero a septiembre (2018-2022)
Se espera que este panorama siga mejorando ya que noviembre tiene tres eventos importantes para la reactivación económica: Black Friday, el Mundial de Fútbol y Navidad, donde las ventas pueden aumentar de manera importante, especialmente en el comercio, los servicios de alimentación y el turismo.
Precisamente, el comercio es la actividad más importante a nivel de ventas que tiene el país, representando el 43,4% del total, con $ 54.170 millones, seguida por las industrias, con $ 19.023 millones (Gráfico 2), la cual representa el 15,2% del total de ventas. Ambas actividades crecieron más de 10% anualmente.
Gráfico 2
Ventas totales por actividad económica desde enero a septiembre 2022
¿QUÉ SIGNIFICA UN MAYOR NIVEL DE VENTAS PARA LA ECONOMÍA EN SU CONJUNTO?
El crecimiento en el nivel de ventas está directamente ligado a la producción, ya que si una empresa empieza a vender más, sus expectativas de producción a futuro se elevan para suplir la demanda, constituyéndose uno de los motores de la economía. A su vez, un mayor volumen en las ventas totales se refleja en una mayor recaudación por concepto de IVA, a pesar de que no todos los productos gravan el 12%, ya que los que pertenecen a la canasta básica no lo hacen.
No obstante, no se debe tomar este indicador a la ligera, ya que un mayor nivel de ventas no necesariamente significa que una economía crezca. Se puede apreciar que en todos los años el volumen de ventas supera incluso al Producto Interno Bruto (PIB) del país, esto se debe a que el indicador del PIB suma solo el valor de las ventas finales de una empresa y no los insumos intermedios que requiere, ya que de lo contrario produciría duplicidades, dado que los productos finales de un productor son, a menudo, un consumo intermedio de otro.
Por otra parte, al registrarse únicamente las ventas formales contabilizadas en el SRI se deja a un lado el aporte de la economía informal, la cual sigue siendo un reto muy grande para el país, ya que, de acuerdo con las cifras, solamente el 18% de los comerciantes autónomos en Quito son formales, lo que podría ser una aproximación de lo que sucede en el resto del país.
Es decir, si ya de por sí el PIB es criticado por los economistas al ser un indicador con muchas falencias para aproximarse al nivel de vida que tienen los ciudadanos, el volumen de ventas está aún más alejado de reflejar una mejoría en las condiciones de la economía en general.
LA INSEGURIDAD AMENAZA EL CRECIMIENTO DEL COMERCIO Y LA CONFIANZA EMPRESARIAL
El Índice de Confianza Empresarial (ICE) es un indicador que mide la percepción del sector empresarial en cuanto a su actividad económica frente al entorno nacional e internacional. El ICE se calcula en base a cuatro sectores productivos del país: industria, comercio, servicios y construcción, y está dirigido a los principales ejecutivos de las 1.000 empresas más representativas del país, elegidas según su nivel de ventas.
Básicamente, consiste en una encuesta a los empresarios sobre sus perspectivas de venta, rentabilidad y contratación de mayor personal a futuro; por lo que, si responden positivamente, significa que el entorno económico es favorable desde su punto de vista.
Para septiembre, el Índice de Confianza Empresarial (ICE) Global registró 1.653,3 puntos (Gráfico 3), lo que significó un aumento de 12,5 puntos, comparado con el mes anterior. Este indicador ha tenido una variación positiva en todos los meses del año, a excepción de junio por las manifestaciones indígenas, lo que significa que cada vez el sector empresarial augura un mejor entorno económico para el país.
Gráfico 3
Evolución del índice de confianza empresarial (2021-2022)
No obstante, al ser una encuesta dirigida únicamente a las empresas más grandes, y de pocos sectores productivos, tiene un sesgo sobre la realidad al no contar con el punto de vista de los medianos y micro productores, quienes pueden tener una perspectiva muy diferente, ya sea por su tipo de negocio o porque tienen que enfrentarse a dificultades como inseguridad y delincuencia en sus operaciones diarias.
El sector del turismo es uno de ellos, ya que se ha visto gravemente afectado por la inseguridad. Los múltiples toques de queda y estados de excepción hacen que las personas tengan que volver a sus hogares antes de lo previsto, interrumpiendo el comercio, el turismo, la recreación y demás actividades económicas. Debido a esto, tanto el sector turístico como comercial de Guayaquil piden la derogatoria de toque de queda; siendo esta una de las tres provincias junto con Esmeraldas y Santo Domingo bajo este estado debido su alto nivel de delincuencia.
Se puede evidenciar que la escalada de violencia ha hecho que el crecimiento del comercio se desacelere respecto al año anterior, pasando de 14,4% a 13,6% (Gráfico 4). De acuerdo con Arosemena, el comercio necesita horarios extendidos, no reducidos. Si se trabajan menos horas, hay más aglomeración y menos ventas/empleo.
Gráfico 4
Actividades económicas que más crecieron anualmente
De esta manera, a pesar de que el índice de confianza empresarial suba, la inseguridad obliga a que las empresas y negocios cierren y a que su nivel de ventas sea subóptimo. No se pueden crear condiciones adecuadas para el crecimiento económico sin un control de la seguridad y delincuencia que agobia a todas las ciudades del país, perjudicando en mayor medida a los medianos y pequeños negocios; queda la pregunta si el incremento en los niveles de ventas y confianza empresarial se ha dado gracias a las acciones del Gobierno o a pesar de ellas.
(*) Jorge Pérez, analista económico Revista Gestión.
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Last modified on 2022-11-27