El endeudamiento público total a septiembre del 2020 representa 59,8% del PIB. Se prevé que este monto se incremente por las negociaciones con China y también por los desembolsos del FMI y el Banco Mundial para cubrir el déficit fiscal que es de $ 13.000 millones. Del total de la deuda, 69% corresponde a endeudamiento externo. Entre los créditos bilaterales destaca China, país al que Ecuador le debe $ 5.288 millones, y está en busca de más recursos, pero hay petróleo de por medio.
Con el uso de la nueva metodología de cálculo de la deuda, se considera como externa a los préstamos con organismos internacionales, bancos, gobiernos y proveedores, a los títulos de deuda o bonos emitidos en mercados internacionales, a los Derechos Especiales de Giro (DEG) y otros pasivos, y se considera a los pasivos con derechos contractuales intangibles y ventas anticipadas de petróleo.
Por otro lado, la deuda interna está conformada por préstamos internos con el Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE) y con el resto del sector residente; también los bonos emitidos en el mercado interno con tenedores públicos y privados; y otras cuentas por pagar, obligaciones no pagadas y con la seguridad social.
POLÍTICA FISCAL INSOSTENIBLE
El Reporte de Consistencia Macroeconómica de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador presentó en octubre detalla que los determinantes de la insostenibilidad fiscal del país se deben principalmente al endeudamiento agresivo para cubrir gastos corrientes y también a los elevados costos financieros (tasas de interés).
Asimismo, otro problema surge con las métricas. Anteriormente, dentro de la deuda pública externa no se consideraban las ventas anticipadas de petróleo ni los pasivos por derechos contractuales intangibles. Y en la deuda interna, se dejaban fuera a los préstamos con el Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE) y con el Banco Central del Ecuador.
Las diferencias son considerables entre ambas formas de medir el endeudamiento (Gráfico 1). Con corte a septiembre del 2020 (último dato disponible), el endeudamiento público consolidado con la nueva metodología fue de $ 57.804 millones (59,89% del PIB), $ 3.677 millones más que si se calculaba con el anterior método ($ 54.126 millones).
Gráfico 1
Deuda pública total con respecto al PIB (cálculo con la antigua y nueva metodología)
La nueva metodología fue introducida en noviembre del 2018, mostrando una deuda pública total mayor, pero ya al cierre de 2016 el endeudamiento público era de 39,6%, cuando el umbral máximo establecido en la Constitución era de 40% del PIB. Al final de 2017, la relación deuda/PIB superaba 44% con la metodología anterior.
Para flexibilizar y permitir que se alcance el límite de endeudamiento máximo, mediante la disposición Transitoria Décima Séptima de la Ley para el Fomento Productivo, Atracciones de inversiones, Generación de Empleo y Estabilidad y Equilibrio Fiscal se estableció que durante el periodo 2018-2021 no regiría el límite de endeudamiento de 40%.
En un principio, mediante esta ley se buscaba dar espacio para acomodar las finanzas públicas, no obstante, el endeudamiento no se reestructuró sino que creció de manera importante. Con la coronacrisis, a septiembre, llegó a 59,89%, y se espera que se incremente hasta el cierre del año.
MÁS DE DOS TERCIOS DE LA DEUDA ES CON EL EXTRANJERO
La deuda externa a septiembre fue de $ 40.430 millones, lo que representa 69,94% del total de las obligaciones del país (Tabla 1.). En esta categoría, resalta la participación de los organismos multilaterales como el FMI, CAF, BID, entre otros. El monto adeudado se acerca a los $ 14.000 millones.
Con los multilaterales se tiene que considerar el acuerdo con el FMI que permitirá al país acceder a $ 6.500 millones ($ 4.000 millones en 2020, $ 1.500 millones en 2021 y $ 1.000 millones en 2022). El acuerdo establece una tasa de interés de 2,9% con una duración de 10 años y 4 de gracia. Los fondos recibidos ayudarán a cubrir el déficit del país, que se estima es de $ 13.000 millones.
Pero el monto más significativo de la deuda aún tiene que ver con la emisión de bonos soberanos en el mercado internacional. Los títulos de deuda emitidos por el Estado tienen un vencimiento, en algunos de ellos, hasta 2030.
En agosto se logró un alivio fiscal cercano a 30%, principalmente porque los tenedores de bonos aceptaron y se logró intercambiar bonos en el mercado con vencimiento entre 2022 y 2030 por bonos con vencimiento en 2030, 2035 y 2040.
Tabla 1
Desagregación de la deuda ecuatoriana
Con el refinanciamiento de los bonos, además de diferir el vencimiento, se logró reducir el pago de capital original de $ 17.375 millones a $ 15.835 millones, además de bajar la tasa de interés promedio de 9,2% a 5,3%. Y el incremento en el tiempo de vencimiento fue de 6,1 años a 12,7 años.
El endeudamiento interno representa el 30% restante de la deuda ecuatoriana, que en su mayor parte está conformada por bonos emitidos en el mercado interno. Estos bonos se encuentran en su gran mayoría en manos de instituciones públicas como un “pagaré” del Estado.
CHINA CUBRE EL 71% DE LA DEUDA BILATERAL Y PODRÍA LLEGAR A 78%
Entre la deuda a los bancos y países, que fue de $ 7.393 millones a septiembre, la mayoría de esos recursos están comprometidos con China. La deuda directa con China es de $ 5.288 millones, 71,53% del total (Gráfico 2). Pero este monto se espera aumente por las últimas negociaciones que se han llevado a cabo desde marzo entre el Ministerio de Finanzas y empresas y bancos chinos.
Gráfico 2
Países y su participación en la deuda nacional
El importante endeudamiento con China y el contexto recesivo del 2020 llevaron al Ecuador a buscar un aplazamiento en los pagos. En septiembre pasado se logró un alivio financiero de $ 891 millones, según el Ministerio de Economía y Finanzas.
Si bien la mayor parte de la renegociación de deuda se llevó a cabo por medio de los tenedores de bonos, para dar mayor espacio también se refinanció la deuda con Eximbank y con el China Development Bank (CDB), ambos bancos chinos con los que Ecuador tiene obligaciones que vencían este año.
Con Eximbank se logró una renegociación de $ 474 millones, que durará lo que resta del 2020 y el 2021. La cartera de créditos con esta institución financiera se adquirió para dar recursos a los proyectos Coca Codo Sinclair, Paute-Sopladora, Minas-San Francisco, entre otros.
Por otro lado, con el CDB el 5 de agosto se reprogramó la deuda para no realizar pagos durante los próximos 12 meses. Los pagos pendientes ascendían a $ 417 millones, por lo que en conjunto el alivio fiscal fue de $ 891 millones.
Entre agosto y diciembre del 2020 se calculaba una amortización de $ 158 millones y $ 316 millones en 2021, pero estos pagos se anularon por la reconfiguración de la deuda. En adición, se consideró un lapso de 16 meses de gracia para la cancelación del capital. Con este reajuste, la tasa de interés de los cuatro créditos con Eximbank se estableció en un 6,44%.
Los pagos del capital continuarán en marzo de 2022 y se distribuirán de manera uniforme durante el plazo por vencerse, es decir, entre 2025 y 2029.
En agosto, el exministro de Economía Richard Martínez señaló que “este es un paso más dentro del círculo virtuoso de confianza que la comunidad internacional ha puesto sobre Ecuador y, en este caso en particular, de socios bilaterales como China. El país está dando un mensaje claro al mundo de cómo avanzar hacia un mecanismo de sostenibilidad de la deuda”. “Estas decisiones se complementan con la llegada de más recursos para continuar con el alivio que necesita la economía ecuatoriana”.
CHINA: NO HAY TRATO SIN PETRÓLEO DE POR MEDIO
Desde hace varios meses, el Gobierno ecuatoriano busca nuevos recursos chinos para cerrar su brecha de financiamiento. Con dos entidades intenta obtener un total de $ 2.400 millones: $ 1.400 millones con el Banco Industrial y Comercial de China, con una garantía de 70 millones de barriles de petróleo hasta 2025, a un precio promedio de $ 20 cada barril; y los $ 1.000 millones restantes del Banco de Desarrollo de China a cambio de la entrega de 84 millones de barriles hasta 2028, lo que se traduce a un precio promedio de $ 11 por barril.
Para cumplir con los requerimientos de las empresas chinas, el Ecuador tendría que reducir la venta de petróleo a precio de mercado y al mercado spot durante 2021 y 2022 (caen exportaciones de crudo) y además reducir el flujo de petróleo a las refinerías de Esmeraldas, La Libertad y Shushufindi.
La deuda con China ha tenido un marcado crecimiento hasta 2016, año en el que por el terremoto se buscó más financiamiento. Sin embargo, solo entre 2015 y 2016 creció en $ 2.658 millones. Una de las condiciones de China siempre es la venta anticipada de petróleo, aunque esto le signifique al país una disminución de ingresos.
Entre 2019 y los meses transcurridos del 2020, el país ha reducido el saldo de las obligaciones con empresas, bancos y el gobierno de China. Esto quiere decir que las amortizaciones pagadas han superado a la deuda contraída durante el periodo.
Pero, de concretarse el acuerdo de nueva deuda por $ 2400 millones, al cierre de 2020, este sería el segundo mayor monto adeudado, luego de 2016, con el país asiático en la última década (Gráfico 3). El saldo, considerando el nuevo préstamo que se está gestionando, sería de $ 7. 688 millones aproximadamente. Si bien no es seguro que el trato se cierre este año, los esfuerzos continúan y se esperaría recibir el préstamo en 2021. En este caso, la deuda de China representaría 78,5% del total de deuda bilateral.
Gráfico 3
Evolución de la deuda con China 2010 - 2020
Las finanzas del país son críticas, pero por la coyuntura actual no se puede recortar el financiamiento, porque gran parte de este se enfoca en el pago a proveedores e instituciones públicas como el IESS. La reestructuración de la deuda es necesaria -con los tenedores de bonos se logró llevar a cabo- pero con China, si bien hay un avance, las posibles nuevas adquisiciones comprometerán la sostenibilidad fiscal por la preventa de petróleo.
A largo plazo se debe considerar generar ahorro mediante los ingresos petroleros para posibles contingencias o sostener el gasto público en un ciclo recesivo. Sin embargo, esta tarea se complica al notar que posibles nuevos acuerdos con China tienen de por medio la preventa de petróleo a un precio fijo.
Por: Karen Lucero, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2020-11-29